Cande Tinelli estuvo "hurgando" el baúl de los recuerdos y compartió con sus seguidores varias postales de su pasado, con las que se divirtió (y mucho). Mientras su mamá, Soledad Aquino, se encuentra recuperándose de un transplante de hígado que se hizo el año pasado, su hija menor saca los "trapitos al sol" en sus redes, y uno de los posteos más llamativos fue el de una carta que la joven le había escrito a su mamá tras haberse peleado con ella.
“Ma: anoche vine a pedirte perdón, pero ya estabas dormida. No te quería tratar mal, y no quiero que pienses que no te quiero ver feliz... Todo lo contrario, perdón si no te lo puedo demostrar, pero sabelo que no es así”, comienza el texto que Cande había escrito a mano en imprenta y con una lapicera azul.
El texto cierra con el compromiso de la joven de cambiar su actitud: “Te prometo tratar de cambiar, cueste lo que me cueste. Te amo mucho y perdón de nuevo. Espero que me entiendas. Lelé”, finaliza. Eso sí, Cande no contó el motivo de la pelea que, seguramente, fue algo momentáneo.
Por otro lado, los posteos también contaron con una cuota de humor, cuando Cande se "escrachó" a sí misma mostrando un peinado de moda que supo llevar tiempo atrás. Era una foto donde ella y su hermana Micaela llevaban el peinado de los floggers, hace más de diez años. Y apuntó contra su papá por no haberlas advertido de que ese look, según ella, no les quedaba bien.
“¿Flogger? ¿Emo? ¿Qué cara... era? Chicos, me muero, ¿cómo nadie me decía nada?”, acotó con la primera imagen y luego siguió: “Que hdp vos, qué guacho que no nos decías nada”, le reclamó al conductor, quien no tardó en sumarse con una respuesta también en sus redes con la que intentó justificarse: “Estaban divinas, era el look que se usaba en esa época. Marcaban tendencia, eran trendsetters”.
Además, Cande recordó lo extraño que había sido el no tradicional festejo de su cumpleaños de 15: “Mi fiesta de 15 no fue una fiesta de 15, fue una fiesta de floggers. Yo invité a medio país de floggers, que no sabía ni quiénes eran. O sea los metí a mi casa, entraban y yo le decía: ‘Hola, ¿quién sos?’, y me respondían ‘chocolate blanco’, ‘chicle negro’, no sé; bailamos música muy freak, fue cualquier cosa, qué horror”.
Es que en ese momento, era una asidua usuaria de la red que era furor en aquel entonces, Fotolog. “Lo peor es que a esa edad teníamos una re autoestima, nos creíamos mil, y de más está decir que tenía un Fotolog, que subía muchas fotos con la mano tapando la cara”, posteó, divertida.