En los últimos días, el caso de Madeline McCann tomó un giro de 180 grados luego de la aparición de Julia Faustyna Wendell. Se trata de una joven polaca que está segura de ser la niña, de tres años desparecida en 2007 en Portugal.
Ella afirma que su familia adoptiva nunca quiso revelar su pasado y que tampoco pudo acceder a su certificado de nacimiento. Además, confesó que padece una afección ocular en los ojos, que sólo tiene un bajo porcentaje de la población.
Eso no fue todo, ya que Julia había narrado a través de un video que sufrió abusos por parte de un alemán, que fue sospechoso en la investigación por el caso de Madeleine McCann. Ante esto, los padres de la niña desaparecida, Kate y Gerry McCann aceptaron realizar el análisis de ADN para corroborar si es o no su hija.
Qué dicen los primeros resultados
El investigador Francisco Marco fue el primero en desmentir que la joven polaca fuera Madeleine, por varias razones. Una de ellas, es que los datos biométricos (que analizan los rasgos del rostro) tienen diferencias con las de la desaparecida. Por otro lado, el detective sostuvo que, a su experiencia, podría tratarse de "un fraude" ya que se calcula que la niña podría estar muerta.
En cuanto a los rasgos físicos, Julia tiene dos pecas en su pierna al igual que Madeleine y una mancha dentro del ojo, junto a una heterocromía que sufren ambas, una anomalía ocular donde los iris son de diferente color.
Lo que sí es para destacar es que Julia tendría 21 años, mientras Maddie nació el 12 de mayo de 2003, por lo que tendría unos 19. Este dato podría desmentir totalmente la versión de que la niña inglesa es en realidad Julia. Por el momento, no hay confirmaciones oficiales ni tampoco ninguna autoridad nacional está realizando alguna investigación al respecto.