Elena Fortabat pertenece a una de las familias más poderosas de la Argentina. Sin embargo, cuando murió su abuela política Amalita, en 2012, la dueña de una de las fortunas más grandes del mundo, no recibió un peso. "No heredé ni quiero nada", declaró Elena a La Nación, y asegura que ella es de "la rama pobre de los Fortabat". Elena es hija de Juan Fortabat, sobrino de Alfredo, quien luego se casaría en segundas nupcias con Amalita Lacroze.
A los 70 años, Elena revela ahora que en los últimos años sufrió pérdidas tremendas en su vida y que tuvo ataques de pánico durante 6 años. En 1995 murió su ex marido Silvio Oltra, padre de su hija Carolina.
"Caro Oltra, una de mis hijas, tenía nueve años cuando murió Silvio. Fue un golpe muy fuerte. Porque murió nada menos que en el helicóptero del hijo del presidente", relató al mismo medio.
La exmodelo dijo que cobró un seguro de 80 mil dólares y que cuando hizo juicio a la sucesión de Carlitos Menem Jr, comenzó a recibir amenazas de muerte. "Me seguían; me decían ‘vas a ser boleta’, ‘estás doblando por tal calle’, ‘tu hija entra al colegio a tal hora…’. De terror. Fue horrible", contó.
Un año antes de la muerte de Silvio, Elena perdió a su hermana Rosa María, de una manera trágica y un año después a su otra hermana, Diana. “Terminó debajo de un tren por consumo de drogas, me quedó esa asignatura pendiente. Siempre traté de ayudarla, pero esta problemática la mayoría de las veces te desborda por más que no quieras. Para colmo, en 1996 perdí a Diana, mi otra hermana, víctima del cáncer. Fue demasiado duro, sufrí ataques de pánico durante seis años, yo digo que soy una sobreviviente”, reveló.
La mujer, que ahora tiene un programa de cable -Elena F- y colabora con varias ONG que se dedican a la prevención de la drogradicción, aseguró que Amalita Fortabat siempre la despreció. Durante el Mundial de 1978, Elena contó que estaba trabajando en un puesto de venta de golosinas en una cancha, ya que su padre había ganado la licitación para vender en River y en Vélez. Y en un partido, su abuela política la vio.
"Me miró fijo y soltó: ‘¿Tú eres Elenita? No puedo creer que una Fortabat esté así en un stand en una cancha de fútbol’. No me importó nada porque lo pasé divino trabajando y me vi el Mundial. No fue la única vez que me despreció: en un evento hizo como que no me había visto, yo fui, la saludé a ella y a quienes la acompañaban y me retiré con educación", soltó.