Qué es de la vida de Sandra Ballesteros: cumplió 60 años, dejó la actuación y trabaja en una estación de servicio - Revista Para Ti
 

Qué es de la vida de Sandra Ballesteros: cumplió 60 años, dejó la actuación y trabaja en una estación de servicio

La actriz participó de éxitos como "Gasoleros", "Verano del '98" y "Resistiré", pero hace ocho años abandonó la actuación el mundo del espectáculo y se instaló en su ciudad natal para hacerse cargo del comercio de su papá.
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“Verano del ‘98”, “Gasoleros”, “Resistiré”, “Lalola” y “Guapas” son algunas de las míticas ficciones en las que Sandra Ballesteros le puso su cuerpo a lo largo de su extensa carrera. Pero lo cierto es que desde hace ocho años poco se sabe de ella debido a que decidió tomar un nuevo camino profesional, se mudó a Villaguay (Entre Ríos) y se alejó definitivamente de los guiones televisivos.

“Sentía que necesitaba otra forma de vida, y que esa otra forma de vida estaba pidiendo desarrollarse. Fue algo tan definitivo que cuando mi papá me contó que había puesto en venta la estación de servicio de Villaguay, le dije casi sin pensarlo que no la vendiera, que yo me iba a hacer cargo. Me preguntó: “¿Estás segura?”. “No”, le respondí, pero era lo que sentía”, reveló a La Nación. La gasolinera en cuestión está ubicada en el centro de la ciudad y fue refaccionada a nuevo en el 2019.

Su cambio comenzó a gestarse en 2008 cuando viajó a la India, lugar en el cual fue conociendo la espiritualidad. “En Villaguay el llamado espiritual fue a través de la música, dirijo un coro, monté un vía crucis viviente y un pentecostés con gente del lugar, que no son actores. Hace años que pertenezco a un grupo de oración que se llama Abba Padre en la Iglesia Santa Rosa de Lima, y pertenece a la Renovación Católica Carismática, que es una corriente de la iglesia católica que invoca al Espíritu Santo”, contó.

Sandra Ballesteros habló de su presente sentimental

Al ser consultada por si tenía pareja, la ex actriz se río y exclamó que “por ahora no”, detallando que vive con sus perras y está en el proceso de adopción de un niño o niña de entre diez y quince años. “Siempre tuve ganas de ser mamá, pero no podía porque mi estado espiritual y emocional no estaban en sintonía. Creo que, de alguna manera, no se daban las condiciones para ahijar. Ahora estoy haciendo talleres de capacitación que da el Registro Único de aspirantes a Guarda con fines de Adopción, donde me anoté hace dos años como familia monoparental postulante. Es un proyecto maravilloso”, detalló.

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