Julen Roselló tenía dos años cuando cayó en un pozo profundo y estrecho. Se montó un gran operativo para rescatarlo y el caso puso en vilo al mundo durante 13 días. El pequeño cayó por accidente, según sus padres, el 13 de enero en un pozo abandonado de 25 centímetros de diámetro y más de 100 metros de profundidad cavado para buscar agua. Estaba jugando en un terreno perteneciente a un familiar mientras sus padres almorzaban cerca del pozo, que según las autoridades se cavó sin autorización. Ahora, Netflix estrenó una serie documental, "13 días", sobre el caso.
Julen cayó de pie con los brazos estirados hacia arriba. Su padre, que estaba a poco metros, alcanzó a meter su brazo para agarrarlo. Le rozó las manos pero no consiguió sacarlo. Julen sufrió una "caída libre de 71 metros". Según un fotógrafo, cuando por fin pudieron llegar a él, trece días después de la caída, estaba muerto. Al conocerse el trágico desenlace, José Roselló, su padre, gritó: "¡No, otra vez no!", mientras la madre, Victoria García, salió corriendo gritando su dolor. Dos años antes había perdido a su hijo mayor, Oliver, de tres años, que murió de manera súbita cuando caminaban por la playa.
En el 2017 la pareja caminaba con su hijo mayor Oliver, de 3 años, por la playa cuando el niño sufrió una muerte súbita. "Fue de golpe, se quedó en el sitio. Esa tragedia marcó un antes y un después para ellos. Por eso todos esperamos que ocurra un milagro y rescaten a Julen con vida, no creo que José y Victoria puedan tolerar un drama más en su vida", decía un vecino de la pareja en los duros días del rescate de Julen.
Lamentablemente el drama volvió a golpearlos. ¿Cómo siguió la vida de esta pareja que perdió a sus dos hijos de tres y dos años? Se casaron, ella volvió a quedar embarazada en 2020, pero perdió ese embarazo, y lo volvieron a intentar. No quisieron darse por vencidos. En enero de 2021, Victoria dio a luz a una niña.
La crónica de un rescate que terminó mal
José permaneció al lado del pozo en el que cayó su hijo hasta último momento. Sólo una vez por día volvía a su casa para comer algo y bañarse. Durante esos 13 días en los que estuvo temiendo lo peor y esperando un milagro que nunca llegó, José casi no durmió.
A las 14 del 13 de enero de 2019, Julen de tan solo dos años se había caído en un pozo en la localidad malagueña de Totalán cuando su familia preparaba una paella. Las condiciones no podían ser peores: el agujero era muy estrecho, el suelo rocoso y con desprendimientos que dificultaron el rescate.
Bajo el título 13 días, esta serie documental narra de manera cronológica cómo se llevó a cabo la búsqueda de Julen. Desde el minuto uno que la Guardia Civil recibió una llamada de emergencia alertando de lo sucedido hasta el final.
Según la investigación, aunque Julen cayó de pie en el pozo -de 25 cm de diámetro y donde llegó a una profundidad de 71 metros-, tras precipitarse por el agujero, cayeron sobre él piedras y otros sedimentos que habrían causado un golpe en la cabeza, como detectó la autopsia preliminar.
El informe forense indica que el cuerpo del pequeño, de dos años, tenía los brazos hacia arriba y presentaba erosiones compatibles con roces en la caída. Una caída que se ha comprobado fue libre y rápida.
La vida después de tanta tragedia
"Luchamos por no venirnos abajo, a Julen no le gustaría", dicen Victoria García y José Roselló. Decidieron continuar con su vida, el 7 de febrero de 2020 se casaron y buscaron otro bebé. Perdieron un embarazo, pero finalmente tuvieron una hija. En una entrevista que ella dio a un diario español confesó que cada noche antes de domir pide soñar con sus hijos. En sus brazos lleva tatuados los nombres de Julen y Oliver.
Luchan para "seguir adelante", ya que insisten en que "a Julen y Óliver no les gustaría verlos derrotados". "Yo cierro los ojos y veo lo mismo, el pozo", reveló José. "Y me maldigo, maldigo ese día. En qué mala hora fui yo allí… Ya no volveré a ir al campo. Ni me comeré más un plato de paella", aseguró.