Cuenta la historia que Carolina de Mónaco y Stefano Casiraghi se vieron por primera vez en un crucero por el Mediterráneo y se enamoraron a primera vista. No obstante, quien salió a contar una versión diferente fue quien -en aquel entonces- era la novia de Stefano: Pinuccia Macheda.
Según se sabe, quien los presentó fue Robertino Rosellini, quien en aquel momento era el novio de la de Mónaco.
Macheda asegura que pasaba unas vacaciones de verano, en agosto de 1983, en la isla mediterránea de Porto Rotondo, durante las que vio s su novio apenas cuatro veces. Para diciembre de ese mismo, se anunciaba el compromiso entre Casiraghi y Carolina, tan solo 10 días antes de la boda civil que los convirtió en la pareja más glamorosa.
La ex novia de Stefano reveló a los medios, además, que estuvo presente cuando se produjo el primer encuentro entre la princesa y el millonario: sucedió en una fiesta en Monteacarlo en 1982 y -según ella- desde el primer minuto la hermana de Alberto II de Mónaco no paró de darle señales al italiano de que buscaba algo con él.
Eran novios desde 1978 y afirmaba que el año en el que se casó con Carolina de Mónaco ya le había propuesto matrimonio a ella, en una gran fiesta de cumpleaños que el mismo Stefano había organizado en Milán donde pidió su mano. "Como siempre había hecho desde que nos conocimos, Stefano se portó admirablemente conmigo y tuvo incluso el detalle de decirme que, si a mí me parecía bien, podríamos casarnos antes de que finalizara este año 1983", afirmó en una de las entrevistas pocos meses después del casamiento.
Pinuccia dio detalles a la prensa de cómo se había enterado de la relación: sin avisar se presentó en la casa que la familia de Stefano Casiraghi tenía en el lago Como y comprobó que, efectivamente, su novio estaba en su casa, pero con Carolina de Mónaco.
"Saludé a Stefano y me marché rápidamente porque comprendí que mi presencia allí no era oportuna". Para la joven milanesa la relación quedaba oficialmente rota y decidió que nunca volvería con él. Por su parte, Stefano no volvió a reunirse con ella ni le dio explicaciones.
En cuanto a Robertino Rossellini, al terminar su relación con Carolina se convirtió en su amigo, incluso la acompañó durante su retiro cuando la princesa estuvo de luto por la inesperada muerte de su marido.
Pinuccia, por su lado, terminó reconociendo: "Lo perdono porque está en su perfecto derecho de amar a la mujer que desee".