Luego de hacerse pública la denuncia de las hijas de Carlos "Lole" Reutemann quienes afirman que hace seis días que no saben nada de su papá ya que Verónica Ghio, actual esposa del campeón de Fórmula Uno y exgobernador no les contesta el teléfono ni los mensajes -ellas han dicho que las ha bloqueado-, pudo conocerse la opinión de la mujer que acompaña a Lole desde hace 19 años.
Fue en el programa Lo de Mariana, donde Mercedes Ninci ofició de vocera de Ghio, a quien tenía en el teléfono enviándole mensajes. La periodista habló por ella, ya que explicó que la mujer de Reutemann no le permitía poner al aire los audios. "A Verónica no le gustó que sus hijas se metieran y estuvieran todo el día consultándole a los médicos, hablándole a los médicos, que para eso estaba ella, para juntar la información que daban los médicos", comenzó relatando Ninci.
"Además ella (Cora Reutemann) daba mensajes diciendo que el papá estaba mejor y ella (Verónica Ghio) estaba desesperada porque lo veía que realmente estaba muy mal. Entonces toda esta situación hizo que ella (Verónica Ghio) se cansara y les bloqueara los teléfonos", completó la periodista.
"Es un argumento bastante flojo", reflexionó Pía Shaw, también en la mesa. Y agregó que según lo manifestado por ella misma, Cora Reutemann va a darle el día de hoy a la mujer de su papá para que responda, caso contrario se va a sacar un permiso y va a viajar a Santa Fe a tocarle el timbre de su casa. Ninci agregó que Cora va a ir con su hijo, el único nieto de Reutemann y que si no la atienden, va a iniciar una denuncia penal.
Quién es Verónica Ghio
Verónica Ghio y Lole Reutemann se conocieron en 2002 y no se separaron más. Desde aquel momento, además de convertirse en su mujer, Verónica ha sido su mano derecha, su asistente personal y la mayor influencia en Lole. En las pocas fotos que circulan de ella, siempre está junto a él acompañándolo bien de cerca.
Rubia, de pelo muy largo, ojos verdes, look atlético, ella tiene 52 años, él ya cuenta con 79. Son marido y mujer desde el 16 de diciembre de 2006, pero conviven desde 2004 cuando ella en la casona de techo de tejas que da a las barrancas de la laguna Setúbal, en el barrio Guadalupe de Santa Fe.
Desde chica la llaman "la Vero", y dicen que es muy apegada a su familia. Siempre se la ve arreglada, y según dicen, es muy dulce. Nunca va sola a lugares públicos ni a espacios que haya prensa, porque prefiere mantener el perfil bajo. Razón por la cual hay muy pocas fotos de ella sola o con él.
Los presentó una amiga en común. Ella es muy buena nadadora, visita a su madre, Mirtha Lássaga, casi todos los días, estudió Comercio Exterior, y cuando su vida se cruzó con el preciso piloto de Fórmula 1 (volante exquisito, según los que más saben de ese mundo), trabajaba en la casa de fotos Mundo & Color, otro tiempo en una escribanía y, tras comenzar su relación con el actual senador, abrió Benedetta, un negocio de ropa femenina en el centro de la ciudad que cerró tras casarse con Reutemann.
La pareja hoy alterna sus días entre la casona del barrio Guadalupe con el campo "Los Aromos", frente a Llambi Campbell, donde tienen hectáreas con cultivos de maíz, según publica El Litoral.
