Desde hace un tiempo, Netflix ha comenzado a apostar por las series y documentales sobre crímenes basados en hechos reales, que lograron acaparar la atención del público: una de las últimas, “Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer” se posicionó como lo más visto del streaming.
En ese sentido, días atrás estrenó La chica del Vaticano, la serie que indaga en un caso que conmocionó a Italia en 1983 y que hoy revive gracias a una familia que sigue buscando a una de sus integrantes.
Quién es Emanuela Orlandi y cómo desapareció
En La chica del Vaticano, la familia Orlandi cuenta cómo, tras la misteriosa desaparición de Emanuela Orlandi (el 22 de junio de 1983) nunca más se supo de ella.
Tenía 15 años y en aquel entonces vivía en la ciudad del Vaticano, cuando el 22 de junio de 1983 salió de su casa para asistir a sus clases de música. A la salida debía encontrarse con su hermana, pero esto nunca pasó.
La última vez que su familia habló con ella fue la tarde que debía volver a su hogar. Llamó por teléfono y le contestó su hermana. A ella le indicó que ya estaba para volver, pero que, mientras esperaba a una amiga, un hombre se le acercó para decirle si no quería vender cosméticos. Federica le respondió que antes de aceptar algo hable con sus padres. La conversación se terminó y no se supo más de ella.
Netflix reabre un caso que el Vaticano ocultó
En tres capítulos, los hermanos de Emanuela hablan sobre lo que ha sucedido en su caso en los últimos 39 años. Con más de una hipótesis, que rozan con la mafia italiana, el terrorismo, el abuso sexual y la pederastía —incluso viniendo desde la iglesia— nada se ha sabido de la joven.
“Juan Pablo II y Benedicto XVI sabían del caso, el primero fue a la casa de mis padres a darles apoyo. El papa Francisco ha levantado un muro sobre esta historia. Hay un cierre total sobre Emanuela y su secuestro”, contó Pietro Orlandi al diario Nueva Societa.
El criminal involucrado
Solo en el primer capítulo, se explica que la desaparición de Emanuela Orlandi está relacionada con Mehmet Ali Ağca, hombre que intentó matar a Juan Pablo II en mayo de 1981. Trece días después del "secuestro’" un hombre llamó a su casa a decir que tenían a la joven y solo la soltaría si liberaban al atacante. Esto no pasó, pero hizo que Juan Pablo II hablara del tema.
En el capítulo dos, la mafia se vuelve recurrente en este caso. En escena hace su aparición Sabrina Minardi, quien se identificó como ex amante del capo Enrico "Renatino" de Pedis, y aseguró que Emanuela estuvo bajo su cuidado tras ser secuestrada. Pese a su versión, no se investigó al mafioso, quien murió en la década de los 2000.
Abuso y la Santa Sede
En el 2012, el padre Gabriele Amorth denunció que Emanuela Orlandi fue secuestrada por la policía del Vaticano, con el fin de usarla en fiestas sexuales donde hombres de altos mandos y diplomáticos eran parte. Amorth era conocido en la Santa Sede por haber sido nombrado por Juan Pablo II como exorcista.
En el 2016, la aparición de los "Vatileaks" en internet expusieron la relación, negada por parte del Vaticano años atrás, con el caso de Emanuela. La serie indicó que estos documentos contenían registros sobre un alojamiento de Orlandi en un albergue para niñas en Londres. La Santa Sede negó esta información y declaró cerrada la investigación en abril de 2020.
A 39 años de la desaparición de la joven, el caso sigue sin ser aclarado. Sus hermanos siguen buscándola, mientras se preguntan qué le pasó la noche que no volvió a casa.