Tenía 94 años, su legado será invaluable y sin dudas que marcó un antes y un después. La muerte de Margaret Keane entristeció a toda la farándula. La mujer tenía 94 años y murió en su mansión de California después de haber sufrido una insuficiencia cardíaca. Hace cinco años que necesitaba oxígeno de forma permanente para poder vivir.
La artista tomó sus primeras clases de dibujo en un instituto de Nashville, la ciudad en la que nació en 1927: desde chica se ganó la fama por ser la niña que hacía bocetos de ángeles con grandes ojos, algo que se transformó en un sello distintivo de su obra.
Los caminos del arte la llevaron a formar una profunda historia de amor con Walter Keane, un asesor inmobiliario que era fanático de la pintura y la ayudaba en el marketing de sus piezas hasta que en 1959 pintó su primera obra.
Hubo un tiempo en el que él era más famoso que ella: es que si bien las pinturas tomaron gran repercusión en la década del sesenta, el rédito se lo llevaba su marido porque ella sentía que una mujer no iba a tener tanta llegada como un hombre y él se autoproclamaba como el pintor de las mismas.
Pero toda esta relación tan idílica casi termina en una tragedia cuando Walter Keane amenaza con matar a su esposa y a sus dos hijas. Cinco años después se divorciaron y ahí vino todo el litigio por el derecho de las obras.
Sabiendo que ella era la real autora, lo desafió a pintar en público. No se presentó y ella terminó demostrando quién era.
La película de su vida, interpretada por Amy Adams
En 2015 se estrenó “Big eyes”, la película que narra la vida de la artista caracterizada por pintar niños con grandes ojos. Amy Adams se puso en la piel de la pintora y Christoph Waltz hizo lo propio con el personaje del marido.
