En 2010, cuando Máxima decidió ascender a la niñera de sus hijas al cargo de asistente o secretaria privada, decidió que era hora de contratar a una argentina para que las chicas aprendieran a hablar español fluido. Así es como Ana Roibon Di Cocco llegó a la familia real.
Todos los detalles sobre cómo se contrató a la niñera argentina y quién es figuran en el libro "Máxima, la construcción de una reina" (Penguin Random House), de los periodistas Rodolfo Vera Calderón y Paula Galloni.
Desde el nacimiento de su primer hija, Amalia, Máxima quería una niñera argentina para que la ayudara a criarla, pero no tenía el poder de decisión suficiente como para imponerse en aquel momento y aceptó la que le propuso la Corona: Hansje Görtz, una joven egresada con honores de Norland College, la escuela de niñeras más reconocida del Reino Unido. Ella trabajó tres años y medio, y cuidó solo a Amalia y a Alexia hasta que renunció.
Máxima estaba embarazada de Ariana, cuando contrataron a Eveline van den Bent, cuya profesión original era ser abogada. Hay varias fotos de Eveline con las princesas en diferentes momentos. Después la reina la eligió como asistente personal.
Entonces, Máxima necesitaba nuevamente otra ñiñera. Decidida a que fuera sí o sí una argentina, buscó recomendaciones entre sus amigas. Y llegó hasta Florencia Di Cocco cuya familia se dedica a la educación desde principios de los ochenta cuando fundaron el colegio Nightingale. Y ella fue quien le recomendó a la reina a su sobrina, Ana Roibon Di Crocco que en ese momento tenía 32 años.
Foto: Pinterest.
En su perfil de linkedin indica que es organizadora de eventos y que terminó sus estudios secundarios en el Sworn College del barrio de Belgrano. Ella superó el exigente cuestionario de la Casa Real y del Servicio de Información del Estado y quedó contratada.
Las chicas enseguida se encariñaron con ella, la llamaban Anita y aprendieron a hablar español de manera fluida. Ana habla cuatro idiomas, además del español: holandés, inglés, francés e italiano.
Cuando las hijas de Máxima entraron en la adolescencia, Ana se fue un tiempo a vivir a Londres. Actualmente vive de nuevo en Buenos Aires y regresó a su profesión como planificadora de eventos.