Dicen que Camille Gottlieb, la hija menor de Estefanía de Mónaco es -según dicen- la que más se parece a su abuela, Grace Kelly. Con sus flamantes 23 años, la joven es una auténtica influencer: hace uso de las redes sociales sin restricciones de expresar quién es o qué hace.
Nació de la relación que su madre tuvo con uno de sus guardaespaldas: que no fue el primero, sino Daniel Ducret, con el que sí se casó y tuvo a Louis y Pauline. Camille es hija de Raymond Gottlieb, con quien Estefanía tuvo una relación fugaz (sin contraer matrimonio) motivo por el que la joven no tiene título ni posibilidades de subir al trono.
De todos modos, dicen que la joven cuenta con todo el apoyo y el cariño de su familia, su tía Carolina de Mónaco (quien nunca tuvo una buena relación con su hermana) y con su tío el príncipe Alberto al frente.
No obstante, la joven hace su parte en la corte monegasca y se la puede ver a menudo acudiendo a los actos oficiales y eventos importantes de la vida social en Mónaco (desde el circo al gran premio de automovilismo) y acompaña de buen grado a su familia a los desfiles de alta costura parisinos. Incluso emplea sus redes sociales para promocionar la ropa diseñada por su hermana Pauline Ducruet.
Con motivo de su cumpleaños, que fue el mes pasado, organizó una fiesta con amigos. Y, como era de esperarse, hizo vivos durante el evento para que, de alguna manera, sus seguidores también estuvieran presentes ahí de alguna manera. Fue una fiesta al aire libre, en una amplia terraza, donde hubo dos tortas en forma de corazón y que Camille compartió con su novio, Médy Anthony y del que solo se sabe algo a través de lo que ella misma publica en sus redes sociales.
El año pasado recibió críticas porque se le ocurrió compartir una imagen en su cuenta de Instagram que mostraba sus pecas. Y con esto de mostrarse al natural Camille vivió varias situaciones de body shaming cada vez que se mostraba con algún posteo que, a los ojos de ciertos usuarios, no resultaban "estéticos". Hasta que decidió ponerle un punto final: se despidió de los filtros de Instagram y se dedicó todo el verano en la Costa azul a posar en bikini al natural.
Junto a sus imágenes sin filtros, Camille Gottlieb se encarga de difundir un mensaje body positive entre sus seguidores. Es normal ver en sus post frases como "Son hermosas, chicas, acéptanse como son" o "nadie es perfecto". Y para dar ejemplo durante este verano en Europa, la joven de ascendencia royal (sin título) posó sin restricciones y contó parte de su intimidad: por ejemplo, que se hizo 10 tatuajes por todo el cuerpo, mientras cuenta cómo lidia con las críticas ajenas sobre su cuerpo en sus redes sociales, tratando de generar conciencia.
