Carole Middleton es la mamá de Kate Middleton, la esposa del príncipe William que hace poco se convirtió en la nueva princesa de Gales, título que heredó tras la muerte de la reina Isabel II. Lo cierto es que la vida de Carole fue bastante complicada y no la tuvo nada fácil.
Carole Goldsmith dejó de estudiar a los 16 años para trabajar porque su familia no podía permitirse pagarle una educación universitaria.
Su padre, Ron, era pintor y decorador y su madre, Dorothy, si bien tenía recursos económicos muy limitados, era una mujer muy elegante a quienes sus conocidos apodaban "la duquesa".
Carole odió con toda su alma su primer trabajo, que era en una oficinas llenas de hileras de escritorios, pero lo tomó sabiendo que eso sería solo el comienzo. Ya en la década de los 70 ya tenía claro que debía ahorrar dinero para lanzar su propio negocio.
En el medio, Carole fue azafata en British Airways, donde conoció al hombre con el que se casó a los 25 años: Michael Middleton. Con él tuvo tres hijos (Kate, Pipa y James), familia que en sus comienzos se instaló en Jordania, donde se codeó con el personal de la embajada británica.
Para cuando la familia retornó a Reino Unido en 1987, Carole Middleton era una joven madre y tenía muchas ganas de retomar sus sueños empresariales: ese mismo año montó el negocio que la convertiría en millonaria, lo que le permitiría en un futuro pagarle la costosísima carrera universitaria que hizo que su hija conociera al príncipe William.
Cuál es el exitoso negocio que volvió millonaria a Carole Middleton
Party Pieces nació antes que Internet con la intención de facilitar a las madres conseguir en un mismo lugar todo lo que se necesitaba para organizar una buena fiesta infantil. La propia Carole se encargaba de hacer las bolsas de regalo en la mesa de la cocina de su casa.
Actualmente, su página web distribuye más de 7.000 referencias a Europa y Estados Unidos y ofrece de todo, desde adornos navideños a piñatas, hasta artículos para baby shower.
Para poner su emporio en pie, Carole y su marido se volcaron en el trabajo mientras sus hijos se encargaron de ser excelentes alumnas y de no traerles problemas en el colegio. Por supuesto, también aportaron su granito de arena al negocio familiar, Kate fue portada del catálogo de cumpleaños, mientras Pippa se encargó del blog de la web.
