Daniella Semaan nació el 4 de junio de 1975 en Miziara, un pueblo de 5000 habitantes al norte del Líbano. Vivió en Beirut, la capital del país, a 100 km de su pueblo, para dar sus primeros pasos en el modelaje. Con 23 años se casó con Elie Taktouk, un empresario de bienes raíces con el que se instaló en Londres. Luego llegarían sus hijos María y Joseph, pero su matrimonio llegaría a su fin en 2010.
Se conocieron da casualidad
La modelo libanesa solía ir a comer a Nozomi, un restaurante de lujo japonés en la capital inglesa. Allí coincidió de casualidad con un grupo de jugadores de fútbol, entre los que estaba Cesc Fàbregas. El jugador estaba en pareja con Carla García, pero el flechazo fue absoluto y ambos intercambiaron números de teléfono.
"Me robó a mi esposa"
"Fàbregas me robó a mi esposa cuando tratábamos de tener otro bebé. No me sorprende, no hubiera esperado menos de él. Él es un tonto, no es David Beckham, ella lo va a dejar cuando se le termine el dinero" afirmó Taktout dolido en una entrevista.
No les importó nada
La pareja comenzó a salir pese a que todos se oponían a la relación. Ella le lleva doce años al jugador de fútbol, así que todos empezaron a marcar la diferencia de edad de la pareja, pero ellos apostaron por el amor. Meses más tarde firmó contrato con el Barcelona FC y ella Martino a España para acompañarlo, se casaron y tuvieron a Lía, Leonardo y Capri.
La mejor amiga de Antonela
Daniella y antonela se conocieron porque sus parejas se conocían por haber jugado en las inferiores del club catalán y hasta fueron compañeros de colegio. Lo que hizo que empezaran a juntarse entre ambas parejas. Al principio se comunicaban en inglés, porque Daniella no hablaba castellano, una amistad irrompible, ambas se consideran casi en hermanas.
El contacto se mantiene
Cuando Fàbregas volvió a Londres para jugar en el Chelsea, Antonela la visitaba regularmente y ahora que los Messi se mudaron a París, es Daniella la que va de visita. De hecho, ambas asistieron al exclusivo desfile de Louis Vuitton. Las familias casi siempre se van juntas de vacaciones y a pesar de que ya no comparten club, el vínculo se mantiene intacto.