¿Cómo es tener a Carlitos Balá de abuelo? "¡Un orgullo! Y ver el reconocimiento de la gente me llena el alma. Él es muy feliz gracias al público", asegura Laura Gelfi, la nieta del mítico conductor infantil que tiene 96 años.
Laura cumplió 25 años, estudió gastronomía en IAG, es chef, sommelier y su cuenta de cocina -@lauritacooks- tiene más de 40 mil seguidores. Ironías de la vida: el autor de “¿Qué gusto tiene la sal? Salado" o "un kilo y dos pancitos" tiene una nieta cocinera.
Sus exitosas recetas en Instagram
Cada día Laura sube recetas a su cuenta de Instagram (lauritacooks): "Quise empezar a mostrar lo que hacía a la gente y la mejor forma fue por medio de las redes sociales. Me encanta enseñar y que la gente aprenda. Cada vez que me mandan sus fotos de las recetas que hacen mías me pongo muy feliz, me gusta interactuar con ellos", le explicó a Teleshow en una entrevista que dióo hace algunos años.
Asegura que la clave de su éxito es la creatividad. "Abro la heladera y cocino con lo que tengo. Esa es la idea también, poder mostrar que se puede hacer una receta rica, fácil y sin gastar tanto", le explicó a Teleshow.
Lala Balá llega a la televisión
Actualmente Gelfi está preparando un proyecto televisivo en el que va a combinar su pasión por la cocina con el legado artístico de su abuelo. El ciclo se llamará Mi Casa de Cupcake y Lala Balá es el nombre artístico elegido por la futura conductora infantil. El programa está armado y está siendo supervisado por Carlitos Balá quien participó de algunos ensayos y estuvo presente en la sesión de fotos.
“Es un programa muy lindo. Seguir el legado de mi abuelo es un gran orgullo para mí, él está súper contento. El programa va a tener baile, canto, juegos, personajes, y lo mejor de todo es que también habrá un segmento de cocina”, le explicó a Gente que la entrevistó en agosto de este año.
“ Amo cocinar y me gusta mucho enseñar, pensar que los chicos van a poder aprender cocina desde su casas con sus familias, me da mucho entusiasmo”, agregó.
Su relación con Balá
Laura confiesa, entre risas, que en el colegio las maestras y los padres de sus compañeras le pedían autógrafos de su abuelo. “A los actos del colegio siempre que podía venía a verme, en esa época el trabajaba mucho. A mis cumpleaños no faltaba nunca, era el centro de atención, todo el mundo quería sacarse un foto con él. Siempre estuve muy orgullosa de él”, confiesa con amor.
Como para que no queden dudas de lo que las anécdotas que vivió con su abuelo, Laura destaca algo en particular.
“He visto personas que se paraban frente a mi abuelo y se ponían a llorar de emoción por conocer a Carlitos Balá, muchas veces también terminamos llorando con ellos. Viví siempre junto a mi familia el hecho de que lo aplaudan todos cada vez que entrábamos a un restaurante. Ya de más de grande, me empecé a dar cuenta porque la gente lo ama tanto”, le contó Gelfi a Gente.