Simone Ashley nació el 30 de marzo de 1995 en Reino Unido, es hija de padres hindúes (Latha y Gunasekharan) y creció en un hogar de académicos dónde nadie pensaba en la actuación. Hasta que ella descubrió su vocación y comenzó no solo a formarse, sino a trabajar en ella. Y es, además, la protagonista femenina de la última temporada de Bridgerton.
“Siempre estuve interesada en el arte, en la creatividad. Mi padre ama la música, el cine y la fotografía. En mi infancia siempre había un disco sonando en mi casa o películas épicas en la TV, pero irónicamente me crié en un hogar lleno de académicos. Doctores, ingenieros, contadores, lo que se espera de una familia india. Pero yo nunca estuve interesada en la academia. Lo mío era el mundo creativo”, explicó la actriz que se formó en la escuela ArtsEd de Londres, en una oportunidad.
Su carrera comenzó con pequeños papeles en programas como Wolfblood y la tercera temporada de Broadchurch, el policial en el que, curiosamente, también actuó Bailey, aunque no tuvieron escenas juntos. Tuvo un papel en la película Boogie Man y antes de eso había hecho participaciones como extra.
Su interpretación de la decidida Kate Sharma, la puso en el rol de una joven que no se deja intimidar, aunque tenga que desafiar lo que la sociedad espera de ella.
Su salto se produjo al quedar elegida para actuar en Sex Education, donde su jugado rol de Olivia la prepararía para las escenas hot que tendría, tiempo después, en Bridgerton. En cuanto a su futuro, además de interpretar a la vizcondesa en las próximas entregas de la exitosa serie de Netflix, se sabe que el año que viene protagonizará La Sirenita, el esperado musical de Rob Marshall.
En cuanto a su vida personal, Simone es muy reservada: no se sabe si está o estuvo en pareja, ya que mantiene su vida íntima en privado y no comenta al respecto. Lo que si deja ver es que tiene una gran relación con cada uno de sus compañeros de trabajo y lo refleja en sus publicaciones de Instagram.