Después de haber abandonado el viejo continente, Donato de Santis desembarcó en Miami y un tiempo después hizo lo propio en Argentina, lugar en el que se enamoró perdidamente de Micaela Paglayán.
Fruto de su relación - que lleva más de dos décadas - nació Raffaela, de 20 años, y Francesca, de 18. A pesar de la popularidad que cosechó su padre, las jóvenes mantienen bajo perfil y llevan una vida lejos de los lujos.
Tal como muestra el cocinero, sus hijas son muy unidas y mantienen una gran relación entre ellas. De hecho, cada verano eligen vacacionar junto a sus padres en Puglia, lugar de Italia donde nació el chef, y estar cerca de su familia paterna.
A través de sus redes sociales, Raffaela y Francesca cosechan miles de seguidores. En sus respectivas cuentas de Instagram, muestran sus viajes familiares por Europa, su pasión por la moda y la hermosa relación que tienen con sus papás.
La historia de amor de Donato de Santis y Micaela Paglayán
Donato de Santis es uno de los tantos italianos que conquistó a los argentinos… ¡y también a sus paladares! Pero, antes que eso, tuvo una gran victoria en el amor. Después de haber abandonado el Viejo Continente el chef desembarcó en Miami y un tiempo después hizo lo propio en Argentina, lugar en el que se enamoró perdidamente de Micaela Paglayán.
El jurado de “Masterchef Celebrity” estaba recién llegado a estas tierras cuando se le dio la oportunidad de presentarse en televisión en un programa de El Gourmet, un canal de cable dedicado especialmente a la cocina. Del otro lado había una joven que estaba buscando recibirse de diseñadora textil, siguiendo la tradición familiar, y, si bien no tenía planes de casarse, sí quería captar algunas habilidades culinarias.
Como muchas personas, esa señal de televisión era ideal para aprender ciertos tips y defenderse entre ollas y hornallas. Un día estaba haciendo zapping, pasó por esa señal y “el tano” la cautivó. Hizo una de sus receta, le salió muy bien, se convirtió en una fanática y a las pocas semanas ya le contaba a sus amigas que no podía dejar de mirar a ese hombre.
Corría el año 2000 y el amor estaba empezando a golpear la puerta de su casa. Fue así que decidió enviarle una carta con un regalo… ¿el detalle romántico? La roció con un poco de su perfume para darle ese toque especial. Lo cierto es que logró sorprender al cocinero: "¿Ma questo quí é, e per me? (¿en serio es para mi?)", se preguntó.
Se puede decir que Micaela hizo el primer acercamiento con ese texto que al final contenía el número de teléfono con el que deseaba encontrarse en algún momento a su candidato del otro lado. Y pasó. Donato se comunicó para agradecer el presente y la invitó a salir. La pasaron muy bien. Ella se fue de vacaciones con amigas y, cuando volvió, retomaron el contacto para siempre... se casaron en el 2004.