Roberto García Moritán está enamorado como el primer día de Pampita, su esposa y mamá de su hija más pequeña, Ana y con quien formó una hermosa familia ensambalda. Y lo cierto es que el empresario gastronómico y legislador bonaerense reveló que en la primera cita, él avanzó tomándola de la mano ni bien ella subió al auto, lo cual inhibió a la modelo y conductora, según él mismo reveló en una entrevista con Teleshow. Y agregó que ella "tenía más vergüenza que yo".
García Moritán contó que se conocieron gracias a que una amiga en común ofició de celestina que le habló de él a Pampita, quien poco después le mandó una invitación para seguirse en Instagram. Así comenzaron a hablar y, después de un mes y días de charlas por Facetime, ambos decidieron conocerse en persona. "Un período en el que muy pronto pasamos de escribirnos poco a vernos mucho a través del Facetime y durante horas", contó el empresario con respecto a ese tiempo previo al encuentro. "Fue tiempo suficiente como para contarnos nuestros sueños, expectativas y hasta los límites en el amor. Porque pudimos decirnos todo eso que ya no queríamos en ese aspecto", continuó al medio citado.
"Los dos pretendíamos una familia, no estábamos para boludear. Ya era momento de reordenar los respectivos cuadros amorosos y de volver a dar otra chance a una relación", agregó, para dar paso a contar cómo fue la primera cita.
Cómo fue la primera cita con Pampita
"Tenía más vergüenza que yo, que me sentía demasiado envalentonado. Quizás porque tomé el encuentro como la continuación del proceso de crecimiento que el vínculo venía teniendo de forma telefónica", explicó Roberto.
Y agregó: "Ni bien Caro subió al auto la tomé de la mano. Así de directo. Y le pareció muy raro. Se inhibió", contó. Y añadió que la llevó a un lugar que prefirió no mencionar, pero sí contó que comieron pastas. "Sabía que a ella le gustaban las pastas con salsa de tomate... Es una chica muy simple para la comida", dijo.
Moritán afirmó la velada siguió con música, algo de baile y charlas profundas como para seguir conociéndose. Y que esa misma noche, al dejarla en su casa, para despedirse le dijo: "Te busco mañana". Lo que siguió fue la presentación en sociedad y el casamiento.
