Rodolfo Barili y su pareja Lara Piro se casaron este viernes. Su historia de amor comenzó en 2019 y fue oficializado en el verano del 2020 en medio de sus románticas vacaciones en el Caribe, poco antes de que la pandemia pare al mundo.
Se puede decir que todo se dio rápidamente porque a unos meses después se mudaron juntos y a finales de ese año él le propuso casamiento a la abogada. Las restricciones por el coronavirus los obligaron a ir posponiendo su deseo, pero finalmente dieron el "Sí, quiero" esta tarde.
A través de sus historias de Instagram, el periodista mostró la fiesta íntima y austera que organizó en su nueva casa para celebrar con sus seres queridos este momento tan especial.
En las imágenes se puede ver que el jardín de su hogar tiene sillones, mesas y carpas de colores nude y blanco, y arreglos florales para festejar su boda con Lara.
Conmovedor: Rodolfo Barili reveló que su papá lo abandonó cuando tenía 7 años
Rodolfo Barili es una de las figuras periodísticas más importantes de nuestro país y un símbolo de la pantalla de Telefé. Sin embargo, antes de llegar a la fama, el conductor tuvo un pasado que pocos conocen y que tiene que ver con la ausencia de su progenitor. A pesar de que sí lo conoció, su compañía no duró mucho ya que decidió irse, cuando él era sólo un niño.
Así lo confesó durante una entrevista con INFOBAE, donde revivió esta etapa que, a pesar de estar con algunas carencias, no faltó el amor incondicional de su querida madre. En aquel momento, Barili tenía 7 años, su mamá trabajaba como docente y ella debió hacerse cargo de sus hijos, al irse su pareja de la casa.
A pesar de eso, recibió ayuda tanto de su tío como de su abuelo y de mucha gente que estaba para darles apoyo. "Siempre hubo gente que ayudó. Había una asociación becaria en el pueblo, de la que hoy formo parte, ayudando. Eran dos pesos, pero era una fortuna para mí", recordó el periodista, en diálogo con María Laura Santillán.
A pesar de haber pasado una infancia donde no sobraba nada, su madre le recordaba la importancia de ser agradecidos con lo que tenían. "Mi vieja me enseñó siempre que había gente que tenía menos que uno. A la casa de mi abuela llegaban los reyes que traían las bicicletas. Cuando yo dejaba de usarla, mi vieja me llevaba a la casa de alguien que no tenía bicicleta a entregar a esa bici", relató.
Allí resaltó la fortaleza de su progenitora, la cual tenía "una marca ética y moral admirable", que le sirvió de ejemplo a lo largo de su vida. "Mi vieja me salvó la vida", expresó, además al recordar que volvió a darle un hogar cuando viajó hasta Buenos Aires, y se quedó sin dinero y sin un techo donde dormir.