Definiendo al coronavirus como “un monstruo que te deja totalmente indefenso”, Sandra Borghi volvió este miércoles a la conducción de “Nosotros a la Mañana” en El Trece luego de padecer junto a esta familia la enfermedad. Si bien en un momento pensó que transitarlo junto a sus seres queridos en el hogar era algo positivo, reveló que comenzó a preocuparse porque sus hijos estaban contagiados.
“Los primeros días no la pasé bien. Me asusté, tenía miedo. No sé quién gana en esta batalla, si los que están solos o todos juntos, pero si bien todos tirábamos para el mismo lado, caía uno y yo tenía que ir a levantarlo, aunque me sintiera mal porque mis hijos estaban todos contagiados”, dijo.
Estar vacunada con la primera dosis de Sputnik V generó que el cuadro no revista mayor gravedad, aunque los dolores fueron bastante molestos: todo comenzó con síntomas que se combinaron a una sinusitis de base que tenía y le agarró mucho dolor de cabeza. “Perdí el olfato y se me quemaba la comida, no te permite registro de nada”, relató la mujer.
Los miedos al transitar la enfermedad
La conductora confesó que la noticia del positivo de COVID fue demoledora. “Cuando entraron a caer todos en casa, dije: ‘¿cómo hago para contener todo esto? Hubo dos o tres días que anímicamente estuve muy mal”, comentó.
Asimismo, consideró que uno de los debates que se tendrán que dar es el de abordar la situación anímica de quienes padecen la enfermedad y del círculo íntimo de los pacientes porque este cuadro se hace “eterno” producto del aislamiento y es algo que se profundiza en quienes se encentran en completa soledad.
Teniendo en cuenta la alta mortalidad, también habló de la idea de bajar al llano para comenzar a valorar las pequeñas cosas que a veces, en medio de la vorágine diaria, las personas pierden del radar. “Te agarra como una cosa de revaloración de todo. Yo quería hablar con mi mamá todo el tiempo, te volvés muy indefenso. Es la indefensión ante un monstruo”, sentenció.
En tanto, se preocupó por cómo se sintió su hija: “Josefina la pasó como un adulto. Estuvo dos días hinchada, tirada en la cama y solo dormía. Yo quería que se levantara porque me daba miedo. Tuvo dolor de cuerpo, dolor de cuello, de cabeza, de garganta y se le llagó toda la boca. Además de la fiebre”.