Con motivo del reciente aniversario de la princesa Diana, en el que hubiera cumplido 60 años, los medios fueron en busca de quienes tuvieron la fortuna de compartir momentos de su vida junto a ella.
Sarah Ferguson, duquesa de York, fue una de ellas: se conoció con Diana Spencer cuando ella tenía 14 años y Di, 15. Eran adolescentes y amigas cercanas, tanto que cuando su amiga se convirtió en la princesa de Gales fue quien le preserntó a quien serçia su marido y padre de sus hijas, Andrés.
En una entrevista con la revista People, Fergie realizó varias declaraciones de su recordada amiga. "Si estuviera sentada conmigo aquí mismo, sé que diría: 'Estoy muy orgullosa de mis chicos y de las maravillosas esposas que han elegido'", aseguró, convencida de que Diana de Gales se llevaría muy bien tanto con Kate Middleton como con Meghan Markle.
Pese a las diferencias que ambas duquesas tienen entre sí, según la ex cuñada de Lady Di ambas se llevarían de maravillas con su suegra ya que, según su punto de vista, ella valoraría que cada una a su modo, defiende aquello en lo que cree: "Porque cada una tiene su propia voz". Además, está segura que disfrutaría mucho de sus nietos, tanto como lo está haciendo ella, que fue abuela hace poco mientras espera que su hija Beatriz le de su segundo nieto. "Estaría igual que yo, obsesionada con sus nietos porque era lo que le encantaba".
Diana tendría ahora cinco nietos, y, según su gran amiga, estaría también muy feliz de que tanto Eugenia como Beatriz de York hayan decidido ser mamás. "Adoraba a mis chicas. Adoraba a los chicos. Esto hubiese sido su paraíso. Su paraíso", aseguró Sarah sobre la inolvidable Diana, a la que recuerda con un enorme cariño.
"La siento conmigo. La quería mucho", afirmó sobre la mujer que, cuando ya era esposa del principe de Gales, insistió en presentarle a su cuñado, el duque de York. "Es lindo", pensó la joven Sarah Ferguson al conocer al que acabaría siendo su marido y padre de sus dos hijas.
La relación entre Diana y Sarah siempre hizo correr ríos de tinta, ya que se especulaba que diferían en muchos temas y que no se llevaban del todo bien, aunque las dos mujeres siempre se mantuvieron ajenas a esos rumores: incluso Ferguson se reveló contra ellos en más de una ocasión.
"Nos prometimos que siempre estaríamos juntas", ha asegurado. Lo cierto es que era habitual que las dos parejas pasasen tiempo juntas y compartiesen escapadas. "Lo pasábamos increíblemente bien", recordaba la que fuera esposa del duque de York. Su amistad continuó tras el divorcio de ambas, así como la excelente relación que ambas tenían con los hijos de la otra. Prueba de este cariño, es que el príncipe Harry la invitó a su boda, ya que la sigue considerando como su tía. De aquel evento se difundió una imagen que supuso su reconciliación con la familia real británica. “En el momento en que empecé a caminar, pensé en Diana” y aseguró que se emocionó al escuchar al público, que los alentaba. “Quería llorar ante la reacción de la gente. Me giré para verlos y de repente alguien dijo: ‘¡Fergie!” y supuso el regreso de la vieja Fergie, fueron muy amables”, reconoció poco después del enlace en la cadena británica ITV.