Charlene Wittstock y el príncipe Alberto de Mónaco se casaron hace trece años. Todo parecía ser un cuento de hadas, pero con el tiempo surgieron revelaciones que mostraban todo lo contrario. Desde el inicio, su relación estuvo marcada por la distancia y la falta de conexión emocional. Además, durante su luna de miel, la pareja nunca compartió la misma cama, lo que ha alimentado especulaciones sobre la autenticidad de su matrimonio.
La prima de la princesa de Mónaco habló con la prensa
Sin embargo, uno de los aspectos más impactantes es la reciente revelación de que los gemelos Jacques y Gabriella fueron concebidos mediante fertilización in vitro, un proceso que Charlene enfrentó después de sufrir un aborto espontáneo. Así lo confirmó Christa Mayrhofer-Dukor, prima de la princesa, que sorprendió con esta confirmación.
Un matrimonio lejos de ser perfecto
Este detalle resalta la presión que ambos sintieron para asegurar la sucesión al trono, sugiriendo que su casamiento fue más un acuerdo condicionado que una unión basada en el amor. Además, la falta de intimidad en la relación dio lugar a especulaciones más profundas, incluyendo rumores sobre la posible homosexualidad de Alberto. Estas revelaciones han desvelado una faceta oculta de lo que se creía un matrimonio real perfecto, mostrando en cambio una historia llena de secretos y pactos silenciosos.
Suscribite al newsletter de Para Ti
Si te interesa recibir el newsletter de Para Ti cada semana en tu mail con las últimas tendencias y todo lo que te interesa, completá los siguientes datos: