Ya se estrenó la última temporada de La casa de papel y, si áun no la viste, te adelantamos lo que dijo el director de la serie: "No todos quedarán conformes con el final" y asegura que tiene que ver con la muerte de otros personajes queribles como Berlín, Nairobi, Moscú y Oslo, era suficiente, nos equivocamos.
La carga emocional de los personajes de la tira española, creados con tantas aristas, ha conectado y empatizado con los espectadores, que ahora saben que ninguno es intocable después de los constantes giros narrativos y su aventurado guion que avanza frenéticamente.
Tras el éxito alcanzado al ser una de las series más vistas en 190 países durante las primeras cuatro temporadas, lograr un cierre a la altura de las expectativas ha sido una dura tarea para el equipo de guionistas.
Un final muy polémico
El viernes 3 de septiembre se estrenó la parte 5, volumen 1. Mientras que el 3 de diciembre se estrenará el volumen 2.
“Hubo momentos que no dormíamos, porque el final era una mier**. Ahora el final a mí me gusta, pero a mucha gente no le gustará. Estoy seguro de que traerá polémica. Un final reúne muchas sensaciones en el espectador, entre ellas: ‘hey, has cerrado la puerta de mi diversión. Esos señores yo disfrutaba con ellos y tú eres un cabrón’. Así que hay un componente muy grande de frustración cuando cierras una serie. Hay muchas posibilidades ahí de que tu ingeniería narrativa no le satisfaga al espectador. Pero forma parte del juego. Al final, puedes matar a su personaje, pero aquí estás matando a todos. Te van a odiar un poco. Tienes que estar dispuesto a que esto ocurra porque la decepción va a existir, sea más o menos brillante el final”, dijo el creador de la serie, Alex Pina.
A partir de este viernes están disponibles los primeros 5 de los 10 capítulos que marcarán el cierre definitivo de la historia de los atracadores que desafiaron al sistema con un plan magistral, enfundados en un mono rojo y caretas de Dalí.
“Un final hay que verlo con mucho respeto. El final de ‘La Casa de Papel’ ha sido un infierno. Siempre al final uno sabe dónde va, aunque no sabe cómo va a llegar ahí, pero sabe cuál es su final. Y nosotros teníamos un final prediseñado desde que hicimos la biblia de lo que iba a ser este bloque, ¿no?, antes de la tercera. Sabíamos el final. Pero cuando lo escribimos dijimos: ‘Esto es una mierda’. Una mierda con un componente casi que nos daba vergüenza ajena. Tenía un componente filántropo que nunca está ahí en ‘La Casa de Papel’. Siempre tienes que estar con una línea y un pie en cada lado, y se nos salía de la longitud de onda de la verosimilitud de la serie, de las normas que tienen que estar en la serie. No nos funcionaba y se seguía rodando, se seguía rodando y al final cada vez era una cuenta atrás”.
“Escribimos 32 versiones, 34 ya no recuerdo cuántas de ese capítulo final y no encontrábamos la solución. Y en un momento dado la encontramos. Ese giro que estaba por llegar y que era necesario y esencial, llegó de churro. Y escribir, muchas veces, es estar obligado a saber que lo que tienes está mal, sin saber si lo vas a encontrar. Al final, cuando trabajas con claves, que son giros narrativos, no sabes si vas a llegar ahí. Y cuando los ves dices: ‘Bueno, esto ya estaba pensado’. No, señor, no estaba pensado. Se nos ocurrió en el último momento. Pero esto es hacer series con la maquinaria de producción persiguiéndote. Y fue muy duro”, reconoció Pina.
En Argentina y en las capitales de México y Chile, se ha expuesto de manera simbólica el “Monumento a los caídos de la Resistencia”, con las figuras de Berlín, Nairobi, Moscú y Oslo, los personajes que han muerto a lo largo de las primeras cuatro temporadas.