Rocío Vázquez, o mejor conocida como "Sereinne", es una influencer de moda de 25 años que posee más de 200 mil seguidores tanto en su cuenta de Instagram como de TikTok. Allí, comparte videos acerca de las últimas tendencias, explica cómo surge una moda, habla sobre los diseñadores más importantes y cuenta sus historias.
En su perfil, se autodenomina como "La de rosa que habla de moda", ya que en cada una de sus publicaciones aparece vestida con este color y, además, el fondo también siempre está decorado con este tono. "Cuando era chica, mis padres me vestían muchísimo de rosa y, en un momento me harté y dije que no me iba a vestir más así. Tenía entre 9 y 10 años. Y ahí me volví dark", reflexionó.
"También, empecé a escuchar Guns N´ Roses, AC/DC, Bon Jovi y comencé a meterme en el grunge, en el hard rock, el glam rock. Taylor Momsen fue una fuente de inspiración", recordó la influencer.
- ¿Toda la vida te gustó el rosa?
- No, yo fui dark en un momento. Era una pre-adolescente rebelde. En ese momento, me acuerdo que había un tema que decía: "son así, son chetos, no escuchan cumbia, escuchan reggaetón". Y a mí me la cantaban mis amigas y me decían: "son así, son chetos, no escuchan cumbia, escuchan rock y pop", porque yo escuchaba rock y pop.
En realidad, me empecé a interiorizar a los 10 años por un chico que me gustaba en bandas como Guns N' Roses, AC/DC, Bon Jovi y después me metí más en el grunge, en el hard rock, el glam rock.
A mís 13 años, Taylor Momsen fue una re inspiración a nivel de moda y de todo. Intentaba vestirme como ella. Pleno 2014 y me ponía short tiro alto, tachas y remeras con el logo de AC/DC, rosarios, collares con chapitas d botellas. Era muy rockera, como Madonna en los años 80, con el pelo savage y maximalismo a full.
Este estilo lo mantuve durante toda mi secundaria, era como la rockerita del aula, aunque también era la mejor alumna porque era muy perfeccionista, siempre quería sacarme un 10. Pero me pasaba esta dualidad, donde por un lado tenía un look rudo y por el otro era la que amaban todos los profesores.
- ¿Y dónde encontraste a El Rosa?
El rosa me llegó en el año que me gradué. Hacíamos algo que se llamaba "La Vuelta", donde nos pintábamos todos en la plaza de enfrente del colegio y, para ese día, yo intervine mi uniforme todo con rosa, por lo que les pedí a mis amigos que no me tiren otra pintura para no terminar con un color feo.
Ahí, también fue el momento en el que empecé en redes sociales y arranqué a mostrar todo en rosa y blanco porque quería encontrar un tono que me identificara. Creo que ya tenía en la cabeza esta idea de que no había usado rosa por tanto tiempo porque me parecía que era un color medio tonto y que me quería rebelar contra lo que me habían impuesto.
Me decían que para ser poderosa o para ser fuerte tenía que ser la girl boss, usar traje y ropa "masculina". Por lo que me empecé a rebelar contra eso y a decir "yo no soy lo que vos quieras" o a preguntarme por qué nadie está usando rosa. Así que allí decidí utilizarlo y quedó. Hoy me gusta.
- Vos arrancaste en las redes en 2018 y hoy en día tenés 220.000 de seguidores, ¿qué sentís que encontraste en las plataformas y qué mundo tenés para explorar ahí?
- Siempre me gustó comunicar y más hoy en día, donde el periodismo se centra mucho en lo digital. Además, todo el tiempo recibo mensajes que dicen "me encanta tu contenido", "no me gustaba la moda y ahora me interesa por vos" y militar por medio de tus redes lo que vos creas o tu postura es maravilloso.
En mi caso, lo que busco es militar que la moda no sea algo bobo porque históricamente fue algo relegado para las mujeres porque era tonto y banal y nosotras éramos consideradas tontas y banales, por lo que quiero desmitificar eso.
También, puedo fusionar mi lado fashionista girly con mi lado nerd, donde la moda puede ser algo súper profundo, interesante y muestra lo que realmente está pasando en la sociedad. Por ello, no me parece que sea algo demasiado estúpido para que le dediquemos tiempo, me parece que es algo demasiado importante para que todo el mundo se fije, por más que no te interese. Considero que es como cualquier otro movimiento de expresión cultural y merece un espacio más profundo, un nivel de estudio mayor y se está teniendo poco a poco.
- Vos tenés Instagram, Youtube y TikTok, pero de las tres, ¿cuál preferís y por qué?
- Qué difícil. Con Instagram me pasa que es una relación amor-odio. Lo amo, pero a veces me pregunto por qué funciono tan mal.
- Además el hate que hay en Instagram es impresionante.
Por suerte, mi comunidad en Instagram es súper amorosa. Muy pocas veces recibo hate. Tal vez en algún video puntual. En un momento, hice un video medio político y ahí me bardearon, pero, por lo general, son muy respetuosos.
En TikTok, te cae cualquier persona, tus videos llegan a cualquier lado, y cualquiera dice lo que quiere. Más que nada, cuando hago algo con marcas, llegan muchos comentarios donde me insultan por mi voz y en un punto no me importa mucho.
Y YouTube es la plataforma en la que menos seguidores tengo. Desde muy chica lo consumo y era fanática del canal "Bajo ningún término". Es más, hoy en día, conozco a Pablo porque lo entrevisté y tenemos buena onda, nos seguimos. Todas las que crecemos con eso vamos a morir siendo fans.
Siempre me parece un sueño el mundo de YouTube, me parece una comunidad tan linda y personal, pero me cuesta subir contenido porque es más largo. Por ello, algo que quiero hacer este año es delegar la edición, ya que yo hago todo.
- Hoy en día, en las redes, hay tendencias de moda totalmente diferentes. Está desde el coquette, el blokecore y el preppy, entre otras, pero ¿cuál es la que más odias de todas?
- En mi comunidad, intento no decir lo que no me gusta porque le presto mucho atención a que hay gente que no tiene su estilo tan marcado y que está incursionando en el mundo de la moda.
Además, sin quererlo, me ponen en un lugar de autoridad sobre el tema y entiendo que lo que digo puede generar una inseguridad. Pueden pensar "a mí me gusta ésto, pero ella dice que no le gusta y ella sabe de moda". Siento que es un diferencial con otras comunicadoras.
- Y ¿cuál es la que menos te representa?
- Soy muy versátil. Aunque, todo lo que implique el color negro me encanta visualmente, pero no lo usaría.
Es un color que yo no uso o dejo para ocasiones muy especiales. Se que está volviendo la tendencia goth y me parece hermosa porque hay gente que la lleva increíble y, cuando lo veo digo "yo fui eso, te entiendo", pero hoy no me representa.
Y otra cosa que no me gusta mucho es cuando las modas se masifican tanto que se nota que las cosas que se ponen en tendencia son de mala calidad. Eso lo desvirtúa todo. Se tiene que revalorizar un poco el vintage o las prendas de buena calidad, aunque sean una gran inversión. Pero, entiendo que hay un tema económico también en el medio.
- Si pudieses elegir haber nacido en otra época, ¿en cuál te habría gustado?
- Tengo algunos años marcados que me gustaría haber vivido en cietos lugares. Por ejemplo, en el 69 me hubiese gustado estar en California por todo lo que sucedió: Star Wars, el asesinato de Sharon Tate, la llegada a la luna, la moda medio mod, ese estilo medio Austin Powers. California fue medio un foco de todas esas cosas.
Después, me hubiese gustado vivir el 65 en Londres por todos los swinging sixties y como esa primera vez en la cual la juventud tenía un lugar para decidir qué se iba a poner y tenía la moda para ellos, no para sus padres. Además, todas las protestas, la minifalda, Mary Quant.
Me encantan los sesentas, son mi década favorita. Si tuviera que decir qué década del siglo XX es la que más me gusta, elijo son los sesentas porque me parece fabuloso.
También, me hubiese gustado vivir el 49 en París por el principio del new look. Si bien era una década recontra misógina y habían muchos conceptos de la mujer que atrasaron respecto a la evolución que se venía dando, me hubiese gustado ver cómo eran esas siluetas, los vestidos tan grandes.
Y, por último, el rococó, pero desde el lado de la realeza. Me hubiese gustado ver ese acceso, los vestidos, los corsets, ver cómo estaban evolucionados. Es algo que siempre me fascinó. De hecho, la pelícla de María Antonieta de Sofía Coppola es mi faro en la vida.
- ¿Y cuál es el diseñador que más te fascina de todo el mundo?
- Vivian Westwood es una porque me parece una reina. Fue una de las primeras diseñadoras que realmente se puso en un lugar disruptivo y no le tuvo miedo a la militancia mediante la indumentaria. Además de hacer cosas fabulosas y que estéticamente eran increíbles.
Me encanta la influencia de la historia y ella fue la creadora del movimiento punk desde la moda, por lo que creo que muy poca gente puede llegar a eso. Por otro lado, hoy me gusta mucho Simone Rocha, ya que me parece que revaloriza un poco la fuerza desde la feminidad. No por ser mujer o varón, sino de la feminidad como atributo polar.
Históricamente nos han enseñado que nos dividimos como femenino o masculino, aunque podés ser varón y tener más atributos femeninos, no importa. Podés ser lo que quieras ser. Sin embargo, me gusta porque desde lo "delicado" y desde lo etéreo logra una imagen de fuerza. Me encanta ella.
- ¿Qué estación te gusta más para vestirte y producirte?
Me encanta el otoño. A mí siempre me gustan las medias, como la primavera, pero ahí la lluvia te arruina cualquier outfit. Aunque, otoño siempre me gustó mucho. Me parece que podés hacer buenos looks. Igual, el verano me encanta y por mí estaría desnuda todo el día.
- ¿Cuál es esa prenda que tenés que es como un "caballito de batalla" que te salva cuando no sabés qué ponerte?
- Van cambiando cada cierta cantidad de meses, pero siempre es un vestido porque es algo que no me da calor, ya que sufro mucho el calor, entonces el tema de vestirme con capas es algo que va a estar buenísimo, pero me tengo que poner un antitranspirante que me obstruya todos los poros, dado que lo sufro mucho.
A su vez, me encantan los vestidos vintage porque hay algo de la liviandad de las telas, que no sea una tela sintética, sino que sea más de algodón y que sea algo de todos los días, bello y como que no sea de una tipología básica. También, me encanta tener las piernas al aire libre, fresquitas, por ello el pantalón me estresa.
- ¿Cuál es tu próximo proyecto?
Estoy haciendo un podcast sobre las casas más importantes de diseño. Se llama "Oh por Dior," que es una sección que yo ya hacía cuando estaba en pandemia porque tenía mucho tiempo libre y no sabía qué hacer. Realizaba unos videos de 15 minutos en IGTV y contaba la historia de las casas de moda y cómo vestirse al estilo Dior.
Sin embargo, ahora siento que lo puedo hacer de otra forma, menos dura, ya que que evolucioné desde la comunicación. Tal vez en los reels estoy más estática, pero en las cosas más informales ya me sale hablar mucho más tranquila y más distendida. También, incluir más conceptos que aprendí egresándome de la carrera y siendo docente.
Y después, mi marca, "Rosa x Sereinne". Cuando la hice por primera vez, fue algo nada que ver con lo que quiero hacer ahora y ya lo estoy empezando a tramitar. El año pasado, compré, hice inversiones materiales, auqnue mayormente quiero trabajar con materiales reciclados.
A su vez, hay algo que me interesa mucho de esto de la hiperfeminidad y la nostalgia de la casa de tu abuela, la casa de tu madre, esos rincones de la infancia que tal vez fueron medio desprestigiados en ese momento o que eran tomados medio como banales, pero tenían adornos y detalles súper particulares.
- Recién decías que tu marca arrancó como algo que ya no querés. ¿Y cómo arrancó?
- Como un emprendimiento. En la pandemia, estaba de moda el concepto de emprendimiento, pero ahora no quiero hacer un emprendimiento, quiero hacer una marca, aunque no me quiero casar a tener que tener una marca que tenga 40 colecciones por año y todo ese sistema de fast fashion que me aburre, me tedia y no es lo que quiero comunicar.
Quiero hacer algo más de nicho, que tenga menos stock, que sea como muy limitado en cantidades. Obviamente una curva de talles larga porque si no, no estaría cumpliendo mis propios principios. En vez de fabricar mil prendas, hacer cien de un tipo, de una tipología, de una remera, lo que sea.
También, quiero trabajar más el concepto, que antes no lo hacía. Antes era más un emprendedurismo y era lo que sentía o lo que fluía, sin embargo, ahora estoy enfocándome más en una comunicación, en un mensaje, en una narrativa. Por ello, estoy leyendo un montón de biografías de diseñadores y de cosas que me inspiran a entender por dónde ir y qué me interpela a mí. Me parece que si no hay una relación entre el diseño y lo que a vos te interpela en la vida, lo que vos viviste, no tiene mucho sentido.
- ¿Y cuál es tu techo?
- Yo siento que no tengo un techo. Veo gente que de pronto ha crecido muy rápido y llegó a un lugar muy bueno, pero después te sentís más miserable porque decís, "¿a dónde puedo ir después?". Además, yo siempre fui muy despacio, a un ritmo muy fiel, pero muy despacio, subiendo, creciendo y mejorando. Por lo que, me parece que no hay techo y al mismo tiempo soy medio cambiante. Entonces, me puedo llegar ir por otros lugares.
Empecé estudiando diseño de indumentaria, ahora estoy más en comunicación, pero el diseño sigue porque toda la vida me gustó la moda. Cuando era chica, hacía algo que era muy divertido: Me acuerdo que veía películas como "Alicia en el país de las maravillas" o jugaba a juegos como "Club Penguin" y dibujaba todos los outfits y las cosas que veía en un cuaderno. En base a eso, creaba colecciones minis.
Tengo cuadernos y cuadernos llenos de bocetos, todo muy amateur, pero muy tiernos. Y creo que desde siempre tuve esa fijación por la moda. Asimismo, mi abuela cose y de hecho mi marca se llama Rosa por ella.
- Se acerca el Día de los Enamorados y vos estás en pareja, ¿cómo vive el amor Rocío?
- Cuando era chica, era re soñadora y enamoradiza. Después, de grande, empecé a ser un poco más realista, aunque hoy en día aprendí con mi actual pareja, Nico, que es con quien tuve el único vínculo sano, que cuando estás de novia y estás bien te sentís increíble.
Lo más importante es encontrar paz. Ese lugar seguro, esa zona de confort, es como estar en tu casa, ese algo que te reconforta y para mí es eso. También, algo muy importante para mí es el humor. Si no comparto, o si no me río o si no me resulta genuinamente graciosa la otra persona, no me gusta.
A su vez, me parece muy importante que me apoye y que no haya una competencia porque existe ese tabú de que a la mujer no le puede ir mejor que al hombre. Busco que haya esa libertad, pero no sólo por la plata, sino también por las cosas que suceden, el poder.
- ¿Y Sereinne cómo vive el amor?
Creo que la imagen que doy como Sereinne es más romántico, pero no es que Rocío no sea romántica, sino que paso más los vínculos por un lado de bienestar y de humor. Para mí hay algo del romantismo excesivo que me tedia un poco. Soy hija única y siempre me costó estar encima de la otra persona, el estar todo el tiempo juntos y es algo que no puedo. Y mi novio es igual, así que está buenísimo. Como que necesitamos nuestros tiempos separados. Pero como Sereinne siento que me veo más cálida, más romántica empedernida y más de consumir comedias románticas.
- ¿Y en quién te querés convertir?
- Lo quiero hacer es un posgrado en diseño comunicacional para seguir instruyéndome. No quiero quedarme con un título o un curso, sino que eso siga para siempre. Seguir aprendiendo y estudiando. Y por otro lado, quiero expandirme un poco más allá de las redes sociales hacia revistas o a la tele o a streams, lo que sea para abarcar un poco más de rubros y así lograr que mi nombre se conozca en el mundo de la moda.
No por ego, sino porque me gustaría comunicar algo diferente y traer a la mesa un montón de cuestiones con las que me parece que siempre nos adoctrinaron sobre la moda. Además, son súper interesantes para deconstruirlo un poco.
Fotos: Miranda Lucena
Edición de videos Rocio Bustos y Mailen Ascui
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