Mientras se especula acerca de la reconciliación de Wanda Nara y Mauro Icardi, y se siguen cargando las tintas sobre la China Suárez, Zaira Nara dio señales del apoyo incondicional hacia su hermana, dando un "me gusta" a un mensaje de Twitter.
La modelo esposa de Jakov Von Plessen le dio "like" a los dichos de la periodista Connie Ansaldi, que escribió algo muy cercano a la definición de lo que es el Síndrome de Fortunata, conocido popularmente como la “atracción por el hombre prohibido”, que podría padecer la China.
"A mí me importa tres pepinos si es un hombre o una mujer, no sean papanatas. De Benjamín Vicuña escribí lo mismo... No es amor, es un patrón malvado de conducta", comenzó escribiendo Ansaldi en el mensaje que le gustó a Zaira.
Y agregó: "Una vez te puede pasar; dos es raro; si te pasa tres veces tenés una patología jodida". Zaira le dejó un corazoncito al mensaje y habría dejado de seguir en redes a la China.
En cuanto al Síndrome de Fortunata, se trata de una patología o un cuadro psicopatológico que se centra en la dependencia emocional que ciertas mujeres tienen hacia hombres casados con una fuerte dependencia hacia la persona en cuestión.
Es un fenómeno social que, en la mayoría de los casos, tiene síntomas como los rasgos de ansiedad, la baja autoestima, trastorno de la personalidad y sentimientos ambivalentes.
“Desde el punto de vista de la mujer, el amor explica la atracción y no se da cuenta del papel que pueda tener el hecho de estar soltera para explicar la mutua atracción; la mujer parece pensar sencillamente que ‘ha sido una desgraciada y una lamentable coincidencia el hecho de que el hombre del que se ha enamorado esté ya casado’”, afirma el autor Engelflügel Tuch en una investigación lanzada en 2002.
Otra visión
La psicóloga Mariana Verdiglione, consultada por Para Ti, define que este tipo de actitudes -sin analizar el caso particular de la China ya que no es su paciente- indica que se trataría de un comportamiento psicopático. “No le importa nada del otro, solo le lo que ella quiere. Tiende a victimizarse y a limpiarse de la culpa... A desentenderse de la situación, miente y manipula”, dijo.
“No siente empatía por el otro, no le importa nada más que su objetivo. pareciera encontrar el placer y el goce en la búsqueda de lo prohibido: un hombre casado”, sentenció.