La producción de la primera nota de la segunda temporada de Las Elegidas fue un típico día de inverno. Esos donde el viento congela hasta los huesos, acompañado por la caída de la lluvia. El equipo de Para Ti estaba abrigado, bien abrigado. Pero la entrevistada, Sol Alsina, todo lo contrario, mientras afirmaba no tener ni un poco de frío.
Enfundada en un outfit muy particular y especial -del que pronto conoceremos detalles-, se entregó de lleno a la tarea: fotos, video y entrevista. En algunos momentos, al aire libre. Pero Sol, como su nombre lo dice, irradiaba calidez y luz.
Cuando quisimos conocer un poco más de su trabajo, nos detuvo para definirlo de otra manera: "su" manera. "No lo llamo 'trabajo'. Esa palabra viene de tripalium que eran los tres palos con los que les pegaban a los esclavos. Yo lo que digo es que, en lugar de trabajar, lo que hago es 'vivir de mi propósito', estoy jugando. Todas las mañanas yo me levanto a jugar. En inglés se dice 'I go to play the guitar' y los jugadores 'play a game' entonces, ¿por qué nosotros no vamos a jugar?".
Y ya con esta definición se empieza a notar la relevancia que cobra la palabra en su decir y en su quehacer.
"Yo soy diseñadora de identidad de marca. Creativa, y en todo lo que es tecnología. Con mi equipo (N. de R.: íntegramente compuesto por mujeres) usamos el poder de las palabras en las marcas, en la identidad, en la conciencia, en la historia, en los colores".
Pero no sólo eso: en su agencia, Mundoh (con presencia en Argentina, Estados Unidos, Canadá, Holanda, Bali, España), sus integrantes donan sus horas para llevar a cabo programas en los que asisten a mujeres refugiadas de diferentes partes del mundo, como Medio Oriente que ellas mismas buscan a través de sus alianzas con comunidades que forman parte de la ONU.
Allí, les enseñan "a sanar sus heridas. Lo que sería un mentoring, le cambiamos la mentalidad, cómo están viendo las situaciones, las ayudamos en gestión emocional. Y después le damos herramientas y les enseñamos a programar, a diseñar, a ser creativas. Ya impactamos más de 200 mujeres", cuenta -con orgullo- Sol Alsina.
"Cada vez que nos elige un cliente para que le hagamos una página web, un diseño, una identidad o un proceso para escalar, están también eligiendo ayudar a una mujer refugiada para que sea libre, para que tenga herramientas. Tenemos una especie de academia", detalla.
¿Cómo ves hoy en día la presencia de la mujer en las organizaciones, liderando muchos grandes cambios?
-Las veo equilibrando justamente lo femenino y lo masculino, creo que ya no es una cuestión de género, sino una cuestión del ying y el yang, como las dos energías. Las veo absolutamente conscientes, fuertes, las veo con ganas de mostrar vulnerabilidad y cambiarla por un ingrediente de fortaleza. Y eso implica valentía. Yo las veo valientes, porque el valiente es aquel que muestra vulnerabilidad, el que dice te quiero primero. Porque se expone a lo que sea, sin importar el resultado: lo importante es lo que se dice y lo que se hace.
"Veo a las mujeres con ganas, con más unión y me parece que, quizás, menos críticas y en proceso de trabajar la crítica propia y hacia los demás. Sobre todo, hacia nosotras mismas. Nosotras mismas somos las que a veces tenemos eso de la crítica. Entonces me parece que estamos tomando conciencia de empezar a bajar un poquito eso y de ser más tiernas con todos, con nuestra mirada interna".
Una alquimista de la palabra
Su nombre, Sol, Soledad, no es algo que no pasa desapercibido durante la charla. "Yo pensé que Soledad era la que conocemos pero, cuando lo doy vuelta, me animo a decir que es la abundancia de tu propio presente".
¿Cómo nació en vos este amor por la palabra ?
-Yo soy melliza con un varón. Mi mamá es una tana inmensa y siempre fue una gran mujer. Sin embargo, por todo eso que dio, se quedó vacía. Pero desde el escenario, porque era un empresaria que le gustaba mucho actuar.
"Estuve en su panza y desde el escenario escuché una poesía que se llamaba 'Por nada te la pierdas', de Adriana Turchetti, que es sobre la vida. Y desde la panza, siempre me resonó la importancia de las palabras. Después fui tomando conciencia, porque mi mamá siempre fue muy comunicativa y, a partir de eso, algunas cosas me resonaron para ser exigente conmigo".
"Y fui dando vueltas al significado, y otras para tenerlas en cuenta. Entendí que las palabras generan realidad y la diseñan, y a partir de eso elijo cada palabra, cómo hablo, qué te digo. Porque la palabra pronunciada no vuelve atrás. Entonces, o te va a levantar y te va a enseñar y te va a elevar y vas a pasar de nivel. O te va a hundir".
Sol es una alquimista de las palabras, de los sentidos de las palabras. Por eso basa su pensamiento en que no es lo mismo una que otra. Que son generadoras de realidades y que el buen uso del lenguaje puede llegar a hacer una gran diferencia. Sobre todo, ante la adversidad.
"Teniendo en cuenta, que es gratis, el lenguaje, lo elijo. Porque genero riqueza en mí y en los demás y no tengo por qué dar dinero. Es una palabra que te da una caricia y no te pega, por eso es importante".
"Hay una palabra hermosa que se llama conciencia. Y otra que nos enseñaron, que tiene como un mal marketing, que es inseguridad. Y en realidad está bueno, porque es ir adentro. In-seguridad, está adentro, inside. Pero nos sentimos, en realidad, "out" seguros porque estamos buscando validación externa. Entonces, lo primero que hay que hacer, es llegar a uno y empezar a a entender: '¿Qué palabra me estoy diciendo, cómo me estoy hablando?' Vieron que nosotras estamos eligiendo el outfit diario... Qué me voy a poner, cómo voy a salir a la calle y eso nos hacen sentir bonitas o uso un maquillaje. Bueno, hagamos el mismo ejercicio y elijamos el outfit de palabras con las cuales vamos a salir a la calle. Pero, primero, con las cuales me voy a hablar a mí".
¿Cuál es la bitácora que vos le das a alguien que quiere empezar a cambiar su realidad?
-En principio, les voy a dar tres ingredientes para que cada uno haga su propia receta. Hay que mirar con qué empieza tu nombre. Entonces, a partir de la primera letra, frente a un momento adverso, tenés que elegir las palabra que vas a elegir con las letras de tu nombre. Armar tu propia fórmula para decir las palabras que te van a ayudar a salir de ese momento.
"Después hay que trabajar mucho con cómo es la perspectiva, de cómo es tu realidad: pensar de para qué me está pasando esto a mí, cuál es el mensaje".
"Ahora viene la parte de hacerte preguntas. No empezando con el 'por qué' sino, que te lleven hacia adelante, que te sirvan. Conciencia en el tipo de preguntas que te estás haciendo y que le hacés al otro. Por ejemplo, ¿qué puedo aprender yo de esta situación? ¿Cuál es el mensaje?"
Simona, la maestra que transformó el dolor en arte
Sol Alsina tiene como brújula una experiencia de vida que marcó para ella y para su familia un antes y un después. Fue cuando, cinco años atrás, su sobrina Simona fue diagnosticada con cáncer. Casi sin quererlo fue la pequeña quien le enseñó a diseñar la fórmula (que explicó en una charla TED en los Estados Unidos) que hoy comparte con el universo y que dirige su quehacer.
"Una de las herramientas que nos ayudó a trascender el dolor fue el arte de Simona. Ella desde chiquita, tenía dos años en el momento que pasó su cáncer, nosotros le comprábamos muchísimas pinturas y empezó a pintarme la cara, los brazos, el cuerpo, todo".
"Se pintaba las cicatrices de la panza y, a partir de eso, hoy mis prendas tienen un arte que se llama kintsugi, que viene de Japón, donde creen que si vos sos capaz de volver a unir esas piezas y en las grietas le ponés oro, metales, colores, es mucho más hermoso eso que se rompió y que se volvió a unir".
"Por eso mis prendas están intervenidas así, las pintamos con ella, con Anita, que es su mamá. Hoy Simona tiene 7 años, un gran número. Tenía dos y la verdad que toda su batalla con el arte, creo que nos pinceló mucho la vida y nos enseñó mucho, mucha conciencia, mucho sentido".
A partir de la batalla de Simona, tanto Sol como su familia reivindicaron el sentido de la vida: "Para nosotros cada detalle tiene sentido, cada mirada, cada pestaña, vos me venías el ojo y permitir un sentido. Me decís 'hola, cómo estás' y para mí es un montón. ¡Y lo voy a valorar tanto! Eso nos enseñó Simona, conciencia".
"Mucho que conocemos las batallas mutuas y esa vulnerabilidad es lo que determina, después, abriéndote puertas. Cuando se cierra una puerta, yo siempre volví y me compré el edificio entero. Así que hay que pensar de esa manera y respetar el proceso".
"Todos venimos desnudos y nos vamos de la misma manera, no nos permiten llevar un container. Es la presencia en cada momento y cuál es el sentido de nuestras acciones, porque eso es lo que te hace rico".
Ph: Diego García @fotos_diego
Video: Candela Petech @ph.candela
Producción: Lucila Subiza @lucilasubiza
