"María Laura, María Emilia y María Eugenia, las Trillizas de Oro, bienvenidas a Protagonistas Para Ti, qué lindo, qué lujo y qué placer tenerlas conmigo", saludó Priscila Crivocapich a las hermanas Fernández Rousse, en una entrevista donde hablaron de todo.
Casadas desde hace 4 décadas con los ex polistas Ernesto Trotz, Clemente Zavaleta y Horacio Laprida, madres de diez hijos entre las tres y abuelas de 18 nietos, con el número 19 en camino, las hermanas no evitaron ningún tema de los muchos que propuso Priscila Crivocapich.
Priscila: "Ya me estaba riendo desde antes que arranquemos la entrevista porque yo llegué y había mucho silencio en el estudio. Dije qué raro, están la chicas o no están las chicas. Bueno, sí, están las chicas y vi que hay una de las tres que es como más mandona ¿o me equivoco…?
Todas: Es "la trilliza" (señalando a la del medio).
Emilia: Soy yo, la original (risas). Dicen que soy "la trilliza" porque son dos vagas, yo manejo muchas cosas, todo lo tiene que hacer Emilia, esto lo hace, esto lo otro, y todo gratis obviamente…
Laura: Igual hay situaciones donde a una se le desarrollan sus habilidades mucho mejor que en otras, o sea, por ejemplo, Emilia tiene ciertas situaciones donde yo o Eugenia la buscamos. Pero después hay otra situaciones donde no la queremos ni ver, entonces sale la otra que lo hace bárbaro y así con la tercera.
"Eugenia es muy real, ella te va a decir la justa, Emilia es intensa y Laura es la mediadora"
Priscila: Una virtud y un defecto de cada una.
Eugenia: Y la virtud, yo no voy a decir mi virtud...
Emilia: No, lo digo yo. La virtud de Coca es que es muy, muy real. Cuando pasa algo, ella te va a decir la justa. La virtud. El sin filtro a veces cae mal, pero por eso uno va justamente a ella y te canta la justa.
Eugenia: ese es el defecto que tengo exactamente, no tengo filtro.
Laura: Yo, de Emilia. La virtud es que es lo más generoso que hay, en todo sentido, en palabras, en actitudes, en billetes, ella es lo más generosa. Y el defecto, y hay que padecerla en esa cosa que saca, que es intensa.
Emilia: Soy intensa, lo manejo muy bien, a mi edad estoy sorprendida, porque lo manejo mucho más que antes.
Priscila: ¿Has ido evolucionando?
Emilia: Sí, soy más intensa, en algunas cosas (risas).
Eugenia: Y Laura es la mediadora en muchas cosas, no porque haya nacido en el medio sino porque es una mediadora, es una persona que justifica, no critica, siempre hay que escucharla porque algunas veces tiene razón. Y el defecto es que justifica (risas).
"Laura era la única que estudiaba así que daba exámenes por las demas"
Priscila: Ahora si volvemos a la época en donde ustedes eran más jóvenes… alguna anécdota en donde me puedan contar alguna picardía, que se hayan cambiado los roles, que se hayan cambiado los nombres…
Todas: Siempre nos cambiábamos.
Emilia: En el colegio. Siempre usábamos mucho eso en el colegio. Laura era la única que estudiaba entonces daba tres veces matemáticas, tres veces inglés, era una genia, la amábamos. Nosotros dábamos actividades prácticas.
Eugenia: La anécdota es que pasaba a dar los orales, pasaba por mí y se sacaba 8 por mí.
Priscila: ¿Pero no había nada que las delatara?
Emilia: No, no, éramos iguales, íbamos a un colegio religioso todas teníamos el mismo uniforme, todas las vinchitas, el pelito atado, imagínate que las profesoras con 40 que éramos, terminaba el curso y no sabía quién era… Lucía...
Eugenia: Eran parecidas las compañeras nuestras con nosotras, imagínate nosotras tres. Entonces ella pasa por mí y saca 8, cuando la llaman a ella saca 6 de los nervios que tenía.
Laura: Una caradura, hoy no lo haría.
"Somos muy diferentes, lo que pasa es que estéticamente la gente no lo puede creer"
Priscila: ¿Y con los novios?
Emilia: Cuando hubo novios fue porque queríamos, pero cuando hubo salientes… y si. Por ejemplo Eugenia o yo me estaba bañando y Eugenia me dice 'ay está Federico que fiaca…' 'No te preocupes, lo atiendo yo', bajaba y le decía qué querés Federico. Después volvía y le decía, no te preocupes, no te va a llamar más.
Esas pequeñas picardías hasta que llegó "el personaje". Aunque hay una anécdota que el novio marido de ella (por Eugenia), un día se equivocó. No la besó pero la agarró de atrás y dijo "uy". Y yo dije o se desenamoró de mi en diez minutos o se confundió. Y se había confundido.
Priscila: Y hasta cuánto tiempo les pasó eso?
Emilia: ¡Mucho! Hasta el año pasado (risas). No, no, después nos reconocieron, después salíamos y todo.
Laura: Además somos tan diferentes que el gusto de un marido, en esa época novio, no le gustaba una, le gustaba la suya.
Emilia: Además los tres maridos son distintos, ahí te das cuenta los gustos de cada uno.
Priscila: Eso es bueno...
Eugenia: En algún momento nos identificaban por los maridos o sea, vos sos Eugenia porque estás con Horacio.
Emilia: Además por suerte nunca nos gustó el mismo chico. No nos peleamos nunca por el mismo chico, nunca.
Laura: Somos muy muy diferentes, toda la vida. Lo que pasa es que estéticamente la gente no lo puede creer, pero somos muy diferentes, con gustos totalmente diferentes, personalidades diferentes.
"Julio Iglesias nunca nos confundió. Y sí, hubo un 'crush' con Laura"
Priscila: Alguien que leí que logró distinguirlas, pero desde el vamos fue Julio Iglesias…
Laura: Obvio… Pero nos empezó a distinguir estéticamente, porque porque al principio si vos no hablas ni nada, no te das cuenta, quién es uno y quién es otra, que es a donde nosotros apuntamos de toda la vida con alguien entendés. Pero sí, bastante fisonomista.
Hay personas que, es el día de hoy, mujeres o hombres, dicen es que son las tres iguales, nunca las pude identificar. Entonces nosostras decimos, pero si te fijás bien. Entonces nos dicen pero las tres juntas es más fácil, pero cuando están separadas no tengo la segunda o la tercera para identificar…
Emilia: Julio nunca nos confundió, de entrada cuando nos vio, le dijimos Eugenia, Laura y Emilia. Nunca nos confundió.
Priscila: ¿Y tuvo ese enamoramiento?
Emilia: Sí, un crush como dicen.
Laura: Que se yo. Yo después me enteré.
Priscila: Ah, ¿no fue en el momento?
Laura: En el momento que el se haya enamorado puede ser…
"Nosotras teníamos 18 años y él (Julio Iglesias) era un señor de 36, era un amor mucho más platónico"
Priscila: Bueno, en esta parte de la entrevista, te dejo a vos y charlo con ella…
Laura: Ya estoy en la entrevista así que no pueden decir nada, porque les divierte un montón.
Emilia: Es que ya caducó. Imaginate el señor, que es amoroso tiene 80 años chicos. Ya está, evidentemente no pasó nada, pero sí pasó porque a él sí le gustaba mucho y es verdad, cuando pasan esas cosas… Nosotras teníamos 18 años y él era un señor de 36, era mucho más platónico.
Eugenia: Era mucho más platónico de él con respecto a ella. Nosotras nos enteramos que fue tan fuerte porque después hubo un libro del representante de Julio que se llamaba Alfredo Fraile. En uno de los capítulos habla de cuando Julio cantó con nosotras durante dos años y sale el tema de la preferencia de Laura, del enamoramiento.
Priscila: ¿Y en ese momento él se los hacía notar?
Laura: Y con actitudes sí, la diferencia que había era…
Emilia: Callate la boca vos, pero si tenía más edad para levantarse a la vieja que a nosotras (risas).
Eugenia: Pero si mamá estaba casada, vos no estabas casada…
Priscila: Mamá debe haber sido tan mona…
Todas: Monísima.
Emilia: Pero bueno fue platónico.
"Laura era la única que lo escuchaba a Julio (Iglesias) y él le daba bolilla a ella"
Priscila: Pero ¿qué diferencias hacía?
Laura: ¿Sabés cuál era la diferencia? Yo era la única que lo escuchaba cuando decía algo, estas decían nahhh y se iban. Y yo me quedaba para escucharlo si estaba nervioso, tenía esta o la otra canción, esa era la diferencia.
Emilia: En realidad, le daba mucha más bolilla él a ella cuando comentaba algo importante del show, la escuchaba. Le prestaba atención. Lo que decía Laura era palabra santa.
En un momento dado había una canción muy famosa en esa época que se llamaba "I Love Just The Way You Are", de Billy Joel, hizo una entrada de un saxo tan divertido y tenía una manera de cantar este señor con un sistema que no lo tenía Julio. Julio era muy melodramático y el amor el amor…
En cambio el ritmo de esta canción hizo flash. Y Laura, como un comentario le dijo "Julio, mira esta canción, qué bueno sería que hicieras una canción con este ritmo". "Bien, Laurita", dijo. ¿Cuánto tardó?
Eugenia: Un mes.
Emilia: Y sacó una canción que llamaba "Pregúntale", googleenla por ahí debe estar. Y la letra también es muy linda. Y tiene exactamente el mismo ritmo y el saxo.
Laura: Me hizo caso…
Priscila: ¿Y te dedicó alguna canción?
Laura: No, nunca.
Emilia: Le tiraba flores en el show. ¡No sabés si no te dedicó alguna! ¡Nunca se lo dijo!
"Obvio que no pasó nada, fue un amor platónico el de Julio Iglesias con Laura"
Priscila: Tal vez a ella le da timidez contarlo, pero pasaron tantos años… Y uno no puede hacerse cargo de lo que le siente el otro para con uno…
Laura: No es que me de timidez. Lo que pasa es que hay muchas cosas que no pasaron. No te digo el teléfono descompuesto, pero con el paso de los años, a veces uno dice que no pasó tanto, pero después se lo cree, entonces queda como el latiguillo.
Emilia: Obvio que no pasó nada pero fue un amor platónico.
Priscila: Me imagino que la debe hacer malcriado más a ella que a ustedes…
Eugenia: Sí, venía Laurita sentate acá.
Emilia: Pero ¡obvio! Iba en primera clase y nosotras en turista (risas).
Laura: ¡Ni en pepe! Yo con el miedo que le tengo al avión prefiero ir bien adelante, para estar bien cerca del piloto (risas).
Eugenia: Julio siempre le tuvo miedo al avión también.
Priscila: Ah, ¿compartían eso?
Emilia: sí, compartían eso, nosotras nada (risas) Muy generosa Laura… Pero fue una época muy linda nuestra, fue un proyecto que tuvimos internacional increíble. Porque a partir de ese momento nos contrató un productor indonés, hicimos una gira mundial, nosotras solas con un tema que fue número uno en Japón. Quince días comiendo banana, porque no nos gustaba la comida japonesa, cantando exactamente la misma canción. Te estoy hablando de hace exactamente …
Eugenia: Fue en el año '81 y cantamos todo en inglés y cantábamos siempre la misma canción "I Like Your Love", había temas mucho más lindos, pero a la gente le gustaba ese, en Japón.
Priscila: Me imagino ustedes rubias, de ojos claros en Japón…
Emilia: Era como traer tres japoneses acá, es lo mismo, si son todos parecidos … (risas). Estuvimos en Berlín, estuvimos en Amsterdam, fuimos número uno con otro tema, eso nos hizo un proyecto internacional increíble y fue realmente gracias a Julio Iglesias porque él no nos abrió las puertas.
"La vigencia se mantuvo porque a la gente le gusta mucho nuestra vida familiar"
Prisicila: Entraron por la puerta grande. Y cómo fue eso porque ustedes arrancaron con él y nunca más frenaron y al día de hoy siguen siendo un éxito, son muy queridas por la gente, por los chicos, por las diferentes generaciones, ¿que sienten que tuvieron para que eso continúe?
Eugenia: Mira no sé, a la gente también le gustaba mucho nuestra vida familiar. La gente se metió mucho y compartía los partos, como ellas también compartieron los partos con nosotros. Entonces esa adoración por la parte profesional era muy similar a la parte familiar. Entonces la gente se identificaba mucho, la gente en algún momento pensaba y le gustaba más la vida familiar que la vida profesional nuestra. Le interesaba mucho más, si estábamos cuantos chicos…
Emilia: Generalmente nosotros habíamos dejado un poquito lo que es la profesión porque claro, al tener marido, tener hijos, viajaban nuestros maridos porque todos jugaban al polo, entonces nos metimos más en la vida familiar, pero todas las revistas que nosotros estábamos adentro o en la etapa, había una revista que se llamaba revista La Revista, cada vez que nosotros paríamos, había una tapa, embarazada, una tapa.
Entonces la gente nos siguió, pero después nosotros dejamos un poquito la vida familiar y empezamos a incursionar en los chicos, en todo lo que era programas para chicos y ahí seguimos, pero no fuimos un grupo que todos los años hacíamos algo.
Eugenia: Era rarísimo. Hacíamos teatro, por ejemplo, en un año donde no hacíamos televisión y llenábamos el teatro en vacaciones de invierno y no habíamos hecho televisión.
Emilia: Y hacíamos dos semanas de vacaciones de invierno y después nada, después viajamos con nuestros maridos, es rarísimo, es increíble.
Laura: En ese momento en todas las revistas, porque ahora ya tenés otro tipo de comunicación por medio de las redes, pero las revistas siempre nos convocaban. Los programas de entrevistas que había muchos, los de Susana, los de Mirtha, siempre querían que fuéramos con algún chico. O sea que verdaderamente el interés y la gente quería saber qué es lo que pasaba con las trillizas a pesar o además de la profesión.
Trillizas en redes sociales: "A la gente le interesa ver posteos con nuestras familias"
Priscila: ¿Y hoy cómo son ustedes con las redes sociales?
Laura: A mí me divierte. Me están agarrando en una edad grande, entiendo a las mamás de hoy, lo peligroso que es con un chico chiquito que se cree todo lo que ve. Nosotros ya no creemos nada y lo que creemos más o menos, pero yo estoy re divertida.
Priscila: ¿Ustedes qué comparten? Le muestran a la gente lo que compartían en ese momento con las revistas?
Emilia: No. Mostramos lo que nos pasa ahora. Porque no es que no nos interesa mucho que la gente sepa qué, pero es una manera de seguir vigentes, porque nosotros en este momento no estamos en pantalla y no estamos haciendo nada en televisión, ni en teatro y sin embargo, tenemos muchísimos seguidores.
Pero es increíble porque cuando nosotros mostramos algo en el Instagram de nuestra profesión, a la gente le interesa. Pero si, por ejemplo, mostramos el cumpleaños de un nieto, tenemos mucha más vistas, es increíble. O un posteo de la familia, porque la gente realmente le interesa. Ojo, a mí me pasa lo mismo. Yo tengo mucha gente que sigo, de acá, del exterior y me re divierte con el backstage que hacen, más que lo que van a sacar.
Eugenia: Pero yo creo que el Instagram en ese sentido es así, Emilia.
Priscila: porque le da la cercanía de sentir que las conocen…
Laura: La cercanía de la diaria, que siguen con nuestros nietos, porque nos seguían con los hijos, con los maridos, de novios, nos siguen con los nietos, le encanta cuando sale mamá, tiene razón, Eugenia el instagram, es más es casual.
Es lo cotidiano, pero la gente le gusta, le gusta que estés en jean y sin maquillaje. Y a nosotros nos encanta. Como dice Emilia, me actualizo muchísimo, porque uno pone la televisión diaria no tiene tanto así como para divertirte con ficciones, qué sé yo o algún programa de entretenimiento. A mí me actualiza y me divierte un montón. Pero te vuelvo a repetir reconozco que esa tecnología que nosotros manejamos, tenemos otros tiempos para manejar no es el manejo de los chicos chiquitos sus nietos.
Emilia: Y tenemos otra cabeza para afrontar un mal comentario.
Laura: ¡Yo los borro querida!
"Nosotros somos más que hermanas. El ser trilliza no es una hermana igual a otra"
Priscila: ¿Qué es lo lindo de ser tan familieras y de compartir tanto con sus tres familias y con su mamá, por supuesto y por ahí lo negativo de estar tanto juntos?
Laura: Mirá, Eugenia dijo algo una vez, que la familia y con todos los problemas que uno puede llegar a tener, porque nosotros no demostramos los problemas, pero los tenemos. Y situaciones y cosas que nos han pasado... Entonces yo digo que a veces en familia vinculada bien, divirtiéndonos, cuando pasa algo algo divertido, eso se potencia en la familia. Se comparte una barbaridad. Y lo triste también, esa es la buena inversión de hoy.
Priscila: Tienen como una re linda unión.
Eugenia: Sí, eso lo vemos con los chicos nuestros. Porque nosotros somos más que hermanas. El ser trilliza no es una hermana igual, o sea, como un varón. Es distinto. Inconscientemente criamos a nuestros hijos así, más que primos y estos hijos que tienen nuestros hijos, que son primos, tienen sus hijos que son más que primos, entonces estamos viendo que inconscientemente para bien, es una tribu, la palabra es una tribu.
Priscila: Y recién decías que ser trillizas, es más que ser hermanas. Ahora me van a explicar por qué, pero vieron que siempre se dice que lo que le pasa a una, lo siente la otra…
Emilia: No, no. Pero pero fijate cuando hay profesiones y hay cantantes que son hermanos y duran muchísimo más que si no son hermanos, Bee Gees por ejemplo, se murieron pero siguen juntos.
Lo mismo en los deportes. Los Jackson, los Jonas Brothers, siguen juntos, se separan a veces, pero vuelven. ¿Por qué? Porque al mirar, uno ya sabe cómo va a enfocar la canción, cómo va a vocalizar y qué es lo que va a pasar.
Eugenia: como una simbiosis...
Emilia: Nosotros tenemos muy buena a capella. Nosotros cantamos muy bien, pero porque tenemos ese feeling que no lo tienen amigos amigos, y tampoco hermanos que no son tan tan unidos como nosotros, que somos trillizas.
Laura: Pero no es que yo le pellizco a ella y Eugenia lo siente. ¡Nada que ver!
Emilia: Justamente cuando una está bajoneada me llama a mi y yo la levanto el ánimo.
Laura: Igual estamos pasando un momento, ¿viste los dos viejitos de Los Muppets? Tenemos un aspecto joven, pero el riñón y todo tiene la edad que tenemos nosotras y lo aceptamos y nos parece bárbaro. Pero estamos pasando por una edad que a las tres nos pasa todo, todo con poca paciencia. Mamá, cuando nos juntamos las tres, se tiene que levantar, dice "No hay un momento en que no se peleen!".
Priscila: Pero no pelean, discuten. ¿Siempre fueron de discutir?
Emilia: No, no, cuando éramos chicas nada. Pero ahora protestamos, tenemos los mismos gustos, poca paciencia y la edad es fundamental. Porque cuando una pasa una determinada edad, los 40 como nosotras (risas), te empiezan a molestar las cosas, el marido, la casa, los hijos. Pero es normal, pero es físico o químico, y como somos tres, nos molesta todo al mismo tiempo a las tres.
Eugenia: Pero no digas pelear, es discutir.
Emilia: Cuando discutimos nuestros hijos que nos están mirando, nos dicen: "Ay, están así, ¿no?". Y a los dos minutos y medio vamos al super juntas, o sea, nunca dejamos de hablarnos. Son esas pequeñas discusiones, normales de la edad.
"Tenemos buen humor y nos potenciamos cuando estamos juntas"
Priscila: Pero igual lo que tienen y lo que transmiten, y yo creo que es lo que traspasa la pantalla y traspasó siempre es la linda energía que tienen, más allá de discutir o de las formas o de lo que hacen, todo lo hacen como de una manera graciosa…
Emilia: ¿Es que sabes qué pasa? Tenemos buen humor. Yo tengo seis nietos, el último mío, que gracias a Dios tiene buen humor porque se llama Enero, ¡Enero! Va a cumplir un año ahora, es el hijo de Sonia, tiene buen humor. Es un chico que se levanta, aunque duerma dos horas está sonriendo. Va con vos conmigo, eso es fundamental.
Laura: En todo, en hombres y en mujeres y nosotros además de ser positivas, tenemos buen humor.
Eugenia: Y aparte nos potenciamos cuando estamos las tres juntas, nos potenciamos en todo. Yo soy divertida, pero con las chicas soy más divertida. Cuando yo entro en un lugar, no tengo la misma energía cuando yo entro con las dos.
Laura: ¡Pero eso no quiere decir que no podamos movernos solas!
Eugenia: Pero se potencia cuando estamos las tres juntas.
El perfume y otros proyectos que vendrán
Priscila: Y hoy tienen algún algo algún proyecto que vayan a hacer juntas?
Emilia: Mirá que lindo: es un perfume. Esto fue una idea de Sonia (Zavaleta), de mi hija más chica y de Paulina (Trotz) y de todo el entorno, Paulina es un amor. Y dijimos bueno, empecemos con un perfume, ay, te parece y cómo hacemos para elegir el perfume porque no es fácil, es un aroma decis qué ponemos…
Priscila: ¿Usaban perfumes parecidos?
Emilia: Yo no, porque soy una mujer que cuando me visto, salgo y digo me olvidé de ponerme perfume, yo no soy la que uso realmente perfume. Laura sí.
Laura: Yo sí, de toda la vida de toda la vida, de todos los colores, tamaños, los frascos, pero en invierno uso en verano, no?
Emilia: Y siempre siempre la misma fragancia, entonces yo digo wow. Qué increíble, ¿no?. Será bueno, será malo y nos juntamos hace un año y medio en un laboratorio y el problema era cuál era la fragancia. Primero si nos íbamos a poner de acuerdo. No sabes lo que eran las reuniones… desastres.
Eugenia: Porque uno era cítrico, otro floral, otro muy dulce, muy de invierno, no queremos muy de verano, pero queremos que nos quede y bueno, el perfume muy dulce a mí no me gusta…
Laura: Teníamos que elegir uno que nos representará a las tres porque vos me decís elijo el de Laura que se llama Laura ya está, olvídate. Pero como había que representar a las tres, teníamos que ponernos de acuerdo.
Emilia: Y vos sabés que oh sorpresa: Eugenia, en unos días maravillosos, intelectuales, luminosos,
eligió las tres fragancias que tiene este perfume.
Priscila: ¿Lo puedo oler?
Emilia: Por supuesto.
Laura: Primero que el perfume se llama Tres, en números romanos.
Emilia: No fue difícil elegir el nombre, sí fue difícil elegir la etiqueta, cómo lo íbamos a poner, es iris, sándalo y ámbar. Y Eugenia eligió una especia que es riquísima. Huele muy rico.
Priscila: No es tan empalagoso como otros perfumes... Es un perfume que re usaría.
Laura: Igual es un piletazo porque hay personas que le gusta uno u otro.
Emilia: Es un proyecto que realmente nos gusta a nosotros para seguir con otro proyecto, siempre basado en los perfumes, en las fragancias…
"Señora, nosotras no vamos a la peluquería, no nos hacemos color, este es nuestro color natural"
Priscila: ¿Les gusta la parte de la estética?
Emilia: Tenemos un producto que vamos a sacar, que es un producto de pelo. El producto de pelo que nosotros usamos. Porque nosotros, señoras, no vamos a la peluquería, no nos hacemos color, es nuestro color natural. Que mantenemos con un producto americano que lo vamos a poner acá. Pero es para las rubias, no para las morochas.
Laura: Es un spray que funciona con el sol.
Eugenia: Pero es para las rubias, no es para las morochas.
Priscila: ¿No tienen canas?
Laura: No. Pero mamá desde los 25 años que tiene canas, que se tiñe, nosotras no. Pero mi papá tenía muy poco pelo pero negro, morochos.
Emilia: Nosotras no tenemos canas, entonces vamos a proyectar, después del perfume todos estos productos, cremas, y este del pelo.
Eugenia: Ojo, no es una tintura. Es un producto natural que usamos hace 40 años. Si hubiera sido una tintura yo creo que el pelo lo hubiera notado, lo hubiera sufrido.
Laura: Y funciona con algo natural que es el sol.
Emilia: Y además tenemos un país donde el sol está todo el año, porque esto también funciona en invierno, no solamente tenés que ir a la playa. El sol nuestro quema todo el año, y daña todo el año. Pero bueno es así, pero tenemos mucho sol, entonces funciona con sol.
"Vivimos en una época donde se usaba tomar sol, muchísimo y sin cremas, sin protección"
Priscila: ¿Y hoy de más grandes se están cuidando más del sol o no?
Emilia: Vivimos en una época donde se usaba tomar sol, muchísimo y sin cremas, sin protección.
Eugenia: Cuando cantábamos con Julio -que Julio si nosotras somos fanática del sol, él era super fanático-... Me acuerdo cuando nosotros hicimos la temporada del Mundial 78, que lo hicimos todo el mes en el Opera y aparte hicimos todas las sedes de los partidos cantando con él. Julio venía de España pero había estado un tiempo en Guatemala, en Miami, que no podía tomar sol, paró tres días en Río de Janeiro para estar quemado para el show.
Emilia: Y usaba un pote así de crema Eutra se llamaba, que era manteca pura. Era una cosa… En esa época se usaba.
Emilia: Ahora los chicos piensan de otra manera, cosa que me parece espectacular, hay más conciencia porque el sol de hace 40 años no es el sol de ahora. Ahora se usa menos, lo que pasa que nosotras, siendo rubias y de ojos claros, siempre en invierno un rayo de sol, te da un poquito de vida, porque si no somos verdes.
Eugenia: Y por la actividad que tenían nuestros maridos, que justamente el polo se juega en lugares de verano. Entonces como 20 años seguidos que nosotros los inviernos no los pasamos. Ahora sí podríamos haber estado con sombrero y con remeras, porque ahora se usa mucho, pero antes viste, te gustaba el sol.
"Laura ha tenido la oportunidad de conocer a Lady Di, a la reina, el príncipe Carlos…"
Priscila: ¿Qué es lo que más les gustó de la actividad de sus maridos, de vivir la vida del polo?
Eugenia: Los viajes.
Emilia: Y conocer a gente realmente muy interesante. Laura ha tenido la oportunidad de conocer a Lady Di, a la reina, el príncipe Carlos…
Laura: Bueno, uno cuando se casa se aggiorna a la profesión del marido, tanto sea ingeniero, médico o que tenga una pyme, en el caso mío y de las chicas, irnos, al principio era todo bárbaro, pero cuando los chicos empezaron…
Priscila: ¿Viajaban más o menos parejo?
Laura: Parejo, porque la temporada de polo va de mayo a fines de agosto, pero a distintos lugares, estábamos todas afuera, yo decía pobre vieja que de tenernos a las 3 después no estuvimos nunca no, pero mamá viajaba mucho. Entonces al principio es muy divertido los chicos chiquitos, pero cuando los chicos empiezan a ir al colegio, en esa época no había el internet donde te aggiornan, te mandan todo. No.
Yo viajaba con una valija entera de libros y los tenía que sentar, hacer de maestra de nuestros hijos. Nos pasábamos meses meses meses y pagábamos todos los meses el colegio y bueno, ahí es donde si teníamos la suerte, como fue en mi caso de tener chicos aplicados, donde tenía que armar un cuarto como un aula y no había maestra, tenía que ser yo, perfecto. Pero había materias que yo no…
Eugenia: Pero contá las cosas divertidas, no cuenten las pálidas… Jugaba con el príncipe Carlos, estaba Lady Di, con la reina, con Sarah Ferguson…
Laura: En la época que estabámos nosotros, el principe Carlos jugó dos años como sponsor y ya el tercer año se cayó y nunca más lo dejaron jugar. Entonces jugaba prácticas muy privadas, ahí estaba también (Ernesto) Trotz y todo. Pero te digo que hoy y en lo que yo viví, de tener un marido en donde llegó al top, pero al llegar al top también te exigen ganar, entendés. Entonces había ciertas situaciones en donde no estábamos muy relajados todos. Me brindó una vida divina…
Priscila: La vida del deportista y la exigencia que supone no?
Laura: Yo lo pude acompañar mucho tiempo, después no tanto, él se pasaba meses afuera y yo me quedaba acá con los chicos decidiendo por teléfono... Tiene sus cosas esta vida, yo me pude organizar, en algún momento ellas no se pudieron organizar más y dijeron hasta acá llegamos, pero yo no lo pude decir. Hoy por hoy tengo un marido que sigue enganchado con el polo, entendés, entonces esas cositas en donde vos decís bueno, tengo una edad en donde podemos ir juntos…
"Los polistas viven en familia y hacen un deporte donde toda la familia va donde labura el papá"
Priscila: Claro, pero le sacas esa parte y qué hace...
Emilia: Ella te contó la pálida, yo te voy a contar mi experiencia, mis hijos tienen muchos amigos franceses, son chicos de padres diplomáticos. Entonces la cabeza de estos chicos 'open minded' como dicen, sufren porque cuando empiezan a hacerse amigos en Francia, vuelven a Buenos Aires y después de Buenos Aires vuelven a California.
Pero lo bueno de hoy es que los chicos saben tres idiomas, tienen amigos, saben estar con gente en Francia, con gente acá, entonces eso es lo bueno. Y además que también deben coincidir Eugenia y Laura, su papá siempre estaba con ellos. Porque los polistas viven en familia y hacen un deporte donde toda la familia va donde labura el papá.
Por ejemplo ellos van a las caballerizas a la mañana y todos los almuerzos son en familia, porque descansan y después vuelven a jugar después a la tarde si hace calor recién a las 7, pero están siempre con su papá y con su mamá y eso es bueno, es muy familiar.
Por eso muchos hijos de polistas juegan al polo, porque viven esa vida, se crían entre caballos y es muy sano. Y a nosotros nos ayudó mucho en la vida, donde vivíamos nosotros y las noches que nosotros teníamos de que hay no vienen, que no tomen y con quién van a volver, porque los chicos al otro día, como eran deportistas, tenían que levantarse temprano, y hacer la cama de los caballos, ponerle las vendas a los caballos y jugar.
Priscila: Se relacionaban con lo sano, con el deporte…
Emilia: Con lo que tenían que hacer. Entonces eso a nosotros, por lo menos a mí, la verdad que nos sirvió. Qué bárbaro, qué suerte, un solo hijo varón, pero cuando quiso salir ya era un chico responsable con 19, 20, 21 años, que ya tenía su profesión.
Eugenia: El deporte es muy importante, mucho más ahora...
Priscila: ¿Y eso se lo transmitieron a sus hijas también?
Emilia: Ahora sí hay muchos equipos de mujeres polistas, hay un montón, es increíble.
Eugenia: El polo es un deporte tipo machista. Ahora no. Pero es un deporte que para mí, me parece, te digo que la mujer no tendría que jugar tanto al polo, ¿no? Porque yo no lo veo tan femenino. A mí no me gustan los caballos, no lo veo tan femenino, que pueda jugar es otra cosa.
Priscila: Pero hoy los deportes se han equiparado, antes no se jugaba femenino y hoy se juega parejo…
Emilia: Pero yo lo veo también desde otro lado, ¿eh? Cuando vos te dan una patada jugando al fútbol, ay. Pero cuando te dan un tacazo en el ojo, sos una mujer, te puede sacar el ojo. Es un deporte extremo, yo lo digo por estética. Y es peligroso.
Priscila: Bueno sus hijas salieron artistas…
Emilia: Sí, artistas, modelaje, cantantes, por suerte.
Las trillizas y sus matrimonios: "¡El de Eugenia es el mejor!"
Priscila: ¿Y si me tienen que decir un secreto para haber sostenido los tres matrimonios durante tantos años?
Laura: Vos sabes que en mi matrimonio, gracias a las crisis entre comillas, resurgimos y siempre estamos como aggiornándono. Porque no es que fue una cosa todo de que igual igual, no. Altos y bajos altos y bajos y yo creo que los bajos, están buenas las reconciliaciones y de ahí arrancamos de cero.
Emilia: Son muchos años que tenemos, por lo menos yo de matrimonio, voy a cumplir 43. Mucha paciencia, mucho remo, que hoy no es lo que se ve en los otros matrimonios. Porque hay que bajar la cabeza, uno de los dos tiene que bajar la cabeza.
Pero yo hay algo que pienso mira Dios fue perfecto, pero se equivocó en una cosa: en no darnos otra vida. Porque con la primera vida uno hace cagadas, entonces digo qué horror vamos a mejorarla. Y en la segunda decís voy a hacer las cagadas que no hice en la primera, eso es lo que pienso. Priscila: Igual tenés mucha vida por delante para seguir… (risas).
Eugenia: Yo sigo enamorada de mi marido, mi marido sigue enamorado de mí, hemos pasado cosas juntos, muy fuertes, que ahora lo estoy descubriendo que si no hubiera tenido una base muy fuerte se hubiera todo ido a la miércoles. Pero no he tenido muchas crisis, no he tenido crisis, por eso no me gusta hablar de mi matrimonio porque vas a decir ah es perfecto.
Emilia: Pero de las tres, es el mejor matrimonio, sorry…
Laura: ¡De la puerta para afuera!
Los secretos de las Trillizas para una noche de sexo
Priscila: Ahora les voy a preguntar algo de la puerta para adentro porque tengo que cerrar
con la pregunta para ti y ahí también voy a ver qué diferencias me dicen cada uno a ustedes, ¿cuál es el básico de María Laura, María Emilia y María Eugenia para una noche de sexo? Ojo delante de mamá qué contestan…
Emilia: No me hagas contestar esta pregunta…
Laura: Limpitos como digo yo, él sabe por qué digo limpitos y empezar en un sofá.
Priscila: ¿Y dónde terminamos? Bueno no se sabe...
Emilia: Yo paso. Porque la gente no va a estar preparada para lo que tenga que decir así que hablá vos.
Eugenia: Una noche de sexo con mi marido ahora no es en la cama.
Priscila: Gracias, chicas, un placer.
Fotos: Christian Beliera
Producción: Marité Rizzo
Videos: Miranda Lucena
Maquillaron y peinaron: @sebastiancorreaestudio)
Ropa: Natalia Antolín (@nantolin) y Paula Liarte (@liartepaula). Zapatos (@fiskynzapatos) y (@laliramirez.ok).
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