Elisabeth Moss vive uno de sus mejores momentos como actriz y desde hace varios meses también despliega todo su talento dirigiendo y produciendo la serie que protagoniza.
"El cuento de la criada", que acaba de estrenar su cuarta temporada por Paramount +, contó con su participación detrás de cámara, gracias a los cambios que la productora tuvo que hacer de cara a la pandemia.
Elizabeth Moss comenzó a actuar a los 8 años sabiendo que la actuación era lo que quería hacer. EsSerá por eso que le pone mucha pasión a lo que hace, sea cual fuere el rol que le toca interpretar. Según sus dichos, le da igual interpretar a mujeres cotidianas o superheroínas: “Lo que he aprendido en estos 32 años de carrera es que hay oportunidades que no podés dejar pasar”, afirma la actriz de 38 años.
Por "su" June Osbourne Moss recibió los premios Emmy y Globo de Oro. Pero no solo por este último protagónico fue reconocida: en "Mad Men" encarnaba a la audaz Peggy Olson que le valió dos SAG Awards y un Globo de Oro, así como alzó dos Globos de Oro por el personaje que encarnaba en "Top of the Lake", la inspectora Robin Griffin.
Elizabeth sabía que encarnar a uno de los personajes principales en la adaptación de la novela de Margaret Atwood era una oportunidad que no podía dejar pasar. “Siempre recordaré a Peggy y me encantó el papel de Becky en "Her Smell" y el de Cecilia en "El hombre invisible". Pero June ocupa un lugar muy especial. “Me inspira su valentía y su humanidad además de su lucha por aquello que más valora, su libertad”, describió en una entrevista con el diario español "El País".
“La serie cambió mi vida de una manera importante cuando me invitaron a ser productora”, recuerda quien ahora está al frente de su propia compañía de producción, Love & Squalor, y pasó lo peor de la pandemia realizando reuniones virtuales.
Su salto a la dirección también está de algún modo relacionado con la pandemia. Durante un rodaje complejo como el de la cuarta temporada -restringido por normas de seguridad para evitar el contagio- hubo que hacer cambios para reducir el número de personas durante la filmación, con lo cual le dio pie a Moss para hacer realidad su deseo de trabajar detrás de las cámaras.
La actriz rankeada -según Variety- entre las 500 personas más influyentes en Hollywood mantiene casi en secreto su vida privada. “Una vez que decís algo, ahí queda. Sería un error de principiante”, se limita a decir en cuanto se aborda algún asunto personal. Por ejemplo, nunca dio detalles de su pertenencia a la cienciología, a la que se sumó muy joven y de la que nunca habla aunque fue descrita como "un miembro ejemplar".
En varias oportunidades se manifestó públicamente en apoyo al movimiento #MeToo y también mandó un mensaje a la cultura del patriarcado con un enigmático “off” en la suela de los zapatos con los que subió a recibir uno de sus múltiples Emmy.
Según su propia visión, no hay contradicciones entre sus creencias y la libertad que defiende su personaje. “Nuestra serie no habla de política, no está sacada de los titulares. Margaret escribió el libro en 1985 y fue tan relevante entonces como lo es ahora porque habla de unos personajes que se sienten humanos, habla de madres, hijas, amigos, hermanos, enemigos, compañeros. Lo que importa de su historia es su humanidad, lo que nos dice de la naturaleza humana. Y ahí es donde reside su verdad”, remata esta hija de padres hippies que nunca pensó en ser, hacer o estudiar otra cosa que no tuviera que ver con las artes. “Finalmente llegué a mi madurez. Soy la dueña de mi trabajo y encontré mi voz”.