Con la simpatía que siempre la caracteriza, Vero Lozano contó todos los detalles de la recuperación de la operación que le practicaron en los dos tobillos luego de caer desde siete metros de altura cuando estaba en una aerosilla en Aspen.
Luego de abordar los temas referidos a la salud, la conductora permitió adentrarse en el mundo de la intimidad. Es por eso que contó cómo fue la primera vez que con su marido, el Corcho Rodríguez, retomaron las relaciones sexuales.
"No son necesarios los pies para tener sexo", le dijo su médico cuando ella le preguntó si iba a poder volver a bailar, caminar, esquiar y tener relaciones. De esa forma, le dio el visto bueno para poder tener un rato de amor con su pareja sin poner en riesgo su recuperación.
Fue Costa, en “Corta por Lozano”, la que fantaseó con la idea de que el la lleve a la habitación a upa como hacen los novios en la noche de luna de miel… y no estaba tan lejos de la realidad ya que la animadora dijo que fue de esa forma en la que el empresario la agasajó.
“Casi lo descajeto yo también y quedamos los dos tullidos. Él se había dado un bloqueo por el dolor de ciático, le había ido muy bien y de tanto subirme… pobrecito”, comenzó a relatar sobre lo que le significa a su marido tener que ayudarla en los movimientos.
Con un tono de actuación y tratando de encontrar las palabras justas para un programa que se emite en la tarde, dijo desde el estudio que se montó especialmente en su casa: “Llegó al lecho nupcial y le entregué el tesorito”.
“¿Hubo crucecita con sol o con luna?”, le preguntó uno de los panelistas para saber en qué momento del día lo hicieron. “Con sol y con luna”, dijo ella muy contenta. Y amplió: “Mañanero no porque primero tengo que agarrar la silla, ir al baño, lavarme los dientes…”.