Paso a paso: aprendé el Saludo al Sol, un ritual para el bienestar y la salud - Revista Para Ti
 

Paso a paso: aprendé el Saludo al Sol, un ritual para el bienestar y la salud

Fit
Fit

El Saludo al Sol empieza con un gesto de agradecimiento. Porque cada amanecer es una nueva oportunidad para ir a conquistar nuestros sueños, para amar y ser amados.

Tomarnos el tiempo de agradecer nos lleva sólo 5 minutos, lo que necesitamos para hacer 5 rondas del Surya namaskar A. Y te aseguro que te cambian el día. Yo lo realizo antes de mis prácticas matutinas, idealmente en ayunas para aprovechar el cuerpo bien liviano”, invita el profesor de yoga Mariano Ashvattha (@marianoashvatthayoga), que nos cuenta que el Saludo al Sol tiene miles de beneficios para el organismo: calienta los músculos, libera enforfinas, potencia la elasticidad, fortalece el sistema nervioso, aumenta el flujo de energía por todos los chakras y ayuda a ganar fuerza.

“Además es una manera ancestral y hermosa de agradecer estar vivos”, asegura el especialist reconocido por dar clases todos los sábados –gratis– y domingos –a contribución– a las 11 en la Plaza Sicilia.

Este saludo es una vinyasana (viny = a través y asana = postura) que consiste en realizar 10 asanas de manera transitoria, con flow y respetando la respiración. De afuera se ve como un solo movimiento continuo y cíclico. Representa el ciclo de la vida. Podés hacerlo entre 1 a 108 veces (número sagrado en el yoga).

1. Samasthiti. Casi todas las posturas las empezamos y terminamos de pie, bien centrados. No se trata sólo de estar derechos, es un momento para observar la alineación del cuerpo: desde los pies hasta la cabeza. Erguidos, estilizados e inmóviles. Firmes como una montaña.

2.Ürdhva hastasana. Parada, centrada en vos y con el corazón abierto, inhalá profundamente y subí los brazos sin levantar los hombros. Incliná la cabeza hacia arriba con vista al mudra (gesto sagrado hecho con las manos). Visualizá una fuerza que te recorre desde la cadera hacia el cielo y otra hacia el centro de la tierra.

3.Uttanasana. Exhalá y llevá las manos al suelo sin curvar la columna (si necesitás, flexioná las rodillas un poco). La mirada va hacia tus pies mientras intentás bajar aún un poquito más. Es una postura de flexibilidad.

4.Columna de mono o espalda recta. Aún plegada como una pinza, inhalá profundamente y elevá la mirada hacia adelante. Apoyá las palmas de las manos a los costados de los pies (si necesitás fleccioná las rodillas) y llevá el peso hacia los metatarsos activando los isquiotibiales y cuádriceps hasta que tiemblen levemente las piernas. La prioridad en esta asana es mantener la espalda bien recta.

5. Chaturanga. Exhalá bajando hacia la posición de plancha. Flexioná los codos pegados al cuerpo, contraé el abdomen y no arquees la columna. Cabeza, cola y talón siguen la misma línea. Concentrate en la respiración y en estar realizando la técnica correctamente (si esta asana te parece muy cansadora, podés apoyar las rodillas sobre la mat).

6. Urdvha mukka. Inhalá, arqueá la columna bajando la pelvis hacia el piso y la mirada hacia arriba. Alejá los hombros y estirate. Ojos y plexo solar bien abiertos expandiéndote al universo. Su nombre popular es “el perro que mira hacia arriba”: usá la imagen como inspiración. Si tenés problemas lumbares, no arquees tanto la columna y reforzá la zona abdominal.

 7. Addho mukkha svanasana. Exhalando, acomodá tu cuerpo en la postura del perro hacia abajo. Mantené la columna recta. Meté el pecho. Sacá cola. Separá los omóplatos. Si necesitás, flexioná un poco las piernas. Es importante que los brazos estén súper extendidos con los codos mirando hacia las rodillas. Esta es la única postura en la que tenés que permanecer por cinco respiraciones (en las otras sólo hacemos una).

8. Columna de mono o espalda recta. Inahalá profundamente, acercá primero un pie y luego el otro entre las manos dirigiendo la mirada hacia adelante.

9. Uttanasana. En caso de tener problemas lumbares o estar embarazada, la apertura de pies es al ancho de cadera.

10. Ürdhva hastasana. Expandite y conectate tanto con tu cuerpo como con el universo, siendo todo uno.

11. Samasthiti. Terminamos el Saludo al Sol de la misma manera que lo empezamos. Intentá identificarte con cada latido.

texto AGUSTINA D’ANDRAIA (@agusdandri) fotos AXEL INDIK

SEGUÍ LEYENDO:

Lain García Calvo, el escritor best seller, revela los secretos para ser feliz

Rutina nueva: 12 claves para empezar a correr

Más información en parati.com.ar

   

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig