A 5 años de haber perdido un embarazo, la conductora hizo pública la emoción que siente en el cuarto aniversario de vida de Baltazar Alfonso.
No es un cumpleaños más. Es que cuando la conductora Paula Chaves decidió publicar un homenaje por el cumpleaños de su hijo Baltazar, no pudo evitar emocionarse por el recuerdo del bebé que perdió antes de su nacimiento. "Feliz Cumple Amor Mío... Mi bebe arcoíris ... Gracias por llegar mágicamente a nuestras vidas...", comenzó el relato @chavespauok.
"Gracias por enseñarme desde el primer dia que no podemos controlar nada...
Gracias por enseñarme a luchar por nuestros derechos...
Gracias por enseñarme esa fuerza que nace descontroladamente desde adentro y de los más profundo de nuestros corazones...
Hace 4 años, 5.28 am, me convertiste en otra mujer... nací con vos... nacimos juntos...
Te amo hasta el infinito Balta...?", escribió la modelo junto a unas hermosas fotos de su hijo.
¿Qué es un "bebé arcoíris"?
Dicen que después de la tormenta sale el sol... Tanto en el cielo como en la vida, el arcoiris representa la llegada de la esperanza. Por eso es que "bebé arcoíris" es el nombre que en la actualidad se utiliza para hablar de los hijos que nacen luego de un duelo (ya sea por un embarazo interrumpido o un niño fallecido). "Un bebé arcoíris no es lo mismo que un hijo de reemplazo (que se tiene tapa al otro). Cada uno tiene su lugar en el corazón de la mamá", explicó la licenciada en Psicología Abigail Rapaport, especialista en familia.
Así como Paula y Pedro continuaron con sus vidas y tuvieron dos hijos más (en la actualidad son padres de Olivia, Baltazar y Filipa; la creadora de @crianzasistemica aclaró que cualquier madre que pierde a un hijo debe tener conciencia de que una parte de ella está con el. "No es un hijo perdido, es un hijo integrado. Que da sentido al siguiente hijo que viene", insistió Rapaport.
Bebés arcoíris: 3 consejos para sus mamás (por Abigail Rapaport)
- Reconocimiento: dale espacio a la pérdida, ya sea luego de un embarazo que no llegó a término o un bebé que fallece. Es importante darle un nombre y que cada uno pueda hablar sobre sus emociones. Darle identidad a lo que pasó nos ayuda a reconciliarnos con el pasado y que, el siguiente hijo, no funcione como hijo de reemplazo (que venga a tapar un duelo no completado). El bebé arcoíris tiene que tener un lugar en el sistema familiar.
- Compasión: dale lugar a aquello que no fue para que podamos tomar la vida de aquello que sí es. Esta compasión es integrar la dualidad entre la vida y la muerte… Porque, si un bebé no llegó a término, le dio la posibilidad a una nueva vida.
- Nuevas oportunidades: la pareja tiene que recomponerse. Hay que reconocer que el hombre y la mujer pasan por duelos muy diferentes. Es importante que haya conciencia para que se pueda hablar del hijo que murió. Cada pareja lo transita con su cultura. Hay que integrarlo dentro de la dinámica de pareja y como parte de la evolución de la pareja. A las parejas que no hacen un duelo por su hijo perdido les resulta difícil continuar porque cada uno se quedó estancado en su dolor. Te puede separar o unir… Todo depende de cómo se transite el duelo (por separado y juntos).
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