La celebración de Halloween tiene su por qué. Te contamos el por qué de esta tradición que traspasó las fronteras y sumamos una receta especial para brindar.
Calabazas, brujas, escobas y caramelos. De un tiempo a esta parte, el 31 de octubre tomó un color especial, un tono naranja. Y si bien Halloween es una tradición que se inició en los países anglosajones –y en un principio se vivió con resistencia en nuestro país–, hoy podemos decir que ya está entre nosotros.
¿Cuál es su origen? “Halloween” (contracción de All Hallows’ Eve, es decir “Víspera de Todos los Santos”) es una antigua celebración de origen celta. Acostumbrados a celebrar el fin del verano el 1 de noviembre (All Saints Day, Día de todos los santos), los celtas pensaban que un día antes –el 31 de octubre– los espíritus visitaban el mundo de los vivos.
Entonces se disfrazaban de fantasmas para que los espíritus no pudieran lastimarlos y salían por las calles con linternas en la mano. Al emigrar de Irlanda y Escocia a los Estados Unidos en tiempos de la Gran hambruna irlandesa –1845 a 1849– estas costumbres cruzaron el Atlántico; fue allí donde se sumó a la tradición la tan popular calabaza (base de la Jack-o’-lantern, esa linterna hecha de calabaza ahuecada y tallada), y también el hábito de brindar comida en albergues a los que menos tienen.
De allá y acá
El tiempo pasó y hoy ese día en Estados Unidos se sigue festejando con historias de terror y bromas de todo tipo (cual el Día de los inocentes acá). Grandes y chicos se disfrazan y salen a recorrer el barrio. Los más chicos tocan timbre casa por casa en busca de dulces (caramelos, chocolates, chicles, chupetines y hoy en día están cada vez más en auge los dulces caseros).
Eso sí, no vale ser tacaño a la hora de abrir la puerta y entregar los dulces ya que el recorrido va acompañado del grito de “Trick or treat!” (“¡Travesura o trato!” o “¡Dulce o truco!” como gustan decir).
Por estos rumbos no estamos en temporada de calabazas –pero se consiguen– y cada vez más colegios suman manualidades alusivas para que los más chicos se diviertan. Las decoraciones de las casas empezaron tímidamente y en algunos hasta se realizan competencias con las fachadas más tenebrosas.
El festejo de Noche de Brujas también se vive en cada dibujito animado o serie de televisión. Y la celebración no está reducida al mundo infantil sino que también alcanza a los adultos, que no dudan en organizar las mejores fiestas.
Animate a celebrar con un brindis especial:
Milk shake fantasma
Ingredientes (para 4):
- 2 tazas de leche
- 4 bochas de helado
- 1 taza de crema
- 1 cda. de azúcar impalpable
- 2 barritas de chocolate
Preparación:
- PASO 1. Derretí el chocolate a baño María y, con la ayuda de un pincel, dibujá ojos y bocas dentro de vasos transparentes
- PASO 2. Dejá secar en la heladera
- PASO 3. Batí la crema con el azúcar a punto chantilly y reservá
- PASO 4. Licuá la leche con el helado y serví en los vasos
- PASO 5. Agregá un copete de crema batida y serví de inmediato