Desde hace años, existe en el mundo de la moda una corriente anti-fashion, o una filosofía que va contra las reglas de la moda. Nuevos cortes, propuestas impensadas como el traje de Vetements, cuyo saco de mangas extra large está cortado por la mitad creando un blazer crop top.

Vetements se caracteriza por ir en contra del sistema de la moda, enfocándose en la ropa para millennials en un punto medio entre streetwear y high fashion, y negándose a las tendencias.
Suzy Menkes ha catalogado a esta marca en Vogue como la moda de la revolución. "La moda es un barómetro, continuamente adelantada a la curva de la historia. Si viene una revolución, al menos sabemos dónde vestirnos,” escribió en una de sus tantas reseñas.

Otra de las cabezas de la moda que sabe manejarse desde lo disruptivo es Alessandro Michele de Gucci. Para él lo importante son las prendas y no a las tendencias. "Lo más importante ahora es también darle una actitud real a la moda. Porque la gente quiere sugerirte la idea de que realmente puedes juntar y crear un punto de vista personal", así es la filosofía de Michele.
Y agrega: "Tienes que pertenecer a una marca que tiene una historia, porque obviamente una marca necesita una estética. Pero también necesitas sugerir la idea de libertad. Porque cuando sales a la calle, la gente es libre de hacer lo que quiera. No hay reglas".
La moda no es un fenómeno ajeno a lo que pasa a nivel social . Entonces, ¿qué significa este nuevo movimiento en donde cada marca establece reglas propias? Ser disruptivo está de moda, y entonces, las tendencias -esos ítems que marcan el rumbo de lo que se usa- quizás dejen de ser lo más parecido a las reglas de lo que hay que llevar para convertirse simplemente en lo que a cada uno se le antoja vestir. Después de todo es lo que cada vez se usa más: llevar lo que quieras y como lo quieras y seguí tus propias reglas.
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