Vestida por Pablo Ramírez y jugando a ser una diva, Lizy Tagliani se sumó a la campaña de 12 Principios inspirados en causas sociales, que Editorial Atlántida viene desarrollando a lo largo del año.
Entrevistada por revista Gente, Lizy habló sobre lo que representa para ella ser una mujer trans. “No conozco otra forma de vivir que no sea ésta. Yo sería esta Lizy travesti en Irak. A mí no me importa si duro viva diez minutos o toda una vida. Tampoco calculé: ‘Me voy a hacer travesti porque hay leyes que me protegen’. Soy una chica trans, travesti o lo que quieras, más allá de dónde me toque serlo…”, afirmó la actriz y conductora.
Tagliani dijo que ella no comparte cuando le preguntan si eligió ser así. “Yo no elegí, no. ¿Pensás que alguien en sus cabales hubiese elegido ser travesti en una época en que serlo era lo peor, porque no conseguías trabajo, te discriminaban, no podías caminar por la calle, ¡y hasta calzaba 43!?’. Ni siquiera tuve la oportunidad de planteármelo”, afirmó.
Y agregó: “Yo crecí peleando por ser mujer, sin gritar, sin exigir, sin imponer, sin tener miedo. Peleé con el arma más poderosa que pude tener: la fe de creer en mí”.
Chaqueña, Lizy relató parte de su historia. “En mi caso el choque surgió en esa etapa en la que los chicos no quieren saber nada relacionado a las chicas, ni ellas con ellos. Ahí ni los nenes ni las nenas se querían juntar conmigo. Entre los seis y los ocho años fue la peor parte, mi etapa más difícil. Pero mi madre, que era analfabeta y muy autoritaria, a su modo y consciente de lo que me esperaba, colaboró a que yo sea quien soy hoy”, aseguró.
Y añadió: “Por ejemplo, recuerdo un momento que me marcó fuerte ante mi tristeza, Mónica Escobar, una amiguita, me dijo: ‘Yo te acepto como sos. ¡Soy tu amiga y siempre vamos a estar juntas!’. Llegué feliz a casa y le conté a mi mamá. ¿Sabés qué me respondió? ‘¿Y no te preguntó si vos la aceptás a ella?’”.
“Puertas adentro éramos así –admitió–, nos decíamos de todo. De mi familia soy la mejor, en el sentido de que mientras todos se agarraban con todos, yo siempre me la agarré conmigo. Yo me río de mí, para arrancar, y luego del resto. ‘¡Ay, no te digas fea!’, me piden. Pasa que si una no estuviera segura por dentro, no podría burlarse de sí por fuera. No es que me río de mí y apenas cierro la puerta me pongo a llorar”, sostuvo.
Compartimos los bocetos que hizo Pablo Ramírez para que te sumes a la causa usando los hashtags #Inclusion y #Principios2021 para visibilizar este tema y brindando tu mirada sobre el tema. La propuesta es clara: Somos diferentes, eso es lo normal.