Las personas intersexuales tienen variaciones genéticas que no corresponden completamente con el sexo masculino o femenino. Intersexual es un término que se utiliza para describir a las personas que nacen con características sexuales biológicas que no encajan en las categorías típicas de sexo femenino o masculino.
Suz Temko estaba preocupada porque sus compañeras menstruaban y ella no. Tenia 15 años cuando en una fiesta se cayó y tras levantarse sintió un bulto extraño en su abdomen. Los médicos le dijeron que era una tumor maligno, en fase 4, y la metieron en el quirófano para extraérselo.
"Cuando recibí el alta del hospital me dijeron si quería saber realmente por qué había tenido cáncer. Entré a esa reunión entusiasmada por poder darle un poco de sentido a lo que me había pasado, pero el doctor fue tan técnico que realmente no entendí ni una frase de lo que me estaba diciendo", contó en una entrevista.
"Resulta que el tipo de cáncer que tuve en realidad no era de ovario, porque simplemente no tenía ovarios. Los médicos lo sabían, pero estaban esperando el momento adecuado para decírmelo. Soy intersexual, es decir, una persona que nace con una variación en los rasgos sexuales que caracterizan a cada sexo. Las diferencias pueden encontrarse en genitales, cromosomas, gónadas u hormonas, que no coinciden con la comprensión binaria típica de los cuerpos ni masculinos o femenino", explica Suz.
En lugar de tener ovarios, ella tenía gónadas que no funcionaban en el lugar donde deberían estar sus ovarios.
Pero a los 18 años contrajo malaria en un viaje que hice a Tanzania. El médico que la atendió le pidió su historia médica. "Me dijo "Me has dado un historial médico incorrecto. Si tienes cromosomas XY, eres un hombre". Traté de darle explicaciones pero no quiso escuchar: "No sé lo que te han dicho, pero eres un niño", dijo. Estaba tan enferma, en una posición vulnerable y a pesar de que estaba llorando, él continuó: "¿Cómo te ves?¿Cómo son tus senos?"", relató Suz.
A partir de ese momento, Suz se sintió una persona extraña, un fenómeno desagradable. Los planteos del personal médico, que le pedían definirse como chico, le causaron mucho estrés. Y cada vez más médicos me hacían sentir que no era una persona normal.
"Tomá estas hormonas, te harán parecer una niña … Cumplís tres de los cinco criterios para ser considerada una niña. Menos mal que sos bonita".
Si iba al médico por un catarro, se inventaban cualquier excusa para poder hacer una exploración "ahí abajo"", comenta Suz.
Se deprimió. Llegó a tener pensamientos suicidas. "Empecé a sentir que no estaba bien ser como era. Me aseguré de que mi cabello fuera rubio y largo y me mantenía en una dieta severa para estar delgada", dice.
Un día dijo basta. "Esto está mal. Soy una hipócrita. No estoy siendo honesta. Le estoy diciendo a la gente que acepte su cuerpo cuando yo no acepto el mío propio". Hizo un posteo en Facebook hablando de su intersexualidad. "Lo que vino a continuación fue increíble. La gente respondió de inmediato diciendo cosas como: "Te amamos". Las redes sociales me ayudaron a encontrar a una comunidad en la que apoyarme. Y poder conocerlas en la vida real fue como un gran alivio. Y aunque es bueno escuchar historias positivas, también se aprende mucho de las batallas que ha tenido que lidiar cada persona y saber que no estoy sola", reflexiona hoy Suz que tiene 27 años.
"Ser intersexual no es difícil. Lo difícil es ver cómo te trata la sociedad. Todas las batallas sobre salud mental que he tenido ha sido en realidad por cómo la sociedad responde a personas como yo. La identidad de una persona no es algo sencillo. Yo no soy solo una persona intersexual. Ni tan solo una sobreviviente de cáncer", dice hoy muy segura de sí misma y de su condición.
Y agrega: "Ninguno de nosotros es una sola cosa. Hubo un tiempo en el que suplicaba "ser normal". Ahora no cambiaría nada sobre mi cuerpo, me ha dado mucho más de lo que me ha quitado. Hoy en día soy abierta con mis amigos, en el trabajo y en mis relaciones íntimas".
Ella destaca: "Y comparto mi historia porque quiero terminar con el estigma (hacia personas intersexuales) y trabajar por un futuro en el que sepamos, celebremos y protejamos a las personas intersexuales como yo. Ser intersexual no es raro. Entre un 1,7% al 2% de las personas en el mundo es intersexual. Es una cuestión estadística. No somos unicornios, simplemente somos invisibles".
Compartimos los bocetos que hizo Pablo Ramírez para que te sumes a la causa usando los hashtags #Inclusion y #Principios2021 para visibilizar este tema y brindando tu mirada sobre el tema. La propuesta es clara: Somos diferentes, eso es lo normal.