"Llamame ahora que Isa está entretenida". La consigna de Dani "La Chepi" da el puntapié inicial de la entrevista, que interrumpirá por media hora su descanso en las sierras de Córdoba, donde la actriz, cantante y conductora se recluyó junto a su hija Isabella (8) por una semana, buscando relajarse después de un año 2021 más que intenso, intensísimo. Es que tras participar de MasterChef Celebrity 2, fue convocada para trabajar en Bake Off, grabó durante dos meses todas las emisiones de "El gran juego de la oca", el programa de entretenimientos de Canal 13 que condujo junto al Pollo Álvarez y que se estrena próximamente, y ya cerrando el año reemplazó a Darío Barassi en "100 argentinos dicen" por una semana.
-¿Cómo es Dani La Chepi?
-¡Qué dificíl! Porque definirse es complicado, porque uno no es siempre la misma persona. No soy siempre la misma Daniela, soy muchas Danielas a la vez. Soy la que está muy arriba y la que está muy abajo, quizás a razón de una hora de diferencia (risas)… Soy la que tiene mucho trabajo y de golpe no tiene nada, soy como muy extremista, ¿no? Pero en pocas palabras me defino… no se, una gran madre sería una buena definicion, ¿no? ¡Espero que mi hija piense lo mismo! (risas).
Una vida con altos y bajos
-Has contado en muchas oportunidades que tu vida no fue un lecho de rosas ni mucho menos y que tuviste que pelearla mucho para salir adelante…
-Y como la gran mayoría de las personas del mundo, pero más para nosotros los argentinos, que somos sobrevivientes... Desde mi primer trabajo en "Feliz domingo", a los 16 años, pasaron muchas cosas. Yo aposté a esta carrera y esta carrera es pan para hoy y hambre para mañana. Tuve momentos de continuidad, de hacer novelas, cine, de todo como ahora y de golpe, absolutamente nada. Pero antes vivía con mi familia, que la han pasado mal, la han pasado mejor, pero tenía un techito.
El video de esta nota fue grabado con un moto g30.
Pero cuando tuve a Isa, que de un día para el otro me rajaron del trabajo como a cualquier otro ser humano, ahí me la vi jodida. Decí que yo soy una persona lamentablemente muy ahorrativa, digo lamentablemente porque me podría haber dado muchos gustos, pero me privé de muchas cosas por este mandato familiar de guardá que despues no va a haber. Pero gracias a eso hoy tengo mi casa. Me privé basicamente de comer pero a mi hija nunca le faltó nada. Hoy me pude comprar mi humilde casita con patio y parrilla para hacerle choclo asado a Isa.
-Contame cómo fue quedarte sin trabajo y salir a apechugarla para darle de comer a tu hija.
-Me quedé sin laburo fijo en 2015, pero todo pasa por algo y es para aprender. Lo digo porque siempre tuve bastante trabajo desde muy chica porque laburaba en eventos, iba de una punta a la otra de la ciudad, pero me las arreglaba. Pero cuando entré en la radio me relajé, porque me enamoré de ese medio de comunicación y dije "no puedo seguir con este ritmo", especialmente cuando quedé embarazada… Así que me quedé solo con la radio. Error, porque a los dos años de Isa me echaron y no tenía ningun currito, así que tuve que empezar de nuevo a buscar clientes.
Y me puse a trabajar de moza, fui moza cantora y por supuesto vendí todo lo que tenía en mi casa. Todo lo que estaba de más, pero no porque tenía mucho, sino porque vi que hay cosas que tenés y en realidad no necesitás. Por eso ahora solo tengo lo que necesito para vivir, porque aprendí a soltar y a despegarme de los bienes. ¿Viste esa frase que dice que "las mejores cosas de la vida no son cosas"? Bueno es así, totalmente.
La etapa del Instagram y de cantar tangos con Cacho Castaña
-¿Fue en ese momento que empezaste a producir contenido para Instagram?
-Sí, ahí empecé a hacer los videos en Instagram porque en la radio trabajaba con Nati Jota que me enseñó y me impulsó a hacerme una cuenta. Mis primeros videos eran pidiendo trabajo y la gente empezó a sentirse identificada, especialmente las mujeres, porque eran de una madre soltera sin laburo, y los empezaron a compartir.
-¿Cómo fue que terminaste cantando tangos con Cacho Castaña?
-Una vez me llama una bailarina y me dice que Cacho Castaña estaba por abrir Café La Humedad y que necesitaba cantantes, que fuera a audicionar porque yo canto tangos. Así que fui, canté y me tomaron. Empecé a cantar tangos y ahí empezaron a salir notas en medios, de quién era la que acompañaba a Cacho. Me vieron de una radio y me llamaron para hacer un reemplazo y así empezó a girar la rueda nuevamente. Entonces yo salí un poco de ese enojo en el que estaba envuelta, de la queja de estar sola y de no tener laburo. Y todo gracias a Instagram, que me sirvió mucho.
-Una de las cosas que más gustan de vos es que sos una mujer auténtica, ¿no es cierto?
-El otro día un productor, hablando de un trabajo que yo había hecho, me dijo: "No seas tan vos". Y yo le dije que el problema sería querer ser otra persona. Pero la verdad es que nos acostumbramos a que el hombre tiene que ser de tal manera y la mujer de tal otra. Para mi a la sociedad le gusta lo correcto, que se hable con las eses y matizando los tonos, ser fina y vestirse como corresponde. Yo solo voy a cambiar cosas de mi personalidad si lastimo a alguien.
Empieza el gran juego
-¿Cómo te sentis frente al desafío de conducir "El Gran Juego de la Oca", el programa del 13 que empieza en breve?
-¡Tengo un miedo! Porque yo ya lo hice. El programa ya está grabado, fueron dos meses de grabación para tres meses de aire y me da mucho nervio porque cuando estás en vivo, en un programa que va a diario, te podés ir corrigiendo, pero esto ya está grabado… ¡así que me da un pánico! Porque es una apuesta millonaria, el estudio es como un parque de diversiones, el prime time, Canal 13 ¡y me pusieron a mi ahí! Tanto el Pollo (Álvarez) como yo pensamos que somos el equipo perfecto para conducirlo. Lo hicimos con pasión. Ojalá que se vea eso, que la gente se sienta como jugando con nosotros en su casa.
Hablando de la salud y la delgadez
-Pasando a tu salud, contaste hace poco que tenés anorexia nerviosa.
-Si, yo ya lo había contado en redes sociales hace tiempo porque suele pasar, por esto del estereotipo de mujer al que estamos acostumbrados, que muchas seguidoras me escriben para decirme que tengo lindo cuerpo o qué lindo que pueda usar la ropa de mi hija de 8 años. Y me pasó el otro día, que estaba baldeando la vereda mientras mi novio Javier cortaba el pasto, que una señora que pasó me dijo: "Ay que flaquita que sos, sos mucho más chiquitita, pasame algunos de tus problemas". Yo venía de ver a mi viejo en el sanatorio que está traqueotomizado desde hace 9 años y para mis adentros tenía ganas de decirle cualquier cosa. Pero es un comentario que tenemos metido en la cabeza por estos benditos estereotipos...
Por la anorexia hago ayunos prolongados desde chica, no como. Mi mamá sufrió toda mi infancia porque yo no comía. Despues me llevaron a una nutricionista que me hacía comer nueces, quesos y aceitunas antes del almuerzo y yo comía eso y ya me llenaba. Mi mamá hasta me ha gritado desesperada para que comiera, hasta me desmayé en el colegio por no comer... Pero yo no comía por verme gorda en el espejo, sino por una cuestión nerviosa o de ansiedad. ¿Viste que hay gente que le da por comer mucho y a otros por no comer? Bueno a mi me da por no comer.
-¿Y lo tratás en terapia o vas a una nutricionista?
-No. La verdad es que el año pasado fue muy movido para mi, con MasterChef, Bake Off, el Juego de la Oca y después pegado 100 argentinos dicen, más el laburo mío de las redes, más mis problemas personales de los cuales no hablo, más la nena y el colegio, más la mudanza... tanto que no tuve la oportunidad de hacerme los estudios o ir a terapia -son excusas y las excusas son verdaderas pero no dejan de ser excusas-. Entonces siempre levanto el teléfono y lo llamo a Gabriel Cartañá, que es mi amigo, no mi psicólogo, un poco me guía, me aconseja, pero cada vez que cortamos me pregunta: "¿Cuando vas a empezar terapia, flaquita?".
Y el otro día, que fue de invitado a "100 argentinos" me vio y me dijo: "Dani, no estás flaca, estás demacrada". Y es verdad y me empecé a sentir mal de nuevo. Porque yo como una vez al día o dos y ya está. Y no está bueno. Así que por eso me vine a Córdoba a descansar un rato y ya me contacté con la psicóloga para retomar y me hice los análisis dos horas antes de tomar el avión.
Ahora empecé a ver cosas que antes no me hacía cargo. Me veo flaca y no es que no como a propósito para adelgazar, pero sí dejo de comer durante todo el día y soy consciente de que eso pasa y no hago nada para cambiarlo, es como una locura. Pero es algo que debo tratar en una terapia y con una nutricionista, cosa que voy a hacer a mis 42 años. Lo hice durante toda mi vida pero nunca se me fue el mambo este, nunca.
Parejas tóxicas
-¿Tus relaciones de pareja influyeron en este estado de anorexia nerviosa?
-¿Las anteriores a Javier? ¡Si! Yo siempre cuento que en la época que bailaba en Sábado Bus, donde se nos exigía estar flacas, salía con un tipo que una vez que me agaché al lado de la cómoda de casa me dijo: "Gorda ¿que te pasó? ¡Estás llena de celulitis!". Hubo otro imbécil, otro tóxico, que me dijo: "¿Por qué hiciste ese video con esas calzas? ¿Qué te crees que sos, Luciana Salazar?". Algunos de esos comentarios me dejaron traumada y me llevaron a muchas cosas, entre ellas a ver el fracaso antes de hacer las cosas y a tenerle miedo a todo.
-¿Cómo es eso?
-Cartañá dice que yo siento que no soy merecedora de lo que me pasa y que pienso que en algún momento se van a dar cuenta de que no me lo merezco... ¡Todo el tiempo estoy esperando que me pase eso! Es como que me digo a mí misma: "No va a gustar lo que hice en '100 argentinos dicen' porque yo no soy conductora, a la gente no le va a gustar porque no soy fina…". Estoy todo el tiempo castigándome… Todas esas cosas las digo en las redes porque no quiero que la gente se flashee que no me importa nada… Esa es mi manera de tratarlo, además de la terapia que este año dejé pero ya voy a retomar.
En pareja con Javier, el recolector de residuos
-Hablame de tu relación con tu novio, Javier.
-Javier es una de las pocas parejas que tuve que yo siento y veo sincero. Es una persona que me admira y al cual admiro, cosa que nunca me pasó, eso de que una pareja te diga "qué lindo esto, gorda" o "qué linda te quedó esa planta ahí"… Es un gran compañero. Y nos vemos muy poco por desgracia, porque él tiene tres pibes y vive muy lejos de mi casa. No convivimos ni pensamos hacerlo porque cuidamos bastante la relación. Pero él está totalmente fuera de este ambiente, tiene un trabajo totalmente distinto, me quiere, me respeta, respeta mi libertad y yo respeto la suya… Tenemos nuestros problemas claramente, pero no se, ojalá que no me separe porque es la primera vez que después de dos años sigo enamorada. Estoy contenta.
-¿Pensaste tener más hijos o formar una familia ensamblada con él?
-¡Ni loca! De hecho averiguamos porque me quise poner un diu y no pude, y empezamos a hablar con un médico para que él se haga la vasectomía, porque tiene tres chicos, dos grandes y una chiquitita y yo tengo a mi hija… pero me re juzgan por eso, ¿eh?. "¿Cómo vas a decir que no querés tener más hijos?", me dicen. Hay parejas que duran toda la vida sin tener hijos, mirá a Iván de Pineda y la mujer, hace como 20 años que están juntos y no tienen hijos… Sí me gustaría que cuando Isa sea grande y se vaya de casa, y él tenga también esa libertad, capaz podamos convivir… pero dame una casa como la de Wanda (Nara). Yo en un dos ambientes no te convivo.
La felicidad según La Chepi
-¿Que le falta a La Chepi para ser feliz?
-Todo lo bueno y lo malo que tengo me hacen ser feliz. El otro día un amigo me preguntó "¿qué legado le querés dejar a Isa?". Y yo mencioné varias cosas. Y él me respondió: "¿Cómo? ¿No querés que sea feliz?" ¡Pero claro, cómo no lo dije primero! Mi viejo me decía: "Mema -porque él me decía Mema-, vení, sentate, lo importante es ser feliz, lo demás es cotillón", y así se llama mi libro.
Creo que todos los días hay que laburar para ser feliz. Es mucho más fácil estar triste que alegre: te tirás en la cama, cerrás las persianas, te ponés a llorar y listo. Estar feliz, estar bien, es un laburo y yo soy feliz. Ahora, si me preguntás qué me falta hacer, te digo: viajar a España a visitar a mi hermano, tener mi propio programa sola -¡no es que no lo quiera al Pollo (Álvarez)!-, salir de gira con el teatro, terminar mi disco que nunca lo pude terminar, viajar con mi hija... Pero, ahora, lo que tengo es más que suficiente.
Fotos: Chris Beliera
Producción Marité Rizzo
Edición de video: Cristian Calvani
Retoque digital y armado de tapa: Gustavo Ramirez
Maquilló y peinó: Guille Parra (@guilleparraa)
Ropa: Melocotón (@melocotonstyle)
Calzado: Converse (@converse_ar)