Casada con Palito Ortega desde hace 54 años, madre de seis hijos que se destacan por su labor en el mundo del espectáculo y con una vida dedicada a la familia, Evangelina Salazar vive sus 75 años con total plenitud. Así se la pudo ver el fin de semana disfrutando del cumpleaños de Sebastián Ortega con un look total black impecable y caminando con seguridad con tacos por el césped.
Alejada de los medios de comunicación y con apariciones públicas muy esporádicas, la actriz que brillo en el cine y la televisión encuentra en sus seis nietos un cable de conexión con lo que fueron los años en los que crió a sus hijos. Dante Ortega, Paloma Ortega, India Ortega, Helena Ortega, Benito Noble Ortega, Bautista Ortega representan esa dosis de energía justa.
Enamoradísima del cantante que supo hacer suspirar a miles de argentinas, hace un tiempo confesó que se divierte con su esposo y que una de las claves de la relación es la paciencia… algo que no abunda en estos tiempos. “Soy muy conversadora y él habla poco, pero tuvimos una cosa que nos ayudó muchísimo: yo nunca quise otra cosa que lo que soy y lo que tengo. La familia”, definió en La Nación.
Es que esta declaración retrata ese quiebre que tuvo su vida al momento de conocer a Ortega, algo que toma dimensión recordando que abandonó su trabajo profesional en el momento de mayor exposición. Evangelina llegó a ganar en 1966 el premio a la mejor actriz del Festival de San Sebastián por su trabajo en la película “Del brazo y por la Calle” y un año después se casó en medio de una boda que batió récords de audiencia.
La gran pregunta es si dos padres artistas terminaron influyendo en tener hijos tan talentosos con una impronta artística destacad: “Estoy convencida de que fue la libertad y el amor. Yo siempre estuve muy presente, pero les di alas para que no se parecieran a mí porque yo comencé haciendo lo que querían mis padres. Empecé en la televisión a los once años y ellos me esperaban en la puerta con la camioneta”.
El momento de dejar la carrera
La rubia, de un histórico corte carré, confió que Palito fue su primer amor. Antes le habían querido presentar a un abogado, pero la relación no prosperó. #Enseguida conocí a Ramón, que estaba en pleno éxito. Me ofrecieron un personaje para su nueva película, pero yo jamás lo había visto. Recuerdo que apareció por un pasillo tarareando una canción de Leo Dan. ¿Quién es Evangelina Salazar?, preguntó. Y el maquillador me señaló. Muy seco, me regaló unos bombones y se fue. No me habló más”, recordó la mujer que llegó a ser primera dama de la provincia de Tucumán.
Con el tiempo del amor, llegó el de dejar de lado sus miradas a la cámara. Desde ese entonces, todas las participaciones en ficciones que realizó fueron esporádicas. Las últimas, estuvieron especialmente vinculadas a su familia ya que fue en dos novelas que su hijo Sebastián produjo para Telefe: hizo de una narradora de historia en “Un año para Recordar” (2011) y en “Graduados” (2012) en donde se puso en la piel de una jueza de paz.
