En el marco de la clásica white party de Valeria Mazza en Punta del Este se produjo la reaparición en redes sociales de Vicky Fariña, una de las modelos más icónicas de los noventa. Al evento se acercaron distintas personalidades e integrantes del círculo íntimo de la anfitriona para vivir un comienzo de año espectacular.
Lejos de las pasarelas, de los medios y con el objetivo cumplido de formar una familia, ahora su destino sigue ligado a la moda… aunque desde otro lugar. Para ella, su pasado fue solo una etapa de su vida. “Aunque suene pasado de moda, yo soñaba formar una familia. Tengo un marido que me acompaña, muy protector y generoso, que viene de una familia con padres casados hace cincuenta y cinco años, así que cuida tanto como yo esta familia que construimos”, le confesó a Hola hace un tiempo.
La decisión la tomó cuando estaba embarazada de Santino al sentir que necistaba estar más tiempo en su casa. Luego, la idea de poder estar nuevamente activa volvió y con un proyecto propio. “Siempre me gustó el diseño de moda y con mamá, que entiende mucho de moldería y de costura, empezamos a vender en casa algunas pocas prendas femeninas, como vestidos, camisas o remeras. Al principio ponía un perchero en el living, pero cuando dos años después agrandamos la casa, Pappo me alentó a incluir un espacio para mí y mi ropa”, reveló.
Los detalles de su emprendimiento
De acuerdo a lo que contó, la línea que desarrolló estaba basada en sus propios gustos, dándole un toque muy personal. “Prendas clásicas, colores tranquilos y plenos, salvo algún rojo o verde, no tanto estampado…”, remarcó.
“Son prendas para mujeres que necesitan estar bien de la mañana a la noche. Pero, además, hago mucho para fiestas de 15 y de egresadas”, señaló. Su prenda fetiche son los vestidos y ella siempre recomienda invertir en ellos porque son fundamentales para cualquier look.