Además de ser licenciada en Bellas Artes y una apasionada del diseño y la artesanía, la valenciana Raquel Rodrigo (@arquicosturastudio) le da una vuelta una vuelta de tuerca al concepto de arte urbano y llena las calles de punto de cruz a gran escala.
Fachadas repletas de rosas rojas, tiendas que invitan a entrar gracias a sus imponentes murales bordados con flores y árboles, paneles con figuras y símbolos en colores vivos... Esto es lo que plantea el proyecto bautizado como 'arquicostura' por Raquel: hacer del mundo en el que vivimos un lugar un poco más lindo a golpe de punto cruz.
Bordando paredes
El trabajo de Raquel Rodrigo toma como punto de partida la costura, que eleva a la categoría de arte urbano por medio de su integración con los espacios arquitectónicos (de ahí el nombre 'arquicostura').
"Con mi proyecto, 'Arquicostura Studio', busco constantemente la unión entre el arte y el diseño, la tradición y contemporaneidad, lo artesanal y lo industrial", cuenta Raquel en su sitio web.
Y agrega que el equipo creativo está compuesto por artistas, arquitectos, diseñadores, fotógrafos, bordadores y comunicadores que trabajan en conjunto en cada uno de los proyectos.
La artista crea sus diseños sobre una malla metálica que borda del mismo modo que lo haría con un diseño de punto de cruz tradicional.
Utiliza cordones gruesos de algodón, yute o seda y cada metro cuadrado lleva tres días de trabajo entre dos personas.
Una vez terminado el bordado -que puede demorar varias semanas-, coloca la malla sobre la fachada creando así un efecto mágico e inesperado, que invita a las personas que transitan por allí a detenerse unos segundos para apreciar la obra.
Si bien las intervenciones se disfrutan mejor desde lejos, también resulta interesante acercarse y apreciar desde cerca la técnica.
Sin dudas, 'Arquicostura', logra hacer del mundo en el que vivimos un lugar un poco más lindo a golpe de punto cruz.