El Barrio Múgica, conocido popularmente como la Villa 31, es uno de los asentamientos precarios más emblemáticos de Buenos Aires. Allí, en una de las zonas más humildes de la ciudad más rica de Argentina, se encuentra La Nuestra Fútbol Feminista, un "club sin techo" que "transforma vidas" gracias al fútbol.
La Nuestra: el club de fútbol femenino
Fundado en 2007, La Nuestra ve al fútbol como una "herramienta muy poderosa" de "empoderamiento colectivo" para las "mujeres y diversidades" que viven en ese barrio, según explicó a Efe Mónica Santino, cofundadora y emblemática referente del fútbol femenino argentino.
"La Nuestra Fútbol Feminista es un colectivo, una organización social. Podríamos decir que es un club sin techo y un proyecto deportivo. Pero para definirlo en pocas palabras diría que es un colectivo feminista, una agrupación de mujeres, de diversidades, que toma al fútbol como una herramienta muy poderosa para transformar vidas, para mirar la vida desde otro ángulo y para pensar en un mundo mucho más justo que el que tenemos", expresó Santino.
y prosiguió: "El fútbol nos ha servido un montón a nosotras para construir una estrategia de empoderamiento colectivo. Encontramos un medio muy eficaz para hablar de los feminismos desde un lugar popular y desde una identidad villera".
La Nuestra realiza no solo entrenamientos de fútbol, sino diversas actividades como espacios de reflexión grupal en los que se tratan problemáticas que afectan a las mujeres que viven en el barrio.
La primera "batalla" ganada por Santino y sus compañeras de La Nuestra, en el año 2007, fue "la conquista del territorio".
"Cuando hablo de territorio hablo de la cancha de fútbol. La cancha de fútbol en los barrios populares de Argentina son espacios importantísimos, es el espacio público por excelencia. Nosotras notamos que muy pocas mujeres ingresaban a estos lugares", explicó. "Hoy somos arriba de 100 con un acompañamiento de familias. Ahora a esa cancha de la Villa 31 se la conoce como la cancha de las mujeres", añadió.
Santino dejó en claro que La Nuestra no hace caridad, sino que es un colectivo feminista que está presente en el territorio y que busca transformar la realidad a través del fútbol.
"Ese que va al barrio con la vida más o menos resuelta y le queda un rato para la bondad, pero no transforma nada, en realidad no mueve absolutamente nada. Cuando vos pensás en el deporte como un eje transformador está muy lejos de ser un acto caritativo o un acto de bondad", remarcó.
"Todo lo que aprendimos lo aprendimos con las pibas en el barrio. No fuimos con ningún manual, no sabíamos cómo conectar tanto el feminismo con el fútbol allá por el 2007 y todo esto que somos ahora es por lo que se produjo en el territorio. Eso no tiene nada que ver con un hecho asistencialista, que es ir a tapar un rato una mancha de humedad pero el problema resiste", indicó
Sin embargo, dijo que no es "ingenua" y que es consciente de que La Nuestra no puede resolver "todas las cuestiones de pobreza".
"La Villa 31 está pegada al barrio más caro de la ciudad de Buenos Aires, vos ves las casas mucho más lujosas que las que hay en la villa desde los techos de las casas de las pibas. Una desigualdad que está a flor de piel. No digo que con el fútbol vamos a solucionar todo, pero sí el fútbol da un espacio de dignidad para pensar esas injusticias, esas desigualdades, e intentar la resolución desde otro lugar", sostuvo.
Cabe destacar que Mónica Santino, exfutbolista, directora técnica y profesora de educación física y ciencias biológicas, fue declarada "personalidad destacada del deporte" por la Legislatura de Buenos Aires.