En Wonder Woman 1984, la última película de la saga protagonizada por Gal Gadot, un cameo enloqueció a los fans: Lynda Carter, la primera Mujer Maravilla televisiva, aparecía en cámara y se presentaba ante los ojos de las audiencias más jóvenes. Hoy en día, a sus increíbles 71 años, luce casi igual que cuando interpretaba a la heroína de DC Comic en la famosa serie de los ´70.
Los difíciles comienzos de Lynda Carter: machismo y abuso eran moneda corriente
La actriz estadounidense contó varios años más tarde que no la pasó muy bien en sus comienzos. Lo hizo recién hace ur un par de años atrás, a raíz del movimiento #MeToo. Cansada de callar su tortuosa experiencia, contó al medio The Daily Beast que había sido “violada por un poderoso hombre de la industria que estaba siendo juzgado por sus actos”, aunque no quiso dar a conocer su identidad.
“No me planteé demandarlo, ya lo han hecho otras mujeres por mí”. Para ella “no tiene sentido ni es necesario revivir todo aquello. Solo soy una cara más en la multitud de víctimas. No me gusta hablar de ello porque terminaría siendo mi historia, no la de decenas de mujeres. No es la historia de Lynda Carter, es la historia de un cerdo machista”, dijo en aquel entonces.
Carter comenzó a ser conocida cuando se consagró como Miss USA en 1972, lo que la llevó a participar de Miss Mundo y a quedar entre las 15 finalistas. En solo tres años se convirtió en la actriz mejor paga de la televisión norteamericana, cuando quedó elegida para protagonizar la serie La Mujer Maravilla.
En ese entonces, el acoso era moneda corriente durante los rodajes: “Había un camarógrafo que hacía agujeros en mi camarín para ver cómo me cambiaba. Lo descubrieron y lo echaron", dijo y añadió que el acoso sufrido le afectó a la hora de tratar con los hombres, ya que “siempre temía que intentaran algo”.
La actriz comentó que en ese momento nadie se animaba a denunciar este tipo de episodios, porque generaban una ola de descrédito en el ambiente: “Te metían en una lista negra. Así que sabías que nadie te iba a creer y además ibas a perder tu trabajo”.
Lynda Carter y su lucha contra las adicciones
Estas situaciones más la repentina fama, le cayeron con todo su peso, llevándola al alcoholismo: “Es tan fuerte que te avergüenzas de ello y cuando tienes antecedentes familiares que te hacen más vulnerable a caer en la adicción, resulta devastador”, declaró la actriz que por la misma época acababa de casarse con su segundo esposo, el abogado Robert Altman.
Gracias a su apoyo y más el de sus dos hijos pequeños, logró rehabilitarse. “Fue un proceso duro, pero puedo decir que ya llevo más de veinte años sobria y me preocupo por hacer ejercicio y mantenerme saludable”, comentó a la revista People.
Cantante de jazz y activista
En la actualidad, la actriz oriunda de Arizona, se mantiene vigente en sus redes sociales y, además, canta jazz y blues. Editó más de diez álbumes, entre los que se encuentran At Last (2009), Crazy Little Things (2011) y Red Rock ´n Blues (2018), con los que ha realizado exitosas giras en su país.
En 2008 vivió un extraño episodio cuando navegaba en el río Potomac, en Washington: descubrió el cuerpo de un hombre y, como no tenía su teléfono móvil con ella, comenzó a gritar a unos pescadores que pasaban cerca, para que avisaran a la policía. Carter se quedó cerca del cuerpo hasta que llegaron los rescatistas al lugar. Al respecto, afirmó “No hice nada que no hubiera hecho otra persona”, pero lo cierto es que la heroína que supo ser personaje, había traspasado la pantalla.
Lynda Carter se refugia en sus hijos, tras la muerte de su esposo
En febrero del año pasado, después de haber estado juntos por más de treinta años, Lynda anunció la muerte de su esposo.
“Hace una semana, murió mi amado esposo Robert A. Altman. Robert es el amor de mi vida y siempre lo será”. Con esas palabras, Lynda Carter anunció en su cuenta de Instagram que atravesaba uno de los momentos más tristes de su vida.
Altman era fundador y director ejecutivo de la compañía de videojuegos ZeniMax, y junto a Carter era padre de dos hijos, Jessica y James. “Nuestros 37 años de matrimonio fueron un regalo extraordinario. Compartimos la pasión que espero que todos tengan la suerte de experimentar en su vida”, indicó la actriz en aquel entonces.
“Nos protegimos y siempre nos admiramos mutuamente. Siempre hemos estado agradecidos por las dos hermosas vidas que creamos juntos: nuestros hijos, Jessica y James. Son las luces de mi vida y fueron la mayor alegría de Robert”, expresó Carter en su posteo de Instagram.