La moda no es ajena a los acontecimientos sociales y las vivencias de la mujer. Por eso, desde el Observatorio de Tendencias del INTI, todos los años elaboran un reporte sobre la moda de la próxima temporada.
Esta vez, en el marco de Emitex 2019, el diseñador Sebastián Rodríguez dedicó parte de su charla a presentar lo que vendrá en 2020 de acuerdo a lo que se vio en las pasarelas de las semanas de la moda.
El experto enmarcó ciertas tendencias dentro de dos conceptos opuestos: Intuición feminista y sisterhood (hermandad) punk para explicar esta conjugación de sentimientos opuestos que vive la mujer hoy (la agresión de la cultura punk+la sensibilidad femenina) y que se refleja en la pasarela.
“La moda expresa el rol de la mujer”, aseguró Rodríguez al iniciar su conferencia. Y puso de ejemplo el desfile de Dior, que pondera el cuerpo femenino real, con una sastrería que ciñe la cintura y propone caderas más amplias (silueta Dior). Hay una fusión de códigos entre estereotipos femeninos y las referencias a la subcultura punk. Tules y encajes bordados combinados con cuero más tachas. Sastrería de corte masculino en contraste con gestos históricamente vinculados al universo femenino. Flores y tul combinadas con chaquetas de cuero, sastrería y prendas deportivas. Y otro dúo que será un it la temporada que viene: los tartanes combinados con cuero.
“La remera es un espacio para comunicar los pensamientos”, otro ítem que será parte de la moda 2020 y que remarcó Rodríguez. La remera es la prenda clave para la expresión de mensajes con contenido social. Y acá, en esta nueva forma de comunicar entran los mix de texturas y la mezcla de diferentes escoceses.
La moda también va a mostrar su costado más agresivo, más punk, con mucho cuero combinado con metal. Bien gótico. Es el regreso del corset pero “armado” con púas o avíos, reforzado con broches y detalles de goma.
La mujer revaloriza su cuerpo de otra manera: muestra las curvas pero está a la defensiva. Busca autoprotegerse. Por este motivo también aparecen los avíos (tachas y púas) en prendas y accesorios. Tachas de formas y tamaños variables, incluso en plásticos y tejidos transparentes. La mujer necesita defenderse.
El rojo se combina con negro pero en mitades, en bloques. Son retazos añadidos, sobre faldas. Se combinan materiales con distintos cuerpos y caídas. Drapeados, plisados y tableados son recursos que suman volumen a las prendas.
Las cadenas son otro ítem que se suma a las tendencias. Sujetan accesorios, forman la silueta e incluso son un elemento funcional en algunas prendas.
Por último, Rodríguez presentó el ítem “army”. La mujer está en combate y por eso la pasarela propone prendas militares pero en diálogo con signos femeninos: bordados, puntillas, encajes, volados… Y otra vez el juego de opuestos: lo delicado+ lo rígico; lo estructurado+lo orgánico. La moda, como la vida misma.
Texto: Daniela Fajardo.
Fotos: Gentileza INTI