Sus rimas son milimétricas e intensas. Y pese a las ofensivas y denigrantes líneas que le lanzan sus rivales durante las batallas de gallo, a Sara no le tiembla el pulso o, mejor dicho, la voz. Estas batallas se dan de manera verbal entre artistas amateur que se dedican al freestyle: un estilo callejero que se ve en las plazas de diferentes barrios y que llega hasta los escenarios, incluso, de lugares como el Luna Park. En nuestro haber hay varios consagrados que, incluso, ganaron competencias internacionales midiéndose con participantes de Chile, México y España. Pero la figurita que faltaba en estas peleas verbales era, nada más ni nada menos, que la de la mujer.
Hace cuestión de dos años atrás empezaron a aparecer competidoras, pero la irrupción de Sara es, cuanto menos, significativa, por la potencia de su discurso. Vive actualmente en Getafe, a donde se mudó para estudiar Periodismo y Comunicación Audiovisual. Trabaja por la mañana en un centro de menores, lo cual intercala con las improvisaciones.
Es una de las dos mujeres que participó en la Red Bull Batalla de los Gallos 2019, donde compitió contra 38 hombres. Durante los duelos, el género femenino fue objeto de todo tipo de ataques por parte de sus contrincantes, los cuales ella supo enfrentar con valentía y buenas rimas.
La joven se inició en este camino subiendo sus videos a Internet, y se fue ganando un nombre y el respeto de la comunidad. Hoy en día es una de las máximas exponentes del género.
En sus batallas, Socas recibe ataques hacia su género. Y a pesar de que se trata de se permite todo, ella no coincide con esta idea. En una entrevista en El Español explicó que “me encantaría poder rapear de lo que sea, de la temática que me den. Pero son ellos los que me sacan el tema del machismo o del feminismo. Me dicen ‘feminazi’, ‘te pongo a cuatro patas’ etc. Lo típico. Por hacer unas rimas más inteligentes dime algo más complejo. Lo que más me molesta es que me digan que no merezco estar en el rap solo por el hecho de ser mujer. Fuera de la batalla siempre hay gestos o miradas de superioridad, pero nunca he tenido ningún encontronazo directo con ningún rapero o asistente”.
Con respecto a la presencia femenina en las batallas, aseguró al medio que “esto va para arriba” y “cada vez hay más chicas”. Eso sí, todavía hay una brecha abismal, ya que cada año se presentan miles de hombres y solo una decena son mujeres. Será cuestión de esperar un poco, porque esto recién empieza.
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