Fue una de las pioneras en medicina: se convirtió en la segunda médica en Argentina en ejercer la profesión. Y sin duda debe haber tenido que superar prejuicios y discriminación por ser mujer. Quizás esto fue el pilar para que Petrona Eyle luchara tenazmente por la igualdad femenina en el ámbito laboral, social y familiar. Su rol fue fundamental para que pudiera hacerse realidad el voto femenino.
El 18 de enero, pero de 1866, nació en Baradero. Sus padres formaron la primera colonia de origen alemán y francés en Argentina, su padre fue cirujano militar y llegó a ejercer como concejal en la localidad.
En 1877, sus padres la mandaron a Concepción del Uruguay, donde funcionaba la primera Escuela Normal de mujeres en Argentina. Allí se graduó como maestra normal, y un año después, con 21 años, se instaló en Suiza, para estudiar Medicina. Allí funcionaba la única universidad europea que admitía mujeres. Cuando volvió a Argentina, convalidó su título para empezar a trabajar en diversos hospitales públicos.
Su trabajo como segunda médica argentina en el país, le dio el background suficiente para dedicarse al activismo social y luchar por los derechos de la mujer. Lideró numerosas organizaciones feministas y hasta una revista, de la que fue la primera directora: Nuestra causa (1918).
En 1901 fue una de las fundadoras de la Asociación de Universitarias Argentinas. Esta entidad presentó numerosas iniciativas al Congreso Nacional que tenían que ver con la reivindicación de derechos para las mujeres, entre lo que se encontraban la Protección a la Maternidad (1903), Sanidad y Asistencia Social (1906), Jubilación del Magisterio (1907) e Igualdad de Derecho Civiles para la Mujer (1919).
En 1924 Petrona Eyle fundó la Liga contra la Trata de Blancas, y luchó también por el derecho de los menores, que sufrían abusos, marginalidad, explotación laboral, embarazos tempranos, abusos sexuales y prostitución.
Murió el 12 de abril de 1945, a los 79 años de edad. Dos años después de su fallecimiento, gracias a su lucha, las mujeres argentinas obtuvieron su reconocimiento en el derecho al voto.
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