“Desde que nací, mi padre fue el mejor papá que uno pudiera imaginar. Sólo quería decir que te amo”, fueron las palabras de Paris en junio de 2009, durante el funeral del mítico Michael Jackson, frente a una multitud.
Después de casi 10 años – con una notable belleza física y una fortuna de mil millones de dólares, que comparte con sus dos hermanos–, Paris ya es una celebridad en el mundo de Hollywood.
Paris-Michael Katherine Jackson nació el 3 de abril de 1998 y tiene dos hermanos, Prince Michael Joseph Jr. (Michael I), un año mayor que ella, y Prince Michael II (apodado Blanket), nacido en 2002.
Paris y Prince son hijos de Deborah “Debbie” Rowe, una enfermera con la que el cantante pop estuvo casado entre 1993 y 1996, mientras que Blanket fue concebido a través de un vientre subrogado.
Sin embargo, la polémica sobre si el cantante es o no el padre biológico de los chicos sigue sin respuesta. Por un lado, Rowe contó tras la muerte de Jackson que los chicos no eran hijos biológicos del músico, sino fruto de una donación de esperma.
Más tarde, Jason Pfeiffer, un amigo cercano de Michael, lanzó otra noticia: “El actor británico Mark Lester es el verdadero padre. Me lo dijo Michael antes de su muerte. Y lo eligió a él porque era una buena persona”. La semana pasada, The Sun publicó: “Conrad Murray, el médico acusado de homicidio involuntario por la muerte del cantante, afirmó que Jackson había sido castrado químicamente por su padre cuando era chico, para que no perdiera su característica voz aguda”.
Hija biológica o no, lo indudable es que el vínculo de Paris con Michael fue muy fuerte. Paris creció junto a él y sus dos hermanos en Neverland, la famosa propiedad del cantante ubicada en Santa Bárbara, California. En sus apariciones públicas, Jackson escondía a sus hijos tras unas máscaras con el fin de mantenerlos alejados de las miradas.
En una entrevista con la reconocida Oprah, la joven reveló: “Mi padre me educó con una mentalidad muy abierta. Un día le pregunté si tenía madre y me dijo que sí. Entonces le pregunté cómo se llamaba y me dijo Debbie, y pensé: ‘ok, ya sé su nombre’ y no me preocupé más”.
Cuando murió el cantante, Paris y sus hermanos vivieron bajo la custodia de su abuela Katherine y un primo. En ese momento, la joven tuvo salir al mundo real. Pasó de la educación en su casa a un colegio convencional. Su adolescencia no fue nada fácil.
Episodios de bullying desembocaron en depresión, adicción al alcohol y a las drogas. Violada a los 14 años por un desconocido y con tres intentos de suicidio frustrados, el futuro no parecía ser promisorio para Paris. “Tenía odio hacia mí misma, una pésima autoestima que me hacía creer que no merecía vivir”, relató a la revista Rolling Stone.
Fue entonces que el clan Jackson decidió internarla en Diamond Ranch Academy, en el desierto de Utah, donde estuvo más de un año. Allí logró superar sus problemas. Durante esa época, Paris quiso conocer a su mamá, con la que nunca había tenido contacto (Michael tenía la custodia total de los chicos). Debbie Rowe intentó recuperar lo perdido y lograron una buena relación.
Tiempo después fue Paris la que se convirtió en sostén de Debbie cuando, en 2016, fue diagnosticada con cáncer de mama. “Soy una guerrera porque ella lo es. Te amo, mamá”, posteó la joven en las redes sociales.
POLÍTICAMENTE INCORRECTA. Con el paso de los años, la hija del Rey del pop empezó a mostrarse como una joven capaz de tomar las riendas de su vida. Desde el año pasado forma parte del staff de la agencia IMG Models, fue musa de Chanel, debutó como actriz en la serie Star (un drama musical de Fox), ilustró portadas de revistas, protagonizó la campaña de Calvin Klein, posó para la firma Rag & Bone y pronto se la verá en la película Gringo, junto a las actrices Amanda Seyfried y Charlize Theron.
También dio sus primeros pasos como activista. Siguiendo la estela de su madrina, Elizabeth Taylor, fallecida en 2011 y gran amiga de su padre, se ha convertido en embajadora de la Fundación Elizabeth Taylor en favor de los enfermos de SIDA.
¿Y en el amor? Paris estuvo en pareja con el músico Michael Snoddy y el deportista Chester Castellaw. Pero este verano llamó la atención al mostrarse a los besos con la top model Cara Delevingne. Sin pelos en la lengua, la it girl aclaró lo que todo el mundo le cuestionaba: su sexualidad. Fue durante una conversación con sus seguidores a través de sus historias de Instagram. Paris participó del “pregúntame cualquier cosa” y escribió: “No soy bisexual, solamente amo a las personas por ser personas. Yo no me pongo en etiquetas, así que por favor, no me etiqueten”.
La polémica siguió en su cuenta de twitter: “Todo el mundo sabe que salí del closet cuando tenía 14 años, ¿qué les pasa?, ¿cuántas fotos mías hay en las que me estoy besando con mujeres?”, publicó la joven que hace años forma parte de la comunidad LGBTQ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, queer).
Lejos de la época en la que su padre solía ocultarla detrás de máscaras y antifaces venecianos, Paris ahora no le teme a nada y va de frente. Y esto recién empieza.
Textos: Valeria Mariño ([email protected]) Fotos: Fotonoticias/ Archivo Atlántida