Tendencia verde: invertir en productos de la tierra - Revista Para Ti
 

Tendencia verde: invertir en productos de la tierra

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Los emprendimientos productivos a cielo abierto prometen. Acumulan rentabilidad anual en dólares y te ofrecen formar parte de un negocio a gran escala con un capital inicial de entre US$ 5 mil y US$ 40 mil.

Con el valor agregado de estar en contacto con la naturaleza y la ventaja de tratarse de un proyecto sustentable (y a largo plazo), los emprendimientos productivos a cielo abierto prometen. Acumulan rentabilidad anual en dólares (de entre el 8 y el 20 por ciento o más), te ofrecen la posibilidad de ser propietaria de una parcela y formar parte de un negocio a gran escala con un capital inicial de entre US$ 5 mil y US$ 40 mil.

Claro que, como todo emprendimiento de economía real, los imponderables climáticos (inundaciones, caída de granizo, incendios, etc.) pueden afectar la producción y por lo tanto la ganancia. Igual que la coyuntura internacional. Informarse sobre las variables, hacer las preguntas adecuadas (condiciones de mantenimiento, tipos de seguro con los que cuenta la firma) y buscar una desarrolladora con expertise aliviana incertidumbres.

Te mostramos algunos por si tenés te animás a dar un salto, diversificar y salir del plazo fijo.

Invertir en la producción de trufas, nueces de pecán, vinos, aceitunas o aceite: una opción interesante para obtener ganancias.
Invertir en la producción de trufas, nueces de pecán, vinos, aceitunas o aceite: una opción interesante para obtener ganancias.

xLas trufas -y no estamos hablando de las de chocolates, sino de un hongo comestible tan fino y aromático que el mundo gastronómico pondera como el “diamante negro”-es el último grito de moda de los desarrollos productivos. El kilo de este ingrediente, que crece simbióticamente entre las raíces de algunos árboles (como los robles y los avellanos) y es muy consumido en Europa, Estados Unidos, China y Emiratos Árabes, es valiosísimo.

Por ejemplo, una pequeña trufa de 20 gramos se vende en el país y en el exterior a US$ 30 y se ha llegado a pagar hasta US$ 1.800, el kilo. Es que se desarrolla y cosecha en condiciones muy delicadas y precisas. Su búsqueda requiere de perros entrenados para olfatearlas y así descubrirlas.

En 2012, la empresa Trufas del Nuevo Mundo plantó sus primeros árboles en Espartillar (una zona ubicada en las cercanías de Sierra de la Ventana cuya tierra cuenta con el PH específico para el cultivo de este hongo), aceitó su logística y desde entonces no paró de incrementar su producción. Hoy son la trufera más importante del país y de Latinoamérica y reúne a unos cien inversores que en aquel momento inicial se sumaron a la cruzada: accedieron al negocio con un capital inicial de US$ 14.500 y esperan cobrar, en 2020, la rentabilidad anual estimada entre un 12 y un 20 por ciento en dólares. Por ahora, el fideicomiso está cerrado, pero no descartan volver a abrir un nuevo emprendimiento con condiciones similares en algún momento. Contacto: Faustino Terradas. Trufasdelnuevomundo.com.

xPara aquellas a quienes les seduce la idea de apostar a productos no tan convencionales, la empresa Faro es una de las encargadas de cosechar nueces de pecán (un fruto seco ultranutritivo muy buscado en Estados Unidos, México y China, donde en los últimos festejos de Año Nuevo fueron un boom) en Villa Paranacito, al sur de Entre Ríos.

El proyecto opera unas 850 hectáreas de plantaciones de nogales con salida a una laguna, en las que está permitido construir, por ejemplo, una casa de fin de semana, aprovechando la cercanía con Capital (una hora y media por autopista). Lo interesante es que todos los socios acceden al mismo campo (es un pool) y las ganancias de la cosecha y la exportación (ronda el 12 por ciento anual en dólares) se dividen como si se tratara de una cooperativa. La inversión es de US$ 40 mil pero se puede pagar US$ 10 mil al momento de la firma y el resto en cuotas: 60 de US$ 500 por mes. Contacto: Altopecan.com.ar.

xCocinar con ingredientes recién salidos de la huerta, tener miel y harina propia disponible en casa es una de las tantas motivaciones que atrae a los integrantes del proyecto Fincas El Paraíso, unas 56 hectáreas en Trenque Lauquen, a 445 kilómetros de Buenos Aires.

Los socios (que pueden ingresar con un mínimo de US$ 10 mil y obtienen una rentabilidad anual fija de entre un 10 y un 12 por ciento) participan, además, de charlas y de visitas periódicas a la chacra para monitorear la producción, que muchas veces surge a partir de semillas autóctonas. Contacto: Noelia Prieto ([email protected])

er partícipes activos del proceso de producción y darse el gusto de catar una copa de vino de autoría entusiasma a los participantes del emprendimiento Altos de Tinogasta, que opera en la finca La Aguadita, al oeste de Catamarca, en Tinogasta, al borde de la Cordillera de los Andes.
Ser parte del proceso de producción y darse el gusto de catar una copa de vino entusiasma a los participantes del emprendimiento Altos de Tinogasta.

xSer partícipes activos del proceso de producción y darse el gusto de catar una copa de vino de autoría entusiasma a los participantes del emprendimiento Altos de Tinogasta, que opera en la finca La Aguadita, al oeste de Catamarca, en Tinogasta, al borde de la Cordillera de los Andes. Se puede acceder con un capital inicial (que contempla todos los costos de mantenimiento, como el riesgo y la fertilización en las hectáreas durante los primeros años) y va desde US$ 12.500 (para olivares) y US$ 23.500 (viñedos).

Como en el resto de los casos, la tasa de rentabilidad (de entre un 7 y un 14 por ciento anual en dólares) aumenta a medida que la planta crece y el producto comienza a comercializarse a escala, pero la tierra siempre está a nombre del socio. A no ser que el inversor decida vender, lo cual es posible aunque no deseable: el plan es tener una renta perpetua. Eso sí, la idea es que las hectáreas sólo pueden utilizarse con fines productivos: está prohibido construir casas o piletas, aunque el paisaje paradisíaco tiente. Contacto: Juan Pablo Coronel. Altosdetinogasta.com/realestate.

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La empresa Faro cosecha nueces de pecán (un fruto seco ultranutritivo muy buscado en Estados Unidos, México y China) en Villa Paranacito, al sur de Entre Ríos

El grupo ADBlick Agro también ofrece fideicomisos de olivos, pero en Mendoza: son 832 hectáreas que, a diferencia de otros emprendimientos, se abastecen de agua del río Tunizán en lugar de agua de pozo, lo que disminuye los costos operativos de la plantación. Hay dos modos de participar: como prestamista, con un mínimo ingreso de US$ 5.000 y una rentabilidad del 8 por ciento anual y como socio, dueño de la tierra. En este último caso, se invierten US$ 10 mil (como mínimo) y la rentabilidad varía a partir del 10 por ciento.

Otra vez: las plantas de aceituna duran más de cien años y a medida que se robustece el árbol, la cosecha sube a la par de la ganancia. Este año, por ejemplo, fue muy positivo para el sector porque hubo escasez del producto en el mundo. Por otro lado, desde la empresa organizan una visita a la finca para los inversores y, si hay dudas, antes de tomar la decisión un asesor de negocios se ocupa de aconsejar al cliente en función de su perfil. Contacto: Juan Pablo Carrera. ADBlickagro.com.

Cada proyecto tiene distintos niveles de riesgo y, como siempre, a mayor audacia, mayor rentabilidad. No todo es para cualquiera.

¡ATENCIÓN! Chequeá la trayectoria de la empresa o desarrolladora. Consultá costos de mantenimiento y garantías para tus ahorros, por un lado, y, para la plantación, por otro. Tiempo deseable para ganar rentabilidad y posibilidades de dar marcha atrás y retirar el dinero.

Invertir en la producción de trufas, nueces de pecán, vinos, aceitunas o aceite: una opción interesante para
obtener ganancias.

Textos: Mara Derni. Foto Latinstock

Más información en parati.com.ar

   

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