Hoy la cantante llega a las ocho décadas de vida y no podemos dejar de impresionarnos. Símbolo de energía y vitalidad, es un ejemplo de resistencia y superación. ¡Feliz y poderoso cumpleaños para ella!
Tina Turner cumple 80 años, y verla tan vital e imponente en algunas de sus fotos más recientes no dejan de asombrarnos por lo que significa su presencia en la industria pop y, especialmente, por el tan conocido y dramático camino que debió recorrer a lo largo de su vida para “sobrevivir” y llegar tan lejos.
Porque la historia de Tina Turner y de su consagración como una estrella pop única se cuenta siempre desde su capítulo más trágico, cuando fue sometida a un calvario de violencia de género por parte de su marido, Ike Turner.
La historia (y el infierno) de una vida
Ana Mae Bullock –su nombre verdadero, hija de un afroamericano y de una mujer de ascendencia indígena- fue adoptada a los tres años por una familia blanca. Se casó muy joven y tuvo un hijo -en 1958, Craig Raymond Turner- al que crió sola.
Más adelante, conoció a Ike, un pionero del rock and roll que “la descubrió” cuando ella todavía era una adolescente y la inició en la carrera musical. En los ´60 Tina ya era la revelación del soul y el rhythm and blues norteamericano.
Ike y Tina se casaron en Tijuana, México, en 1962, cuando ya tenían un hijo juntos, Ronald Turner. Junto a él vivió lo más intenso y dramático de su vida: los comienzos de su carrera y la pronta consagración, el infierno en la intimidad, engaños y agresiones y abusos, físicos y psicológicos.
Casi todo está escrito en la autobiografía “I, Tina: My Life Story” que Tina Turner presentó en 1986, para intentar “cerrar” esa enorme herida en su vida. “No podía recordar lo que era no estar con los ojos amoratados”, revela en el libro donde también confiesa un intento de suicidio en 1968. Sucedió mientras estaba embarazada y consumió más de cincuenta somníferos.
Camino a la salvación y superación
Ocho años después de aquel episdodio, Tina empezó a ejercer su propia fuerza para combatir la pesadilla en la que vivía, e inició su largo –y también traumático- camino hacia la separación de Ike. Por supuesto, debió enfrentarse a más agresiones.
Pero el primer paso ya estaba dado y sería irreversible: ya en 1974, Tina debutó como solista –sin la etiqueta “Ike & Tina Turner-, empezó a tomar sus propias decisiones sobre su carrera (intervino en la película de culto “Tommy” del grupo The Who- y sobre todo, salió de su casa del terror para empezar a vivir sola o en compañía de amigos que la ayudaron a salir de su infierno personal.
Conseguir el divorcio, también le resultó una misión casi imposible ya que Ike, acorralado por la determinación de Tina de alejarse de él y cambiar su historia, hizo todo lo que estuvo a su alcance para evitarlo, incluso presionó a las discográficas para que la ignoraran.
“Olvide las joyas. Olvídelo todo. Solo es dinero manchado de sangre. No quiero nada”, testimonió Tina Turner en el juicio del divorcio, en 1976, en el que también perdió la tenencia de sus hijos.
Pero Ike siguió atacándola y hasta llegó a contratar a unos criminales para que dispararan sobre su casa y el auto de su manager.
En esta parte del relato aparece una colega y amiga, identificada con ella por una misma historia de maltrato: Cher, que también había sufrido una situación de abuso similar de parte de su marido, Sonny. Al igual que Ike y Tina, Sonny & Cher eran una popular dupla del espectáculos pero, puertas adentro, un infierno para ella.
Por eso, la sororidad de Cher y Tina empezó en la intimidad y luego se trasladó al programa de televisión que Cher conducía con éxito. Esa fue su plataforma de despegue hacia un nuevo horizonte en su carrera que, sin embargo, no iba a explotar hasta 1983.
Nace una estrella
Cuenta la leyenda que la noche de su concierto en el Ritz, con David Bowie, Keith Richards y Ron Wood aplaudiendo en la platea y después celebrando con ella en el backstage cambió para siempre la carrera de Tina Turner.
¡Y a esta parte la conocemos todas! En los ´80 Tina Turner se reinventó ella y renació como artista, imponiendo su energía y fortaleza a un repertorio que mezclaba rock, con pop y balada. Y todo –sobre todo- son el sello de una mujer que había sido pura resistencia y que emergía con todo el poder y arrolladora personalidad.
De esa época son sus más grandes éxitos, como “The Best” y “What's Love Got to Do With It”, y discos como “Private Dancer” (1984). Y sus breves pero contundentes apariciones en el cine. Después de su intervención en la ópera-rock de The Who, Tina Turner fue la gran estrella de “Mad Max Beyond Thunderdome” (1985), la saga de ciencia ficción postapocalíptica protagonizada por Mel Gibson. Y más adelante también apareció en la comedia “El último gran héroe” (1993) junto a Arnold Schwarzenegger.
A lo largo de su carrera, ganó doce premios Grammy, en 1991 ingresó al Salón de la Fama del Rock and Roll y en 2018 recibió otro Grammy honorífico, el “Lifetime Achievement Award”, que le rendía tributo como estrella de todos los tiempos. Diez años atrás, más precisamente en 2007, Ike había muerto por sobredosis de cocaína en 2007.
Retiro y felicidad (a pesar de todo)
¿Y qué fue de su vida? Hoy y desde hace varios años ya, Tina Turner vive feliz, casada y retirada de su carrera y los escenarios en Suiza, país que incluso adoptó como nueva nacionalidad (renunció a ser estadounidense en 2013).
En 2018 volvió a hablarse de ella por el estreno en Londres del musical “Tina-The Tina Turner Musical”, actualmente en cartel en Nueva York y Hamburgo, Alemania. Y también volvió a ser noticia debido a otro drama familiar en su vida: el suicidio –en julio de 2018- de su hijo, Craig Raymond Turner. “Mi momento más triste como madre (...). Tenía 59 años cuando murió tan trágicamente, pero siempre será mi bebé”, escribió la cantante en su cuenta de Twitter el día en que arrojó las cenizas con los restos de su hijo mayor en una playa de California.