Y un día pasa: el más rebelde, el soltero más codiciado, el partido más difícil, anunció su casamiento. El lunes 27 de noviembre, poco más de un año después de haber oficializado su relación con la actriz Meghan Markle (36), el príncipe Harry (33) puso fecha de casamiento.
Por supuesto que el compromiso del príncipe pelirrojo que más dolores de cabeza le trajo a la corona en los últimos años (después de su madre, claro está) no iba a estar libre de polémicas.
Divorciada, estadounidense, católica, plebeya y mestiza, la actriz que saltó a la fama de la mano de un protagónico en la serie Suits no es precisamente la candidata que el protocolo real recomendaría.
La belleza, el talento, el compromiso social y humanitario y la inteligencia de la americana parecen haber pesado más que los mandatos, al punto de convertirla en la mujer que la próxima primavera se sumará a la familia de la Corona británica.
TAL PARA CUAL. Si para el ser humano promedio encontrar una pareja puede ser tarea difícil, en el caso de la realeza la cuestión del match perfecto suena casi imposible. Que sea soltero, que tenga títulos de nobleza, que ni él o ella tengan una mancha en el prontuario son algunos de los requisitos a los que se podrían sumar puntos.
No obstante, el caso de Diana Spencer era uno de los pocos que sonaba perfecto y basta mirar el devenir de los hechos para saber que poco había de cuentos de hadas y amores de novelas por ahí.
Parece que la historia de desamor y sufrimiento de sus padres caló profundo en los hijos del príncipe Carlos de Gales, al punto que los dos se inclinaron hacia matrimonios por amor.
Si con la bella y perfecta –pero plebeya– Kate Middleton el príncipe William había dado un mensaje, su hermano menor llevó la apuesta un nivel más allá al elegir a una estadounidense divorciada. “Su alteza el Príncipe de Ga-les está encantado de anunciar el compromiso del Príncipe Harry con la Sra. Meghan Markle”, decían las primeras líneas del comunicado que el Palacio de Buckingham emitió el lunes 27 de noviembre.
En la carta publicada vía Twitter se especificaba además que el compromiso entre los novios fue a principios de este mes en Londres y el casamiento tendrá lugar en la primavera próxima (entre abril y junio de 2018). Lejos de la hostilidad o el disgusto, los comunicados de la familia no se hicieron esperar y todos felicitaron a la feliz pareja.
LA ELEGIDA. Famosa por su papel en la serie Suits, Meghan Markle estaba lejos de ser una desconocida cuando conoció al príncipe Harry en Canadá. Es hija de un matrimonio interracial, su padrede Thomas Markle, un director de iluminación de ascendencia inglesa, alemana e irlandesa que trabajó en importantes tiras de televisión y películas y su madre Doria Radlan, una instructora de yoga y trabajadora social de ascendencia afroamericana, Meghan creció en Los Ángeles, entre estudios de televisión y colegios católicos.
A pesar de lo directo que pudo haber sido su camino, la actriz prefirió formarse en dos frentes en paralelo y se graduó en teatro y relaciones internacionales en la Universidad Northwestern, en Illinois, donde se graduó en 2003.
“Sabía que quería actuar, pero odiaba la idea de caer en el cliché”, dijo la actriz en una entrevista. Fue en esa otra búsqueda que llegó a la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires en 2001, donde estuvo viviendo y trabajando varios meses.
Su costado porteño. Por su paso por Argentina confesó haber adoptado algunas costumbres, es fanática del Malbec y hasta del fútbol. El 13 de julio de 2014, la final del mundial Argentina versus Alemania escribió en su cuenta personal de Twitter :" Después de haber vivido en Buenos Aires me siento una argentina honoraria. Vamossssssssss Argentina!! #FIFA #porteña #suerte”.
Pero el destino de Markle estaba en otro lado : cuando volvió a pasar la Navidad a Los Ángeles, un mánager la alentó a probar suerte en el mundo de la actuación y empezó a representarla. Algunas apariciones menores en series como CSI, un matrimonio y posterior divorcio (con el productor Trevor Engelson) son parte de esa década que antecede a su salto a la fama.
De pasantías en embajadas a los sets de filmación y de los sets a los castillos y por qué no embajadas, parece que el destino le depara grandes cosas a Markle. Por lo pronto el 19 de mayo en la Abadía de W
Texto: L. Benegas