La exitosa serie La casa de papel (emitida por Antena 3) de Netflix es el relato del mayor golpe que se haya intentado dar jamás en la historia de la humanidad: el robo de 2.400 millones de euros, narrado en 15 capítulos de poco más de una hora de duración. Para sellar la identidad del hecho delictivo los delincuentes llevan caretas con la cara de Salvador Dalí. Así, uniformados de colorado, toman durante 125 horas la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, el sitio donde se imprimen los billetes en España. ¿El resultado? Un fenómeno que cada vez suma más adeptos. El final de la primera temporada logró una audiencia de 2,7 millones de espectadores en España.
Todos los ladrones (atracadores) tienen nombres de ciudades (Tokio, Nairobi, Moscú, Río, Denver, Oslo, Helsinki y Berlín). Y las únicas mujeres del grupo son las actrices Úrsula Corberó (28) y Alba Flores (31), Tokio y Nairobi respectivamente. Durante las grabaciones de la serie se hicieron amigas y la amistad quedó confirmada al final del rodaje cuando ambas compartieron con sus seguidores, vía Instagram, ¡un beso! “¿Me vas a echar de menos? Has tardado mucho en contestar”, le dice Alba Flores a Úrsula Corberó antes del beso.
ESTRELLA CATALANA. En nuestro país a Úrsula Corberó se la conoce como “la novia española del Chino Darín”. Pero ella es mucho más que eso. Es una de las actrices españolas con mayor proyección internacional. Nació en Barcelona, desde chica soñaba con ser actriz y se formó en la Escuela de Arte Dramático Eòlia. La vida de Úrsula no fue color de rosas. “Mi madre quedó embarazada de mi hermana a los 17 años. Cuando le empezó a asomar la barriguita pasó a ser la peste del barrio, se quedó sin amigas y la echaron del colegio. Aún así la mayor parte del tiempo estaba contenta. Ha trabajado de corsetera, de florista, ha limpiado casas”, confesó la actriz. Y relató: “Las colas de los castings de publicidad eran infernales y durante un año no me eligieron para ningún sitio, pero quien la sigue la consigue. Soy quien soy y he llegado donde estoy gracias a la garra que he heredado”. Y así fue. Debutó en 2008 en la serie Física o Química. También participó en La República, La dama velada, Isabel y Anclados. En el cine debutó en el cortometraje Crónicas de una voluntad. Luego vinieron Elsinor Park; XP3D, primera película española de terror en 3D; Volare; Crimen con vista al mar; ¿Quién mató a Bambi?; Perdiendo el Norte y puso su voz al personaje de Sam en Lluvia de albóndigas 2.
Sin dudas 2017 fue un año crucial en su carrera al formar parte del elenco de la serie de Netflix, La casa de papel. Corberó se puso en la piel de Tokio, una superviviente. Después de 15 robos limpios, el último no resultó tan bien: tres víctimas fatales, una de ellas el amor de su vida. Y además es narradora de la historia. En definitiva, una auténtica Kill Bill española. ¿Y el amor? En el 2008 tuvo su primer romance público con el actor Israel Rodríguez, que también trabajó en la serie Física o Química. Después mantuvo un affaire con el tenista Feliciano López. Luego salió con el modelo y actor Andrés Velencoso, que terminó por una infidelidad por parte de él. Y en 2016 conoció al Chino Darín, hijo de Ricardo Darín, durante el rodaje de La Embajada. Todo empezó como una amistad y terminó en amor.
LA HEREDERA. Alba Flores pertenece a una gran saga de artistas de renombre: su padre, Antonio Flores, ha sido catalogado como un genio de la música y la composición; su abuela, Lola Flores, era pura energía; su abuelo, Antonio, el precursor de la rumba catalana; y también están sus tías, Rosario y Lolita. Sin embargo, ella ha conseguido hacerse un hueco. Se trata de Alba González Villa. “De chica quería ser científica, disfrutaba haciendo experimentos”, sostuvo Alba en varias entrevistas. Pero a los 13 años descubrió que lo suyo era la actuación.
“American Beauty y El club de la lucha fueron dos películas que me impactaron. Con American Beauty descubrí cómo el cine te puede producir y transmitir esas sensaciones. Y El club de la lucha me dejó marcada por el modo de remover al espectador de un modo tan lúdico y divertido”, dijo la artista madrileña. En 2006 debutó en televisión en la serie El comisario. Le siguieron El síndrome de Ulises; El tiempo entre costuras y Cuéntame cómo pasó, y logró gran notoriedad en Vis a vis, donde se pone en la piel de una joven gitana que se enfrenta a una pena de 5 años de cárcel por homicidio. En el cine participó en El calentito (2005) y La memoria del agua (2015) junto a Benjamín Vicuña y Elena Anaya.
Cuando le preguntaron cómo fue haber nacido en la familia Flores, ella respondió: “No sé cómo sería haber vivido de otra manera. No creo que mi apellido me haya beneficiado ni perjudicado, es diferente. La gente te conoce, pero tienes que demostrar que hay talento y ganas de trabajar y evolucionar”. Y agregó: “Llevo el apellido Flores porque estoy orgullosa de mis raíces”. Alba va despacio y sin hacer mucho ruido. Elige con cuidado sus trabajos y en 2017 brilló en la serie La casa de papel. La española interpretó a Nairobi, optimista que lleva desde los 13 años falsificando billetes. Es la encargada de calidad de toda la operación. Es dura e impulsiva, al igual que Tokio. Y tiene algo por lo que luchar: recuperar la custodia de su hijo y huir con él. Los medios coinciden en que “es de esas personas a las que se las ve auténticas desde lejos. Ha sabido explotar al máximo sus facciones raciales y aprovecharlas para sus personajes”.
De muy bajo perfil, Alba reveló: “Me gustaría tener hijos y nietos, pero lo veo difícil porque el mundo está cada vez más complicado y mi carrera no es muy fácil… ¡ni siquiera puedo tener un perro! Pero bueno… ¡ojalá!”, reveló Alba, que tiene la agenda completa. En televisión empezará a grabar la tercera temporada de Vis a vis y también estará de gira con la obra teatral Drac Pack.
Tanto en la ficción como en la vida real, dos mujeres que sabían lo que querían hacer de sus vidas y lo consiguieron… Dos mujeres “de armas llevar”.
Textos: VALERIA MARIÑO Fotos: FOTONOTICIAS