Comienza a venderse en las farmacias de Estados Unidos y su lanzamiento no está exento de controversia.
Apareció como una solución al Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo, TDSH, y en junio de este año las autoridades sanitarias Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), autorizaró su utilización.
Desde ese momento y hasta su salida a la venta en las farmacias, el denominado viagra femenino no ha estado exento de polémica.
El tratamiento de la farmacéutica Amag para incrementar la libido en mujeres premenopáusicas salió a la venta con el nombre comercial de Vyleesi.
Sin embargo, hay algunos aspectos que generan ruido y que la diferencian de la famosa píldora azul que toman los hombres con disfunción eréctil.
La revolución que generó la píldora masculina, no sería tal en el caso de las mujeres por tres factores fundamentales: para quién y por qué está indicado, cómo se suministra y el precio.
El tratamiento está indicado para personas con Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo (TDSH), que tiene principal síntoma la falta de interés total en el sexo y, según las estadísticas, afecta a una de cada cinco personas.
Si el universo se reduce a mujeres, tres de cada diez según datos de las autoridades de Salud del Reino Unido.
Por otro lado, se trata de inyecciones que se deben administrar en el abdomen o en el muslo.
Además, se debe administrar 45 minutos antes de tener sexo.
El tercer punto, y quizás el más controvertido, es el precio del medicamento.
Una caja con cuatro inyecciones tiene un costo de casi 1.000 dólares en las farmacias de Estados Unidos, mientras que una caja de 20 pastillas de viagra se puede conseguir por 47 dólares.
Es poco probable que este medicamento sea tan popular y genere una revolución en la sexualidad femenina, aunque aún es muy pronto para saber cómo impactará en la vida de las personas con TDSH.