Que levante la mano la que no pasaría una semana entera en algunos de estos alojamientos de lujo (y diseño) inmersos en naturaleza, sumergidas en la belleza del paisaje y entrando en comunión con ella.
"Carpas" de madera en Italia
En busca de soluciones temporales para que durmieran los pastores en los Alpes italianos de Liguria, el estudio de arquitectura Office 82 desarrolló estos refugios de madera que se instalan en la montaña sin ninguna complejidad.
Las StarsBox están diseñadas como una instalación desmontable que garantiza la sostenibilidad (no daña el terreno) y la reversibilidad.
Una de las experiencias más fabulosas que se pueden disfrutar en este refugio de montaña es la de ver las estrellas a la noche. Porque el techo se abre, dejando al descubierto el firmamento.
Diseñado un poco como carpa y un poco como una cabaña, la estructura está pensada para ofrecer protección al visitante pero con una vista exclusiva.
Los domos de la Patagonia
En nuestro país, también se puede vivir la experiencia de vivir en el bosque. Solo hay que viajar a Chubut, a la estancia Huemules, en el centro una reserva de montaña ubicada a 23 kilómetros de la ciudad de Esquel.
Los domos están distribuidos en la naturaleza: se escucha el viento que pasa por las copas de las lengas o el murmullo del arroyo.
Cada huésped dispone de un deck privado y vistas abiertas. Además, la manera en la que están organizados los domos es garantía de privacidad.
Las habitaciones cuentan con todas las comodidades y lo más maravilloso es que permiten contemplar la naturaleza al principio y al final de la jornada.
Vacaciones en una casa del árbol
Para las que se sienten mejor en altura, estas mini estructuras, ubicadas en las empinadas colinas noruegas, ofrecen vistas panorámicas de las montañas.
Diseñadas por los arquitectos noruegos Helen & Hard, cada refugio mide 15 m2 y el árbol sostiene el peso de la estructura.
El interior está construido en madera de aliso negro y el exterior se mezcla con el entorno natural, pareciéndose a una piña de pino. Las tejas forman una especie de piel protectora alrededor del espacio y se fusiona con el entorno.
En el interior cada detalle está concebido como pequeños toques de lujo. Las sillas son de autor y nada de la deco está librado al azar.
Estamos listas para partir.